Karol Sevilla
Ash
Es lo unico que podía decir.
Toda mi familia partió sin mi cuándo les dije que llevaría a alguien y que iría con esa persona. Mi hermano sólo se rió, mi padre hizo un cuestionario el cuál ignore al igual que el que me hizo mi madre y pronto se fueron.
¡Y Ruggero aún no llegaba!
Cuándo tocaron el timbre me miré en el espejo de cuerpo completo y me sonreí a mi misma. Nose porqué hice eso. Me había puesto el vestido negro que solo consistía en ser ajustado y corto con solo dos tiras finas en los hombros.
-¿Ruggero?-Pregunté antes de abrir
-Si, soy yo.- Escuche del otro lado y abrí la puerta
-¡Voy a matarte! Son las ocho y cuarto Ruggero, llegaremos tarde, Dios. Llamare un Taxi. -Trate de ignorar lo guapo que se veía y ser conciente del momento.
-Tengo mi auto. -Corto rápido y lo miré sería
-¿Y porque no lo decías antes?- Bufe tomando mi pequeño bolso para irnos.
-Como te pones con la impuntualidad.- Murmuro saliendo de la casa. Cerre la puerta con llave y seguí por detrás a Ruggero, solo se escuchaba el ruido de mis zapatos golpeando y mis bufidos-¿Puedes parar? Eres insoportable mujer. - Rode mis ojos y vi que prendió las luces del auto y un sonidito se escuchó. Rodeo el auto y nisiquiera me abrio la puerta.
-Te dije que a las 8pm y ya es tarde, empezaran sin mi.- Hice trompa con los labios y me abrí yo sola la puerta de copiloto para luego sentarme.
-Dime la dirección.- Bufo
Le pase la dirección y apenas arrancó hablé.
-¿Y porque llegaste tarde?-Lo mire de reojo mientras trataba de bajar un poco más mi vestido que parecía muchísimo más corto cuándo me sentaba.
-Problemas personales.- Rode mis ojos
Lo mire como iba vestido, una camisa blanca que le quedaba tan perfecta, se podían ver algunos de sus tatuajes a través de la camisa, tenía un pantalón azul noche ajustado y no logré ver si tenía zapatos, pero su pelo iba algo humedo por lo que veía y su perfume estaba impregnado en mis fosas nasales.
-¿Porque hay que ir tan elegantes a una cena familiar?-Bufó molesto
-Porque mi familia es así, ya los conoces.- Lo último lo dije sin pensarlo pero era cierto, el conocía a mi familia recuerdo que fue a la cena ésta bastantes veces.
-¿La tia Sharon sigue viva?- Solto de la nada y yo reí.
-Si, claro- El se encogió en hombros.
-¿Tuvo más hijos?-
-Si, a Luca este año.- El abrio sus ojos grandes sin quitar la vista del camino
-¿Este año? ¿No tiene como 50?- Solte una carcajada.
-Claro que no, tiene 37- El sonrio haciendo que un hoyuelo se le forme en la mejilla.
-Deja de mirarme así- Bufe y me cruce de brazos
-¿Que hay de tu madre? ¿Porque le mentiste sobre nosotros?- Ataque
-Por qué ninguna madre quiere saber que su hijo solo tiene malas influencias en su vida y que no recuperó la amistad que tanto insistió en que recuperara.- Aclaró finalmente y asenti concordando mentalmente con su madre
-Mmm entiendo.-
-¿Y ahora fingimos ser novios o como es la cosa?- Suspire
-Si, digamos como que estamos empezando a salir- Me encogi en hombros.
-Okey, novia.- Mi estomago comenzo a hacer cosas raras dentro mío que no pude decifrar y lo miré.
-No me llames así.-
-¿Tampoco nos besamos? porque eso hacen los novios- Rode mis ojos
-Nadie besa a su novio frente de toda su familia.- Dije obvia y era verdad, mis primas jamás habían besado a su pareja en plena comida o cosas por el estilo
-Okey. - Solto una risita y paró en un semaforo para por fin verme desde que nos sentamos en el auto
-¿Qué?-Lo mire con cara de pocos amigos
-Como un poco más me sacaste a patadas de tú casa no tuve tiempo de decirte que por fin te vez como una chica. -Rode mis ojos
-Idiota- Seguí cruzada de brazos y note su mirada nuevamente en mis pechos como la noche anterior- ¡Ya deja de mirar mis pechos!-Exclame y el río
El camino siguió en silencio y luego de quince minutos llegamos.
