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Louis se siente tonto.
Se siente increíblemente tonto, y también extrañamente... caliente.
Niall se ríe histéricamente, con lágrimas en los ojos, mientras se ahoga, "Tienes que comprar eso, Tommo. No voy a dejar que te vayas sin él."
"Niall, estoy vestido de mujer," Louis dice inexpresivamente.
"¡Lo sé!" Niall chilla, y su risa maníaca se intensifica, "pero eres una mujer muy, muy en forma, lo juro."
"Ningún otro hombre en esa fiesta estará vestido de mujer," argumenta Louis, estirando el conjunto de leotardo que sin duda hace que su trasero se vea bastante fantástico, "Creo que voy a ir por el sexy atuendo de policía con los pantalones cortos azules que me probé antes."
También hacen que su trasero se vea bien, solo que de una manera menos femenina y sin volados rosados.
"Esa es..." Niall comienza, secándose una lágrima perdida, "Esa es probablemente una opción más segura."
"Sin embargo, hazme una foto para la posteridad," pide Louis, dando vueltas con gracia y encogiéndose cuando el maillot comienza a amontonarse en los lugares equivocados.
Niall se ríe de nuevo, tomando algunas fotos con su teléfono móvil y declarando que Louis es la bailarina más elegante de toda Gran Bretaña.
Después de regresar de los probadores sin tutú, Louis y Niall se dirigen a la caja.
"Veo que te has ido por el piloto sexy," comenta Louis, asintiendo con la cabeza hacia el mono verde y los aviadores falsos arrojados en la canasta de Niall, "Elección fuerte."
"Gracias," Niall responde con seriedad, "Siempre he querido volar."
"Siempre has querido unirte al Mile High Club," bromea Louis, guiñando un ojo a la chica detrás de la caja registradora mientras los llama.
"Sí, eso también," dice Niall inexpresivo, poniendo los ojos en blanco.
Pagan y salen de la tienda, Louis saca su teléfono para comprobar la hora.
"Son las siete menos cuarto," afirma, tirando de su chaqueta cuando el sol ya ha comenzado a ponerse, "¿A qué hora comienza esto?"
"Creo que Zayn dijo en algún momento 'alrededor de las nueve," responde Niall, subiendo la cremallera de su sudadera y temblando un poco por la repentina caída de temperatura.
"¿Te apetece un bocado entonces?" Louis pregunta, señalando hacia un restaurante tailandés en la esquina.
"Como si me fuera a negar," responde Niall, sonriendo.
Minutos más tarde, están sentados en una cabina de laca roja llena de agujeros, con platos de curry humeante ante ellos.
"Entonces, ¿cómo estuvo tu semana?" Louis pregunta entre bocados de pollo y kaeng phet.
"Bien," responde Niall, con la boca llena de fideos, "Reservamos un dulce concierto con el primo de Ed en Manchester, así que estaremos viajando allí en unas dos semanas. Ah, y Harry le pidió a Josh que fuera su baterista en su gira por estadios en el Reino Unido el próximo verano. ¿Qué tan genial es eso?"
"¿Qué?" Louis pregunta, sorprendido, limpiando la salsa roja picante de la comisura de su boca.
"Aparentemente, la esposa de su baterista está embarazada y esperan el bebé para mediados de junio," explica Niall, sorbiendo su sopa de fideos y tragando ruidosamente, "Harry obtuvo el número de Josh de Liam, mencionó lo impresionado que estaba con la batería de Josh en el concierto del pub y le ofreció el trabajo. Josh lo tomó por supuesto, no te preocupes; paga como no lo creerías."
"Eso es increíble," responde Louis, todavía estupefacto.
"¿No es eso divertido?" coincide Niall, terminando lo último de su sopa, "¡y todo es gracias a ti, amigo! No habría sucedido si no hubieras traído a Harry contigo."
Louis niega con la cabeza.
"Estoy seguro de que de alguna manera habría funcionado," asegura, "el destino está lejos de ser algo voluble."
"Hablando de un destino," dice Niall, moviendo las cejas, "¿qué tan emocionado estás de ver a tu alma gemela de nuevo esta noche?"
"Él no es mi alma gemela, Ni," afirma Louis, mirando al rubio que se ríe tontamente, "Apenas somos amigos."
"Me niego a creer eso," Niall responde definitivamente, tomando un largo sorbo de su té.
"Bueno, entonces me temo que estarás decepcionado."
Niall levanta una ceja en desafío, y luego sonríe suavemente como si supiera algo que Louis no sabe.
"No creo que lo vaya a estar."
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Para cuando llegan a la casa de Zayn en Mayfair, la fiesta ya está en pleno apogeo.
Hay grupos de chicas semidesnudas alrededor de la piscina del patio trasero e igualmente hombres vestidos que juegan al billar en el sótano. Les toma unos quince minutos localizar a Zayn, que está recostado lánguidamente en el sofá de la sala, con un porro entre los dedos.
