Sentados en el sofá mirando en la televisión a "Los Picapiedra". Piama y Francis a mi derecha, Malcolm, Dewey y Reese a mi izquierda, la verdad es que apenas y cabíamos en el sofá.
La mano de Malcolm se paseaba descaradamente por mi muslo izquierdo. No dije nada, no era como si me desagradara.
Lois y Hal habían ido al doctor, ya que la primera se ha sentido muy mal en estos días. Esperó que no sea nada grave, mucho tienen ya con la abuela aquí.
-Ya termine de hacer del baño!- escuchamos gritar a Ida.
Todos nos miramos preocupados, era obvio que uno de los presentes tenía que ir a ayudarla. Malcolm dejó mi pierna para tomar mi mano.
Tratamos de fingir que no la escuchamos y seguimos viendo la televisión.
-No me engañan!, se que están ahí!- exclamó de nuevo.
-Ahg!- se quejó Francis- ¿A quién le toca ahora?- pregunto el.
-No es mi abuela- respondió Piama dando a entender que ni siquiera pensarán en ella.
- A ver- tomó una libreta- Pensaré en un número y ustedes..
-Espera!- lo detuvo Malcolm- tu escribes los números y uno nunca adivina
-Uno!, ese era, tu vas!- exclamó Francis.
-Que suerte!
-Adelante!
Dijeron Dewey y Reese felices de saber que no irían con la abuela.
-Esto no se vale!- se quejó Malcolm- Yo ni siquiera vivo aquí- les recordó.
Auh! Pobre Malcolm, tenía razón, últimamente no lo estaban tratando muy bien que digamos.
-Mientras más esperen, peor se va a poner!- grito la abuela.
Malcolm se levantó del sofá molesto. Sin pensármelo mucho me levanté junto a el y tomé su mano de nuevo. Caminamos unos metros y Malcolm se detuvo.
-Los detesto!- exclamó a todos mientras ellos lo ignoraban.
Sin más que hacer caminamos hacia el baño. La tortura de Malcolm.
-Siii, yo te dejo aquí- Murmure colocándome junto a la puerta del baño.
(...)
Después de que Malcolm ayudará a Ida, y que Lois y Hal volverían, habíamos decidido pasar un rato en la tienda de acampar.
Como dije no es muy cómodo, pero Mi Papá estaba teniendo una fiesta con unos amigos y no teníamos muchas ganas de pasarla ahí.
-Te quiero- susurró para volver a besarme.
Sonreí por ese comentario, mis manos se paseaban descaradas por sus hombros encima de su camisa para dormir.
Estos eran de los únicos momentos en que teníamos Paz y tranquilidad. Era difícil poder besarnos frente a todos.
Pegué mi frente con la de él y esta vez besó la comisura de mis labios.
Estaba a punto de decir algo cuando alguien abrió la tienda y entró.
-Oigan!, necesitamos la tienda por una hora- comentó Francis asustando nos.
-Dos horas!- exclamó Piama detras de él.
-¿Que?!, ¿Por que?!- preguntó Malcolm aún junto a mí.
-No importa, la necesitamos- respondió Francis.
-No!, me sacaron de la casa y ahora quieres quitarme lo que me queda, este pequeño espacio de intimidad!, olvida lo no voy a..
Francis lo golpeó en el brazo interrumpiéndolo.
-Gracias! Ahora largo si no quieres que te golpeé más feo frente a tu novia.
-Esperó que estes feliz!- exclamó Malcolm mientras salíamos de la tienda- hechar a tu hermano de la tienda con su novia. - recalcó jalando una de sus sabanas.
-Necesita remos esto!- dijo Francis arrebatándole la sabana de las manos.
Ambos nos salimos de la tienda y miramos alrededor, ya era de noche. ¿A donde podíamos ir?.
(...)
-Nunca creí estar a mitad de la noche besándome contigo en el asiento trasero del auto de tus padres.- Murmuré
-Estúpido Francis!- se quejó
-No te molestes, al menos estamos juntos- admiti tomando su mano.