-Ahora llamaremos la atencion por llegar tarde. - Bufe caminando apurada a la entrada y toque el timbre. Derrepente y de sorpresa sentí su precencia detrás y muy cerca mío, sus manos llegaron a mis muslos y con un movimiento rápido bajo mi vestido del cuál no me di cuenta que se había subido.
Mi respiración se había cortado y me puse nerviosa pero para mi salvacion abrieron la puerta.
-¡Karol!- Exclamó mi prima Jazmin sonriendome con tanta felicidad.
-Hola- Di un paso y la abrace fuerte, siempre habíamos sido muy unidas y teníamos un gran cariño entre ambas. No nos veíamos mucho ya porque ella trabajaba ya que era 4 años mayor que yo y los unicos días que nos veíamos eran estos.
-Hola, soy Jazmin.- Mi prima se presentó a Ruggero quién tomo su mano y la estrecho mostrando una sonrisa
-El es Ruggero, estamos saliendo.- Le conté pero algún día le diría la verdad, luego de esto no se verían nunca más.
-Un placer.- Dijo Ruggero.
-Vengan.- Mi prima nos guío a donde se escuchaba un gran alboroto. Cuándo llegamos todos callaron, gracias Ruggero.
-Voy a matarte.- Susurre asegurandome que solo lo escuche el
-Muñeca, solo camina.- Contesto de igual forma y lo mire con cara de pocos amigos.
-¡Hola!- Le sonreí a todos animosamente y falsamente por supuesto.
Caminé a los dos asientos libres entre mi prima y desgraciadamente mi hermano.
Todos siguieron en lo suyo y yo me sente al lado de mi hermano y Ruggero del lado de mi prima.
-¿En serio? ¿Ruggero?-Habló mi hermano y rode mis ojos.
-Cállate.- Dije molesta.
-Deja a tu hermana tranquila. - Lo reto mi madre a su lado. Mi hermano no trajo ninguna chica por el echo de que nadie desconfiaba de su heterosexualidad, todos sabían sobre que mi hermano era un mujeriego.
-Después me explicas.- Mi padre asomo la cabeza y suspire para mirar a Ruggero.
-¿Me sirves?-Me tiré en mi silla hacía atrás y el subio una ceja.
-No soy tu sirviente, sirvete tú.- Rode mis ojos
-Que poco caballero.
Me levante de mi silla y comence a servirme del banquete que había frente mío.
-¿El vestido no podía ser más corto no hermanita?- Mi hermano se burló de mi. En cualquier momento me tiraría sobre el para ahorcarlo.
-Mamá- Dije entre dientes para que calle a su estúpido hijo.
-Está usando el vestido que le regale, déjala.- Mi mamá volvió a retarlo
Al segundo sentí a Ruggero pararse a mi lado y comenzara servirse. Frente a mi vi a mis tías con sus esposos que nos miraban con una cara que insinuaba "Que orgullosa estoy" , claro jamás tuve novio y traje a Ruggero que parece un modelo o bueno, alguien infiltrado en el negocio de las drogas, nose como creían que estaba con alguien así, era imposible creerlo pero ellas lo hacían y me lanzaban miradas pervertidas.
Terminé de servirme y me senté mientras Ruggero seguía con lo suyo.
-Tss.- Mire a mi prima y su novio, al lado suyo me hizo un pulgar arriba como dandome la aprobación y eso me hizo reír. Literal hablabamos con el trasero de Ruggero frente nuestro.
-En una hora me voy.- Dijo Adam apenas se sento y suspire
-Okey.- Conteste
No me interesaban sus asuntos, si se iba a ir bien por el y por mi que seguramente apenas salga el de aquí me atoren con preguntas a las cuáles obviamente mentire y la semana que viene les contaré que le terminé y nadie se acordara de el.
-¿Y dónde se conocieron?-Preguntó mi tia Ilda
Justo cuándo con Ruggero nos miramos y sabíamos que meteríamos la pata nos interrumpieron.