Zayn parpadea como una lechuza ante el par mientras lo saludan, riendo a carcajadas por algo que una chica de cabello rosado con un disfraz de gato clásicamente poco original se inclina para susurrarle al oído.
"¡Louis! ¡Niall!" dice eventualmente. Su voz es lenta y almibarada, aunque no carece de entusiasmo.
"¡Una fiesta genial!" Niall aplaude, extendiendo la mano para pasar el porro de una chica rubia vestida de leopardo a la izquierda de Zayn.
"Oye," protesta, aunque sus ojos se posan completamente en Niall un momento después y parece cambiar de opinión.
Niall sonríe y se deja caer junto a ella, Zayn y Pink Kitty se acercan para dejar espacio al irlandés y su nueva amiga moteada. Louis simplemente pone los ojos en blanco y se dirige en busca de la cocina para tomar una bebida que tanto necesita.
Finalmente la encuentra unos cinco minutos más tarde después de subir y bajar dos tramos de escaleras antes de darse cuenta de que está ubicado en el mismo nivel que la sala de estar en la que comenzó. Mientras canta el pegadizo himno pop que suena a todo volumen en el sistema de sonido de alta tecnología y mezcla una bebida fuerte, agradable y afrutada, siente que una mano grande y desconocida le agarra el hombro.
Se da la vuelta rápidamente, esperando a algún borracho sórdido que busca pasar un buen rato, pero en cambio se encuentra cara a cara con Liam Payne...
... En un traje de Batman.
"Hola, Li," saluda Louis, terminando de mezclar su brebaje y volviendo a tapar el jugo de fruta y el ron, "¿La estás pasando bien?"
"No particularmente, no," responde Liam con irritación desde detrás de su máscara, mirando a través de la habitación a Zayn, que todavía está tendido sobre el sofá, entreteniendo a su grupo de cuatro o cinco mujeres escasamente vestidas.
Louis tararea con simpatía y luego se encoge de hombros. "¿Por qué no haces algo al respecto?"
"¿Cómo qué?" Pregunta Liam, con los ojos muy abiertos como Bambi.
"Reclámalo, Li," anima Louis, poniendo los ojos en blanco ante la aparente inocencia del profesor ruborizado, "Muéstrales a todos a quién pertenece, como, súbete a su regazo y bésate con él o algo así. Cristo, no lo sé."
"¿Sabes qué?" Liam dice en voz alta, todavía mirando al grupo de chicas risueñas que se acercan cada vez más a su propiedad, "Creo que lo haré."
Le arrebata la bebida de Louis de las manos, la bebe de una vez y cruza el lugar en tres pasos poderosos, agitando la capa de murciélago. La boca de Louis está abierta y sus ojos casi se le salen de la cabeza mientras observa a Liam empujar descortésmente a Chica Leopardo fuera del camino y colocarla en el regazo de Niall, subiéndose al sofá y montando a un Zayn Malik muy sorprendido, pero también muy drogado.
"¡Sí, Payno!" Louis aplaude cuando el maestro se quita la máscara e inclina la cabeza del chico de cabello oscuro hacia atrás para chupar una marca roja brillante justo debajo de su mandíbula.
Después de eso, todo comienza a tener un poco de clasificación para adultos y Louis tiene que apartar la mirada, prepararse una nueva bebida y tomar un sorbo muy largo.
Cuando se da la vuelta, el sofá está vacío, tanto Liam como Zayn y las otras cuatro chicas han desaparecido. Louis está bastante seguro de Liam no es tan fetichista, aunque no puede evitar tener la esperanza de que esos no sean sucesos relacionados. Niall se está poniendo juguetón con la chica leopardo en la esquina, sus aviadores de alguna manera han cambiado de dueño y sus peludas orejas están metidas en su rubio copete. El resto de los asistentes a la fiesta en este nivel están todos moliéndose en el medio del área alfombrada o holgazaneando sobre los muebles sobrantes que no están ocupados por dúos de caricias (¿o... tríos? Louis se da cuenta, y bebe el resto de su bebida con una mueca).
Suspira, mirando una vez más alrededor de la habitación y espiando una puerta corrediza de vidrio que conduce a lo que parece ser un gran balcón. La abre y sale, inmediatamente temblando por el frío viento de octubre. Hay una manta con estampado de cebra en uno de los sillones negros y él la agarra, envolviéndose con ella para combatir el frío. Se apoya en el borde del balcón y mira las luces de la ciudad, recordando su primera noche solo en Londres y lo pequeño e insignificante que se había sentido en ese momento, una persona rodeada por otras millones, su propio piso solo una pequeña luz entre las estrellas.
"¿No te gustan las orgías, entonces?" una voz familiar y ronca pregunta detrás de él.
Se da la vuelta y sonríe suavemente ante la imagen de Harry apoyado con indiferencia contra el marco de la puerta.
"¡Oye, cierra la puerta, idiota! ¡Hace mucho frío!" alguien grita desde adentro, y Harry se ríe torpemente, se pone de pie y la cierra de un tirón.