-Sigues sorprendiéndo me, cualquier chica hubiera huido en cuanto conocieran a mi familia, y en cambio tu, estas siempre conmigo.- comentó
-Creí que ya tenías claro que no soy como las demás chicas.- opine mirándolo a los ojos.
-Si, eres mejor que todas- respondió para volver a besarme.
De nuevo estaba a punto de colocar mis manos dentro de su camisa pero me detuve cuando la puerta del auto se abrió y entro Hal en el.
No nos movimos, esperamos a que Hal nos regañara o algo por el estiló pero solo comenzó a golpear el volante del auto para desplomarse a llorar desesperadamente.
-Noooo! ¿por qué a mí?!!- exclamaba desesperado
Oh Dios! ¿Que estaba pasando?!
Malcolm y yo nos miramos asustados. ¿Ahora que haríamos?.
(...)
Después de todo lo de ayer, habíamos ido a dormir muy tarde, por lo que me perdí parte del desayuno con la familia.
Me levanté a eso de las 12 del día, desyune cereal entre la basura de la fiesta de anoche y después de cepillar me los dientes me dirigí a ver a Malcolm.
Caminé hacía patio trasero notando cortinas, ventanas y puertas cerradas, que raro.
-Hola!- salude viendo como Malcolm se dirigía hacía la puerta de la casa.
-Hola!, ¿Que tal dormiste?- preguntó llegando hacía mi y tomandome de la cintura.
-Pues creó que bien, al final llegué tarde a casa y Papá no se dio cuenta.- respondí encogiendo me de hombros.
-Vamos a la casa, necesito mis libros de ciencias.- comentó soltando me de la cintuta para entrelazar nuestras manos.
Malcolm tomo el pomo de la puerta trasera pero esta costo un poco abrirla. Apenas y abrió una parte para entrar y Lois llegó corriendo impidiendo nos el paso.
-No no no, Lo siento pero no pueden entrar.- nos dijo sosteniendo la puerta.
¿Como que no podíamos entrar?.
-¿Por que?- pregunte confusa
-¿De que hablas?, Vivo aquí.- respondió Malcolm.
-Lo siento no pueden- negó.
-¿Ya no puedo entrar a mi casa?!, ¿Por que soy el único al que maltratan?!- grito molesto- Reese y Dewey están adentro.- recordó señalando la casa.
-No no estan, Francis y Piama los llevaron al golfito- respondió Lois cerrando la puerta en nuestras caras.
-Debo admitir que eso me dolió.- Murmuré.
Malcolm molesto camino hacía la ventana de la cocina. Lo seguí.
-¿Que haces?- pregunte cuando tomo una piedra.
No me respondió nada, solo tomo la roca entre sus manos y rompió la ventana que conectaba a la cocina y el fregadero.
Cerre mis ojos por le impacto y escuche exclamaciones.
-Lamento haber tenido que hacer eso, pero no me dejaron elección, todavía soy un miembro de esta familia y merezco saber lo que esta pasando- comentó entrando por la ventana que ya estaba abierta. Me acerque y pense en como subiría, me costaría trabajo, Malcolm extendió sus brazos y los tome, así me ayudo a entrar como el lo había hecho hace unos segundos.
-Esto no les concierne!- exclamó Lois irritada.
Note un hombre sentado en la mesa junto a la abuela, Hal y Lois frente a ellos, y Una mujer en una esquina con una maquina de escribir. ¿Que estaba sucediendo?.
-Claro que si!, algo muy extraño esta pasando en esta casa y solo quiero la cortesía de ser tratado como a un idiota.
-Pues tu malvada abuela nos demando!- confesó Hal molesto.
-¿Lo escuchó?, me llamó malvada, que conste en el acta.- ordenó Ida a la mujer.
Bien eso explica muchas cosas, pero vamos la abuela es así de mala.