-¡Karol!- Mi tia Sharon venía tan diosa como siempre en esos tacos gigantes caminando con mi primito Luca en brazos. Me levante de la mesa con una sonrisa enorme.
Corrí mi silla y me acerqué a ella a quién abrace sin apretar mucho a Luca.
-¿Como estás?-Me preguntó con una sonrisa encantadora.
-Genial. Luca, ven-Estire mis brazos al niño de casi un año. El bebe estiró sus brazos conmigo y yo gustosa lo tomé.
-¿Te quedas con el?
Ya era tarde para decir que no.
-Claro.- Asiento y volvi a mi silla con Luca en brazos. -¿Tienes hambre?-Dije y bese su cabecita suavemente
-¿Los bebes pueden comer esto ahora?-Me preguntó Ruggero y senté al bebe en mis piernas. Ruggero no sacaba la vista del niño y luego la dirigió a mi.
-Supongo que la papa no les hace mal.- Murmure
-Claro- Se encogió en hombros y siguió su comida
Le di un poco a Luca de comer y cuándo vi que ya había terminado, me agarró hambre a mi.
-Ruggero, ¿Puedes tenerlo un segundo?-Sin dejar que Ruggero pueda hablar le puse al bebé en las piernas. El me miró mal pero se encargo de acomodar bien al bebé quien solo lo miraba como diciendo no eres real. Amigo, todos pensabamos eso.
Comí lo más rápido posible y chequeando que el bebé este bien.
Entre charlas y muchas pregutas incómodas a Ruggero y a mi llego la hora qué el tenía que irse.
-Debo irme.- Asiento
-Te acompaño a la puerta.- Me levante (aún con Luca en brazos) y ambos caminamos a la puerta, eramos más de 40 personas en una mesa, casi nadie se percato de nuestra ausencia.
-Bueno, supongo que mi parte esta pagada.- Habló ya del lado de afuera de la casa y yo apoyada en el marmol. Luca al parecer con sueño apoyó su cabeza en mi pecho al igual que sus manos.- Hey, amigo, el sueño de muchos.- Se rió y yo sonreí
-No la pase tan mal, gracias- Le dije
-¿Que le diras a tu familia? Osea, que rompimos, ¿Cuál sera la historia?- Yo sonreí.
-Pues, seguramente les dire que me aburrí de ti.- El solto una carcajada.
-Querida, nadie te creera eso.- Rode mis ojos
-Adiós, Ruggero- Saludé.
-Adiós..-
-¡Aquí estabas! ¡Mira quién llegó!- Abrí mis ojos como platos al ver a mi tía Sharon con nada más ni nada menos que el chico que siempre me gusto en mi adolecencia y luego rompió mi corazón diciéndome que el no gustaba de mi. Santino me miro incómodo y yo a el.
-Justo me iba.- Pude sentir la mirada de Ruggero sobre mi ahora- Ten, adiós cariño.-Bese la cabeza de Luca y se lo entregue a mi tia que no entendía nada.
-¿Que?-Susurro.
-Ruggero y yo tenemos algo que hacer, saludame a los demás.- Empecé a empujar a Ruggero afuera de la casa y yo junto con el.
-¿A dónde crees que vas?- Preguntó Ruggero una vez que mi tía cerró la puerta de la casa y ambos empezamos a caminar por la cera.
-¿Yo? A mi casa.- Pare de caminar y me apoye en su hombro para sacar mis zapatos que me hacian doler los pies.
-Te llevo.- Dijo una vez que vio que mi rumbo no iba hacia su auto.
-No, tu tienes tus cosas, no te preocupes.- Comence a caminar
-No dejare que te vayas sola hasta tu casa caminando o en taxi vestida así cuándo yo puedo llevarte.- Bufe- Ademas hay 15 minutos en auto, ¿Piensas caminar mucho más que eso?- Me cruce de brazos mirándolo
-Bien.- Ambos caminamos a su auto y una vez adentro, cuando el estaba por arrancar su celular sonó.
Por el gran silencio que había en el auto podía escuchar la conversación entera.
-Espero que ya estes llegando porque se adelanto la pelea y te necesito.- La vos de un hombre se escucho y Ruggero arrugo el seño llevandose su mano a la cabeza.