Cuando sale a la luz del balcón, Louis ve bien por primera vez el disfraz de la estrella del pop, y no es... mucha tela. Traga saliva, los ojos viajando por la mitad superior desnuda de Harry hasta donde sus muslos están cubiertos con un ajustado short de licra color melocotón. Está sosteniendo un dedo de espuma, su cabello recogido en dos moños en miniatura a cada lado de su cabeza. Parece un idiota, pero un idiota muy, muy caliente de todos modos.
"¿Miley Cyrus?" Louis adivina.
"And we can't stoooop," canta Harry en respuesta, y Louis tiene que amortiguar una risita con su estúpida manta de cebra. Observa cómo la estrella del pop mira su pequeño capullo con apreciación, castañeteando los dientes y los brazos envueltos alrededor de su torso en un esfuerzo inútil por calentarse.
"Ven aquí, idiota," dice Louis, finalmente, levantando un extremo de la manta y haciendo un gesto a Harry para que se una a él en el sillón, "Ese idiota allí dentro tiene razón. Está muy frío aquí."
Harry sonríe y se acurruca al lado de Louis mientras ambos se sientan, temblando cuando una ráfaga particularmente fría se abre paso a través del asiento del balcón.
"Policía sexy," observa Harry, mirando la gorra de policía de Louis y el polo azul oscuro, "Fuerte elección."
"Gracias," responde Louis, acurrucándose más cerca y envolviendo la manta con más fuerza alrededor de ambos, "Iba a venir como bailarina. El tutu estaba bien, pero el leotardo era un poco... eh... restrictivo."
Harry levanta una ceja. "Ni siquiera me hables de restringir," comenta, sacando una mano de debajo de la manta para hacer un gesto hacia su entrepierna, "No hay mucho espacio para respirar en este pequeño short."
Louis se ríe suavemente, murmurando "Tu elección, compañero," en la clavícula de Harry. Siente al chico más joven todavía debajo de él y se echa hacia atrás rápidamente, apoyando la cabeza contra el cojín de la silla con un suspiro.
Permanecen en silencio durante mucho tiempo después de eso; los únicos sonidos son sus respiraciones rítmicas y el tráfico en la calle de abajo.
"Te estás perdiendo la fiesta," dice Louis después de un rato, bajando la voz a un susurro, aunque son las únicas dos personas lo suficientemente tontas como para seguir afuera. Incluso los grupos reunidos alrededor de la piscina han dejado de hacerlo, prefiriendo el interior cálido y lleno de humo al frío de octubre.
"Tú también," susurra Harry después de un momento.
Louis se encoge de hombros contra él. "Eh, en realidad no es mi escena."
"Es una casa entera llena de modelos borrachos y miembros de la alta sociedad," responde Harry, "¿Qué es lo que no te puede gustar?"
"Dime, estrella del pop," dice Louis, acomodándose más contra el chico más joven mientras la temperatura sigue bajando, "¿No deberías estar allí encantando a las masas con tus hoyuelos y tu licra color melocotón?"
Puede sentir la risa de Harry a través de su pecho, retumbando. "Tampoco es mi escena," explica Harry después de un momento, "Es demasiado difícil recordar a quién odio abiertamente versus a quién he estado fingiendo que me agrada."
"Ah, sí, las problemáticas de los ricos y famosos," comenta Louis, sonriendo en el hombro de Harry.
"Tú también eres rico y famoso," responde Harry, "Solo que en secreto."
"No cuenta entonces," argumenta Louis, golpeando a Harry en el estómago.
Harry se ríe, alejando su mano y haciéndole cosquillas debajo de la axila.
"¡Me rindo! ¡Me rindo!" Louis llama sin aliento después de un momento de lucha.
Él mira hacia arriba justo cuando Harry se inclina hacia atrás victoriosamente con una sonrisa de suficiencia, susurra "¡Sorpresa!" y lanza un asalto total a dos manos en la barriga de la estrella del pop hasta que el chico más joven está suplicando piedad.
Louis cede, se deja caer de espaldas, respira con dificultad y mira hacia el cielo oscuro y sin nubes.
"¿Es estúpido si admito que te extrañé?" Harry dice después de un momento, tan bajo que Louis casi cree que se lo imagina.
"¿Es estúpido si admito que yo también te extrañé?" susurra en respuesta, el aliento saliendo en pequeñas bocanadas de condensación.
"Cinco días y estamos enamorados," bromea Harry.
Él está sonriendo; Louis puede decirlo, y le gusta que pueda.
"Voy a escribir eso en tu poema," dice Louis, luego se muerde el labio ante el desliz.
"¿Mi poema?" Harry pregunta emocionado, juntando sus manos con un deleite mal disimulado.
"Escribí sobre ti, sí," admite Louis, "la ansiedad por la separación y los escritores solitarios no se mezclan bien."
Anticipa la siguiente pregunta antes de que los labios de Harry se separen para hacerla.
"¿Puedo leerlo alguna vez?"