-De acuerdo nos demando, no tienen que ocultarmelo, es horrible, pero todo lo que hace ella es horrible.- comentó Malcolm relajado.
-Y tu madre esta embarazada!- agregó Hal.
Oh Por Dios!. Abrí mis ojos al tope pero no dije nada, ni siquiera me salían las palabras.
-¿Embarazada?!- grito Malcolm sorprendido.- ¿Estas loca?! Es lo más tonto que he escuchado!,¿Como pudiste hacer me esto!? A todos!!, ¿En que estabas pensando!?- recriminó molesto a Lois.
Tome los brazos de Malcolm para que se relajará, yo también estaba sorprendida pero no era momento para echar culpas a nadie.
La puerta se abrió y de ella entraron Francis y Piama- ¿Ya se fueron?, los saque tanto como pude pero $10 dólares no alcanzan para el mini Golf.- comentó Francis.
-¿Sabias de esto y no me dijiste?- preguntó molesto Malcolm a Francis
-¿Decirnos que?!-preguntó Dewey entrando.
Antes de responder una bocina se escuchó y Reese grito emocionado- Ya llegó!
-Mejor tomamos cinco minutos- opinó el que parecía ser el abogado de Ida.
-No le pago por descansar- comentó Ida.
El teléfono sonó y Hal se levantó de la mesa para atender la llamada.
-Mamá me hizo prometerle que no les diría nada, por alguna razón quería proteger a la abuela.- comentó Francis llegando casi junto a nosotros.
-¿Que tiene que ver con el embarazo de mamá?!- cuestionó Malcolm.
-¿Que?!- exclamó Francis
-¿Esta embarazada?!- preguntó Piama
-Noooooo!- grito Dewey haciendo berrinche.
Lois miró mal a Malcolm por haberlo dicho así tan abiertamente.
-¿Tendran otro hijo?, ¿Que les pasa?!, ¿No tienen suficientes problemas?!- se quejó Francis
-¿Como pueden hablar así?- cuestionó Lois- ¿Esa es su reacción con las buenas noticias?!, Es una bendición!- recalcó molesta
Pues era verdad un hijo era una bendición, y si lo vemos así, esta familia ya tenía muchas bendiciones.
-Debería darles vergüenza!- finalizó mirando a sus hijos.
-Pss! Tengo que hablar contigo- la llamo Hal con el teléfono en la mano.
-En serio Malcolm necesitó que te tranquilices- Murmuré y el solo viro los ojos.
Estaba mal, muy mal. Parecía que iba a llorar y gritar en cualquier momento.
*Bip* *Bip* *Bip*
Se escuchaba el típico sonido de cuando un camión esta en reversa.
-Tengo buenas noticias!- canturreo Reese entrando a la casa con una caja de regalo. - Como Todo mundo estaba deprimido en esta casa, estuve pensando: ¿Que hacer para poder animarlos?, Y se me ocurrió, era lo más obvió del mundo, Compre una piscina sobre puesta!.- exclamó feliz.
Ay Demonios Reese!
- Y lo mejor es, no van a tener que pagar la hasta dentro de seis meses!- comentó a sus padres quienes tenían literalmente la boca abierta.- Con bases para vasos- añadió dándo le la caja a Lois quién la tomó aún impresionada.- Y no me agradezcan solo a mí, Dewey me ayudó con la idea.- agregó señalando al pequeño.
-No es cierto!- exclamó Dewey defendiéndose.
-¿Ah?!- preguntó Reese, dio una mirada al lugar y noto a las personas extra en la casa- ¿Que ocurre?- preguntó confundido.
-Mamá esta embarazado!- respondió Malcolm
-Calla te!- Grito Lois a Malcolm
-¿Que?!- preguntó Reese mirando a su madre. - Que inconsciencia!, ¿No sabes lo peligroso que es tener un bebe y una piscina?!- se quejó Reese.
-Ya me hartaron!- nos grito Lois- Niños a su habitación ahora!- nos ordenó.