-¿Cuanto tiempo tengo?
-Menos de diez minutos.- Mordi mi labio nerviosa. No quería entrar ahí adentro y tampoco quería ir a dónde sea que vaya Ruggero, solo quería ir a mi casa.
-Te veo ahí.- Y cortó
-Bien, mejor me iré. -Estaba por abrir la puerta pero su mano se interpuso y me miró
-Vienes conmigo, no tardará mucho.- trabó las puertas y rode mis ojos cruzandome de brazos
-Ruggero, no quiero ir a ningun lugar que no sea mi casa.
-Solo sera media hora y vamos a tu casa.- Arranco el auto.
-Oye. -Exclame al ver a la velocidad que iba, no me molestaba aveces un poco de velocidad pero cuándo era en exceso me ponía un tanto nerviosa.- No es como que quiera morir aquí contigo.- Me agarre de mi asiento
-Escuchame, cuándo lleguemos, no quiero que hables con nadie, te vayas con nadie, no quiero que tomes bebidas de extraños ni nada. ¿Okey?-Nisiquiera me miro, solo manejaba como loco por la calle y por suerte no había autos aún
-Ash.- dije molesta- Okey- Me removi en mi asiento y me di cuenta como estaba vestida- Oye, ¿A qué lugar vamos? -Le pregunte
-Ya verás.
-Pero tengo este vestido corto, necesito saber si es para la ocación.- Rodo sus ojos
-Sea o no sea no tienes otra cosa que ponerte- Apoye mi cabeza hacia atrás.
-Te esperare en el auto, ni creas que iré a donde sea que vayamos.
Seguro me llevaría a algun lugar de venta de drogas o a ver a alguna de sus chicas secuestradas... bueno, eso último lo digo en broma pero igual, todo se puede esperar de Ruggero. Había rumores hasta de que había matado a alguien.
Obvio no creo nada de eso pero estaba nerviosa.
-Ni creas, es más peligroso afuera que adentro.
¿A dónde carajos me llevaba este hombre?
Empecé a ver como nos alejabamos de la ciudad al parecer, ibamos en medio del descampado, hasta me daba miedo mirar y que me aparezca algo.
-¿Me trajiste aquí para matarme? -Pregunté y escuche su risita
-Tranquila, ya casi llegamos.- Y dos minutos más tarde paramos en medio del descampado pero ahora, había como una especie de bar y ahí se podia ver desde afuera a los guardias de seguridad.
Me coloque los zapatos y baje junto con Ruggero del auto.
-¿Que hay, Ruggero?- Uno de los guardias sin chistar abrió la puerta.
-Genial.- Se dio vuelta y me miró- Viene conmigo.- Los otros dos asintieron mirandome de arriba abajo con una sonrisa. Sentía que de aquí, no iba a salir bien.
Cuando entramos se podía sentir el olor a las drogas, había alcohol por todos lados y sobre todo había muchos hombres, demaciados. Creo que solamente había 5 mujeres que alcancé a ver porque Ruggero me arrastro hasta un lugar donde parecían habitaciones apartes pero no lo eran porque había hombres tambien solo que muchisimo menos y todos en ropa interior.
Ay por Dios.
Me entraron ganas de llorar, sentía que mis piernas temblaban.
-¿Ruggero donde estamos? -Ruggero me miró y creo que se percató de mis pensamientos que por primera vez no se burló ni nada solo miro a los demás.
-Salgan, ahora.- Su voz sonó muchisimo más dura de cuándo estabamos juntos que hasta un poco más y me asustaba
-¿Dónde estamos?- Repetí
-En un lugar parecido al infierno.
.
.
.
.
.
Hola! Cómo estáis? Yo bien, aquí publicando el segundo capítulo de esta historia.
Dónde creen que están Ruggero y Karol?
Porque dice Ruggero que es un lugar parecido al infierno?
Que hacían en este lugar?
Espero tus conclusiones en los comentarios.
Quiero hacer un anuncio. Esta novela será actualizada a cada tres días porque los capítulos son largos y no tiene muchos capítulos.
Espero que les haya gustado el capítulo.
Nos leemos.
Besos, Miha 💕