Louis niega levemente con la cabeza, pensando en la extraña intimidad que habían capturado las líneas, la forma en que se las había arreglado para traducir la chispa constante que fluía entre ellos en vastas extensiones de tinta, llenando página tras página de su pequeño diario maltrecho. Fue demasiado fácil, se recuerda a sí mismo, escribir sobre ojos verdes y labios rojos y universos estúpidos donde conviven, donde es Navidad todo el tiempo. Y lo aterroriza, lo simple que sería entregar su corazón a alguien que nunca le devolvería el sentimiento, lo completamente tonto que sería buscar algo más en los grandes ojos verdes del chico más joven. Harry lo dejará pronto y lo sabe; pasará a la próxima cosa bonita que le llame la atención, alguien con cabello largo y rubio, grandes tetas y una sonrisa recatada... alguien que no va a ser Louis.
Pero todavía está demasiado apegado al chico que está a su lado como para rechazarlo por completo, por lo que dice, en cambio, "Quizás algún día, cuando esté terminado."
Harry sonríe de nuevo; odia poder decirlo.
"Siento lo de Margaret," es lo que dice la estrella del pop a continuación, y Louis suspira contra él, recordando su desagradable encuentro con la malvada bruja de las relaciones públicas.
"No pensé que volverías a hablarme, después de todo eso," continúa Harry, su voz pequeña e insegura, "Como dije, ser mi amigo es difícil y—"
"Harry, cállate por favor," Louis interrumpe, poniendo los ojos en blanco, "¿Es muy probable que esa mujer conspire para asesinarme a sangre fría? Sí, absolutamente. De hecho, probablemente haya un francotirador encaramado en el techo de al lado."
Harry lo golpea juguetonamente, siseando: "¡No hables así, Lou!"
"Pero ella no me asustó, ¿verdad?" termina, mirando a Harry a los ojos, "Estoy aquí, congelando mi trasero a tu lado debajo de una manta con estampado de cebra francamente de mal gusto."
"Le dije a Zayn que era cursi," responde Harry, riendo, "¡pero al menos es cálida!"
"El único calor que se genera aquí abajo proviene de ti," responde Louis, "Eres como un horno humano de verdad, Styles."
"De nada," dice Harry amablemente, frotando sus rizos contra la mejilla de Louis y ronroneando ruidosamente.
"Muy bien, Hombre-Gato," resopla, "Volvamos adentro, ¿de acuerdo? No puedo sentir mis pies."
Le da la vuelta a la manta y se levanta de un salto, extendiendo la mano para ayudar a Harry a ponerse de pie. Juntos, abren la puerta corrediza de vidrio y regresan a la sala de estar, donde la mayoría de las parejas se han desmayado juntas, se han ido a casa o se han mudado a un dormitorio vacío en otro lugar de la enorme casa.
"Parece que se está acabando," comenta Harry, haciendo una mueca cuando su pie descalzo aplasta un vaso de plástico desechado.
"Ew, pie con cerveza," murmura sombríamente, frunciendo el ceño y sacudiendo su pie sucio con un puchero exagerado.
La pequeña muestra de desaprobación como la de un niño pequeño tiene a Louis riendo una vez más, estabilizándose contra el brazo del chico más alto.
"Te extrañé mucho, mucho," susurra Louis, todavía sorprendido de lo rápido que han vuelto a sincronizarse el uno con el otro; es como si nunca se hubiesen detenido.
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(Como si el destino pudiera realmente mantenerlos separados por mucho tiempo; como si el destino pudiera soportar impedir que se reencuentren una y otra vez, en cada vida, en cada universo, trascendiendo el tiempo y el espacio. Cada historia es diferente, y sin embargo, siguen siendo muy parecidas: son amebas, dinosaurios, gladiadores, príncipes, soldados... una estrella del pop y un poeta, tal vez.
Son las primeras estrellas binarias; órbitas desesperadas, eternamente entrelazadas.)
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Louis todavía no está seguro de cómo los días han pasado tan rápido, pero, de alguna manera, pasan volando en un borrón de naranjas y rojos que se desvanecen en grises y azules apagados.
Harry pasa por la tienda tan a menudo como puede; sin embargo, entre grabar su nuevo álbum y ofrecer su opinión sobre todo tipo de complicadas logísticas de gira, está bastante abrumado. Terminan enviándose mensajes de texto de ida y vuelta con más frecuencia de lo que se ven, pero está bien. A Harry le encantan los emojis, porque es un niño, y siempre se divierte ridículamente cuando Louis usa combinaciones oscuras para deletrear sus propias letras.
(Louis puede o no pasar un día entero descargando accidentalmente todos los álbumes de Harry Styles, incluso los EP originales realmente oscuros y un single particularmente espantoso de White Eskimo, y después de varios días de escuchar sin parar, se encuentra moviéndose en su asiento mientras escribe, haciendo golpecitos al ritmo de 'Little Things'. Debería estar avergonzado, pero no lo está; en realidad, es un poco ridículamente feliz).