Malcolm sin esperar más me tomó de la mano y me llevó con el hacía la habitación.
-Y tú!, Saca ese camión de mi jardín!- escuché que dijo Lois mientras entraba al cuarto de los chicos.
(...)
-No puedo creer lo, otro bebe, Que locura!- se quejó Francis dando vueltas por la habitación.
-De por si no nos toca mucho de lo que nos dan- opinó Reese- ¿Ahora tenemos que dividirlo en cinco partes?- a completo.
-No se de que se quejan ustedes, mi único atributo era ser el más chico, ahora ni eso tendré.- se quejó Dewey
-¿Ninguno lo entiende?!- cuestionó Malcolm- Lo estan viendo a corto plazo, nos arruinaron toda la vida!, y yo si tenía potencial, Pude haber ido a la universidad!- se quejó molesto.
Todos tenían "buenos puntos", pero ¿Realmente se estaban comportando así de egoístas?!.
-Escuchen bien lo que dicen!- les recalque- Son unos egoístas!- me queje esta vez yo.
-En que bonita familia va a nacer este bebé.- opinó sarcástica Piama, concordando conmigo.
-Tenemos derecho a estar molestos!, nos quitaran todo!- aclaró- mientras que los recursos de esta familia serán para nuestro hermano!- se justificó.
¿Hermano?, todos lo miramos, por fin le habían llamado hermano.
-¿Hermano?- preguntó Dewey analizando la palabra.
(...)
Salimos de la habitación, por fin estaba satisfecha con el juicio de los hermanos Wilkerson.
-Mamá, Papá!- llamó la atención Reese.
Hal y Lois nos miraron.
-Queremos decirles que nos apena nuestra reacción con lo del bebé.- inició Reese.
-Si! Ya lo pensamos, Reese y yo compartiremos la cama- comentó Malcolm.
-Y yo dormire con el bebé, sera divertido tener barandales.- siguió Dewey.
-Yo les puedo dar $80 dolores extra al mes de lo que manda mi abuela.- opine, de por si mi padre enviaba dinero a Lois, o víveres, ya que la mayoría de veces comía las tres veces al día con ellos. Pero esta vez les daría algo extra, necesitan ayuda.
-Tal vez pueda enviarles $30 dólares a la semana.- se encogió de hombros Francis.
Hal y Lois se miraron, ambos tenían los ojos cristalizados. Oh Por favor no lloren!, me harían llorar también.
-Gracis Hijos!.
-¿Hola?!, Esta demanda no va a desaparecer con solo olvidarme!- exclamó Ida arruinando el momento.
El ruido del portafolio del abogado nos distrajo.
-¿Que esta haciendo?- preguntó Ida
-Me largo de aquí!, No tienen seguro, ¿Cree que aceptaré el 40% de esta ruina de vivienda?!- cuestionó el abogado.
-30% y Si!- opinó Ida.
-Voy a decirle algo- aclaró- Esta casa cabría en la cochera de mi casa, pero tendría que estacionar mi Porche en la calle!; no me importa echar inocentes a la calle pero no lo hago si no me pagan.- finalizó marchándose con aquella mujer.
Todos miramos a la abuela, al final su plan se había arruinado.
-Creo que ya me siento bien para viajar!- opinó fingiendo que no había pasado nada.
(...)
Sentada junto a Malcolm desayunando cereal, Reese y Dewey frente a nosotros. Francis y la abuela por fin se fueron, y todo volvió a la normalidad..... Bueno, no exactamente, Hal nos dijo que en el primer semestre del embarazó las mujeres se vuelven locas por las hormonas.
Di una cucharada más a mi cereal mientras Malcolm colocaba su mano en mi pierna, lo cuál ya se le hacia costumbre.
-Chicos!, Alguien olvidó tapar la pasta de dientes!!!- grito Hal corriendo hacía la puerta de la casa.
-Ahhhhh!- gritamos los cuatro para huir por direcciones diferentes.
....
Horannella