Harry es una amenaza absoluta cuando él sí encuentra tiempo para visitarlo, reordenando las pilas de libros por color en lugar del autor y género porque 'Se ven más bonitos de esa manera, Lou' y entrando a escondidas a la 'Habitación de Colecciones raras' y siendo sorprendido frente manuscritos de la época renacentista y dejando horribles huellas en forma de nariz en el cristal. Roba la silla giratoria de Louis con la suficiente frecuencia como para que un día Louis se dé por vencido y le compre la suya, rosa fuerte y llamativa como el infierno. Harry está predeciblemente emocionado y pasa horas rodando de un lado a otro por la madera dura, dirigiendo a los clientes a sus obras favoritas mientras Louis sonríe y mira con cariño desde su lugar en su escritorio, pequeños fragmentos de la incesante conversación de Harry se abren paso en los márgenes de su segundo (¡segundo!) diario.
Son fotografiados juntos con bastante frecuencia, cada vez que salen a tomar una copa solos o a uno de los eventos sociales obligatorios de Harry a los que siempre lleva a Louis. Sobreviven a las horas de elegantes charlas triviales y aburridos presentadores ancianos burlándose de absolutamente todos y de todo, además de perfeccionar verdaderamente el arte de esculpir servilletas y cubiertos. Los medios de comunicación ignoran en su mayoría a Louis (por lo general lo etiquetan como 'amigo, 22' o simplemente 'Tomlinson') y, para su satisfacción, la benevolente 'Dama Dragón' Margaret Lancaster aparentemente no ve la necesidad de contactarlo nuevamente.
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Termina su colección dos meses antes de su fecha límite.
(También termina ese poema y finge que todavía se trata de su fallida relación con Aiden y no de los extraños nuevos sentimientos que hacen que su corazón palpite cada vez que mira los amplios ojos verdes de Harry).
Su editor está escéptico al principio, pero, cuando el manuscrito regresa de la oficina de edición con solo unos pocos comentarios sobre la organización y sin muchos errores en ningún otro lugar, se traga su orgullo y lo llama para felicitarlo por lo que seguramente será otro best seller aclamado por la crítica.
Se publica oficialmente un mes después, y las primeras copias llegan a las tiendas el 2 de diciembre. Tanto el público como los críticos elogian a 'William Sodi' por su hermosa y cruda interpretación del amor y la angustia, como siempre lo suelen hacer. Louis está contento, por supuesto, aunque todavía no se siente como él mismo; se siente un poco fraudulento, de verdad.
Harry lee la colección completa en un solo día, llora dieciséis veces (envía un mensaje de texto por cada lágrima) y es maravilloso y adorablemente cuidadoso en elogiar a 'Louis Tomlinson' cada vez que menciona uno de sus favoritos.
Deja que Harry lo lleve a una cena de celebración que termina siendo una gran fiesta sorpresa con todos sus amigos y familiares. Está nervioso e inquieto hasta que Harry explica que no les dijo por qué estaban celebrando, solo que era importante para Louis y que todos deberían estar allí (cómo Harry logró convencer a todos de que valdría la pena, no lo sabe, pero sonríe y le agradece con una ronda de shots que deja a la estrella del pop con los labios húmedos y risueños, y luciendo las mejillas rojas más bonitas que jamás haya visto). Louis casi lo besa en ese mismo momento, frente a todos, pero se ha vuelto bastante bueno reprimiéndose por la frecuencia con la que Harry parece hacerlo sentir de esta manera... Son mejores amigos, se recuerda a sí mismo, pensando en ese fatídico día en la oficina de la Sra. Lancaster.
(Están obligados contractualmente a serlo).
Le presenta a Harry a su madre esa noche.
Como era de esperar, Harry le quita los pantalones (aunque no literalmente, gracias a Dios) como lo ha hecho con todos los amigos y familiares de Louis, y ella deja que la haga girar por la pista de baile por un rato, riendo como si de repente tuviera veintitantos años otra vez.
Ella le dice a Louis más tarde, por teléfono, que no deje que Harry se escape; y él finge no estar triste porque no puede prometerle que no lo hará.
Harry se da cuenta de inmediato de que está molesto cuando hablan por Skype más adelante en la semana, y obliga a un Zayn gruñón y poco dispuesto a cubrirlo mientras se va justo en medio de una sesión de grabación para ir rápidamente al piso de Louis y consolarlo.
Pasaron esa noche sentados en el suelo con las piernas cruzadas, viendo repeticiones de Made in Chelsea y comiendo fajitas caseras en platos de papel (porque Harry es en realidad un cocinero bastante decente y se olvidó de mencionarlo hasta que Louis fue una vez a su casa y lo sorprendió bailando alrededor de su cocina blanca con un delantal verde con volados de los Green Bay Packers y poco más). Están rodeados de velas porque Harry proclama que es 'mucho más romántico' de esa manera, una declaración por la que Louis hace todo lo posible para no pasar demasiado tiempo pensando. Harry, como era de esperar, prende fuego la esquina de su plato en un punto, y chilla y se agita por la habitación hasta que Louis le arrebata el plato de la mano, riendo histéricamente, y arroja el disco en llamas al lavabo del baño.
(Ahora hay una pequeña marca de quemadura de color naranja en la porcelana blanca, pero a Louis no le importa. De hecho, ha llegado a apreciar tener una pequeña imperfección en su vida; después de todo, soporta a Harry Styles).
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Zayn y Liam están desagradablemente enamorados, y a Louis y Harry les gusta burlarse de ellos tan a menudo como sea posible.
Juegan un pequeño juego en las reuniones, manteniendo una cuidadosa puntuación de cosas estúpidas como la duración del contacto visual, la cantidad de mordidas de amor visibles, el nivel de erección calificado de 1 a 10, 1o siendo duro como una roca, me-voy-a-venir-en-mis-pantalones con un roce de tu mano, etc.
(Durante una cena particularmente incómoda en la casa de Liam, Louis se inclina y susurra un chiste aburrido sobre patos en el oído de Harry y el chico más joven se ríe tan fuerte que envía su vaso a través de la mesa y choca contra la entrepierna de Zayn con increíble precisión. Las mejillas del chico de pelo oscuro están sonrojadas por el color del vino tinto derramado mientras Liam se acerca casualmente para limpiarle sus... eh... regiones inferiores, con la servilleta en la mano.
"Diez," chilla Louis, usando su propia servilleta para secarse las lágrimas que ruedan por sus mejillas.
Harry boca abajo con la cabeza sobre la mesa, murmurando "¡Lo siento! ¡Perdón! ¡Lo siento mucho!" entre chillidos de risa.
Probablemente sea la mejor comida que Louis ha tenido y ni siquiera prueba su comida).
Zayn se da cuenta después de un tiempo, muy inteligente, y comienza a contraatacar señalando todas las formas en que los dos actúan como una pareja sin ser realmente una.
Esperan a que se le acaben las razones.
No lo hacen.
El juego se vuelve menos divertido después de eso.
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Harry tiene que perderse su cumpleaños, está haciendo promoción para el nuevo álbum en Suecia de todos los lugares, pero a Louis no le importa. Se comunican por Skype durante unas horas y Louis abre el regalo de Harry: un juego de seis diarios de Moleskine, cada uno con una foto diferente de los dos cosidas dentro de la portada.
Definitivamente no llora tanto.
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Pasa la Navidad y el Boxing Day con su familia en Doncaster, y se sorprende cuando llega y ve regalos de Navidad adicionales que no son de él apilados debajo del árbol.
"Harry los envió hace unos días," explican las gemelas al mismo tiempo, sonriendo enormemente con algunos dientes perdidos cada una.
"Es tan encantador, Boo," dice su madre, secándose los ojos. En ese momento, él le explicó que solo son mejores amigos y nada más, y aunque ella constantemente lo incita a hacer algo al respecto, está resignada a medias al hecho de que su hijo va a terminar como un viejo solitario con un piso lleno de gatos. "Encontrarás a alguien aún más encantador, cariño, estoy segura."
Él no tiene el corazón para estar en desacuerdo, solo deja que ella y Lottie, la mayor de las cuatro, jueguen con su cabello y lo interroguen sobre todos los atributos de su hombre perfecto.
Sólo miente poco, mencionando todo lo opuesto (rubio, bajo, de ojos azules, instrumentista en lugar de cantante) hasta que Lottie con entusiasmo sugiere que Niall podría ser 'el indicado' y él se cae del sofá riéndose hasta tener la cara azul.
Es agradable y todo, estar de vuelta con su familia, pero extraña a Harry más que a nada (y, en retrospectiva, eso probablemente debería haberle dado una pista).
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Pasa la víspera de Año Nuevo en un pub con Niall, Josh y Ed.
Harry está en Nueva York con una modelo estadounidense rubia de botella llamada Erin, viendo caer la pelota en Times Square con ella y todas sus amigas modelos.
(Aparentemente, los rumores que rodeaban la amistad de Harry y Louis habían cambiado lentamente a ser un poco menos sobre amistad, ya que Harry no había sido visto con una chica desde finales de septiembre... Y así, la estrella del pop fue enviada inmediata e inesperadamente a través del Atlántico la noche anterior, todo a discreción cuidadosa de la Sra. Margaret Lancaster).
Louis finge no estar terriblemente celoso bebiendo su peso en licor fuerte, es decir, hasta que el camarero lo interrumpe con un movimiento comprensivo de la cabeza y una mirada compasiva.
Louis no besa a nadie a medianoche, salvo el borde frío de su vaso.
Harry besa a Erin, y está pegado en la portada de todas las revistas a la mañana siguiente.
Los medios de comunicación estadounidenses están tan emocionados como siempre (titulares que gritan ''¡La modelo Erin Farley de VS desafortunada en el amor finalmente conoce a su príncipe perfecto!'') Y los chismes británicos dicen lo mismo, aunque tienen cuidado de inyectar 'estadounidense' en cada apositivo solo para indignar aún más a la población femenina adolescente del Reino Unido.
Margaret Lancaster está tan emocionada que mantiene a Harry en Nueva York por tres semanas más, enviándolo a él y a Erin a citas románticas por toda la ciudad.
Harry le envía mil millones de mensajes de texto al día sobre lo mucho que la odia, y cómo Erin es ruidosa y desagradable, pero no en el buen "estilo de Louis."
Louis los lee todos, pero no puede encontrar en sí mismo responder con nada más que respuestas desinteresadas, de una palabra, y a veces nada.
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Es 21 de enero, un martes, y afuera hace un poco de frío.
Louis sabe que es 21 de enero porque es la fecha en la que la que Harry tiene programado regresar.
No puede evitar dar vueltas por la tienda, cantar en voz alta y atender a cada cliente con una sonrisa genuinamente alegre. La mayoría de sus clientes habituales lo miran de manera extraña hasta que explica que Harry finalmente regresará a casa.
"Eso es lindo, cariño," dice la Sra. Beasley mientras paga, acariciando afectuosamente su mejilla, "Estoy segura de que tu novio estará muy feliz de verte."
Ella se da la vuelta para criticar a su hijo antes de que él pueda corregirla, con un graznido de pájaro que suena como "Henry James, ¡no toques eso! Esos libros son caros."
Henry es su hijo del medio detrás de George (el viajero mundial y coleccionista de libros) y Tom (director ejecutivo de alguna empresa en Japón), pero por delante de los tres más jóvenes (todos varones también). Tiene treinta y siete años, es banquero y vive en Chelsea con la Sra. Beasley (de quien está a cargo de cuidar), su hermosa esposa, tres hermosos hijos y una impresionante colección de trajes de diseñador. Sin embargo, la vieja chiflada tiende a olvidar que sus propios hijos son adultos y económicamente independientes, murmurando: "No recibirás ni un centavo de mí cuando finalmente me caiga muerta si continúas comportándote de esta manera."
Henry mira a Louis y pone los ojos en blanco, y Louis solo puede encogerse de hombros impotente a cambio.
Suspira en voz alta cuando la pareja sale, cierra la puerta detrás de ellos y voltea el letrero para poner 'CERRADO'.
Ordenando un poco la tienda, se siente cada vez más emocionado por el inminente regreso de Harry. Se supone que irán a un concierto masivo mañana por la noche de una de las bandas favoritas de Louis, Harry habiendo conseguido un par de entradas para los dos ubicados en la primera fila y en el centro.
A las nueve en punto, mientras está almacenando libros en el almacén trasero, la campanilla finalmente suena y un par de pasos pesados repiquetean sobre la madera.
Coloca la pila que está sosteniendo al azar en la mesa más cercana y corre hacia el vestíbulo principal, encontrándose cara a cara con un Harry Styles de aspecto cansado, pero aun sonriendo.
"Bienvenido de nuevo, estrella del pop," saluda en voz baja.
Harry solo se ríe y se lanza a sus brazos, hundiendo su rostro en el espacio entre el hombro y la mandíbula de Louis.
"Te extrañé," dice en la clavícula de Louis, "Te extrañé mucho, mucho."
"Quítate de encima, gran idiota," Louis refunfuña en respuesta, pero no hace ningún movimiento para apartar a Harry de él.
Ignora la forma en que no se ha sentido bien, como una persona completa, en las tres semanas que el chico más joven ha estado fuera; y cómo ahora, de repente, está completo
Piden comida, sacando almohadas del dormitorio de Louis para colocarlas en el suelo de la tienda. Harry le hace a Louis un trillón de preguntas sobre lo que ha estado haciendo, cómo va su escritura, en qué se han detenido los clientes, si notaron que faltaba Harry, etc., mientras se atiborran de cajas de arroz, fideos y verduras en salsa de soja.
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"Tres semanas fue mucho tiempo," susurra Harry esa noche mientras yacen, acurrucados juntos, en la cama de Louis demasiado pequeña para dos.
Louis se pone rígido contra él al pensar en el enorme agujero del tamaño del océano que los había separado de... lo que sea que tengan juntos. Cierra los ojos con fuerza y finge que su corazón no se rompe al sentir los desgarbados brazos de orangután de Harry envueltos alrededor de él, finge que será feliz volviendo a dormir solo la próxima vez que Margaret envíe a Harry a otro continente, o el próximo verano durante tres meses completos mientras su pequeño y encantador estrella del pop recorren Europa en un nuevo y reluciente autobús de tour. Su horario será mucho mejor sin Harry cerca, por supuesto; no más distracciones en la tienda, no más excusas para cerrar temprano para poder pasar por el sello discográfico y llevar a Harry a cenar... No más noches sentados viendo películas juntos y la indomable necesidad de alcanzar su diario cuando se despierta sobresaltado a las dos de la mañana y solo tiene que capturar la forma en que la luz de la luna acaricia la curvatura de la columna vertebral de Harry... Sí, preferiría dormir solo en su propia cama en su propio piso solitario que aplastado junto a esta horrible excusa grumosa de mejor amigo. Harry ronca y su piel es como un horno y acapara todas las mantas y... y Louis está tan, tan estúpidamente enamorado de él que le duele.
"Shh," susurra eventualmente, pasando sus dedos por los rizos de la estrella del pop. Los ha cortado y los ha peinado en un copete desde la última vez que lo vio, y Louis no está seguro de cómo se siente acerca de que el rasgo más famoso de Harry esté estilizado de esa manera. No es como si él fuera el dueño del cabello de Harry o algo así, es solo... en cierto modo odia la facilidad con la que todos los demás en la vida del chico pueden cambiar y moldearlo como les plazca.
"Estaremos bien, ¿no es así, Hazz?" pregunta, mirando al techo.
Su pecho se aprieta con anticipación, pero un ronquido profundo y retumbante es todo lo que obtiene en respuesta.
Suspira, pasando su mano libre a través de su flequillo esponjoso.
"Sí, por supuesto," dice en voz alta, respondiendo a su propia pregunta, "seguirás enamorando a todos tus adorables mujeres rubias, recorrerás el Reino Unido y Norteamérica el año siguiente, y seducirás a las masas como siempre lo haces, y yo..."
Él se apaga; sabiendo que mentirse a sí mismo no hará que la realidad de la situación duela menos al final. Pero es un alma torturada, ¿no es así? Justo como Liam le había dicho a Zayn todos esos meses atrás. Ha sobrevivido a esta angustia antes y puede hacerlo de nuevo (no importa que, por muy crudo que parezca, el dolor de perder a Harry es como el de perder a mil Aidens a la vez).
"Yo estaré bien sin ti."
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Harry ha estado saliendo con Erin durante un mes completo cuando llega su cumpleaños.
El management sugiere que vuele a unirse a ella en los Estados Unidos para una elegante fiesta para sus 21 en un club de América apropiado, pero Harry se niega, peleando en su lugar por una gran fiesta privada, en uno de sus lugares favoritos de Chelsea.
Louis está en el bar bebiendo tragos con Niall y Ed, riéndose de sus estúpidas bromas y haciendo todo lo posible por ignorar la forma en que Erin está a mitad de camino en el regazo de Harry en uno de los sofás en la esquina VIP.
Louis no está muy seguro de cómo sentirse acerca de la ágil modelo de cabello decolorado, ya que esta es la primera vez que comparte la vecindad con ella. Harry solo la menciona brevemente de pasada o cuando tienen planes juntos, e incluso entonces suele ser bastante vago y no descriptivo.
"Oh, volaré a Nueva York durante dos días para ver el desfile de Erin."
"Erin está en la ciudad para acompañarme al estreno de esa nueva película de Hugh Grant."
"No puedo salir esta noche, salgo a cenar con Erin."
Y así sucesivamente.
Nunca ha sentido nada más allá de un vago antagonismo hacia la chica (ella está saliendo con su mejor amigo de quien se acaba de dar cuenta que está enamorado, después de todo), excepto tal vez en la segunda noche luego de la vuelta de Harry cuando aparentemente se "olvidó" del boleto que compró para Louis y en su lugar llevó a Erin al concierto de The Fray.
Louis no habló con él durante tres días después de eso, e incluso entonces estaba más furioso con Harry que con la rubia despistada que le había enviado un mensaje de texto con una disculpa desde el teléfono de Harry tan pronto como se enteró de la razón detrás del abatimiento de la estrella del pop.
Zayn y Liam se habían visto obligados a intervenir en nombre de sus respectivas partes para preservar la dinámica del grupo dañado, recurriendo a encerrarlos a los dos solos en una habitación juntos hasta que ambos se gritaron sus quejas particulares el uno al otro lo suficiente como para finalmente conciliarse.
"Te ves miserable, amigo," comenta Niall perceptivamente, dándole una mirada pesada a pesar de que ya tomó tres pintas y quién sabe cuántos tragos en la noche, maldito irlandés.
"No creo que le hayas dicho una palabra a Harry desde que llegaste aquí," Ed observa, mirando hacia donde la mirada de Louis permanece fija en la estrella del pop y su novia, "Es su cumpleaños, sabes."
"Sí, gracias, lo sé," responde Louis con frialdad, "Parece que lo está disfrutando bastante bien sin mí."
"Todo lo que Ed y yo estamos tratando de decir es... simplemente no es muy de ustedes dos estar separados de esta manera," declara Niall simplemente, tomando otro trago largo de su pinta.
"Sí," Ed concuerda, "Es muy raro cuando no están colgando el uno del otro como, no sé, koalas o algo."
Niall se ríe alegremente, "¡Oye, buena esa, Sheerio! Me encanta una buena broma sobre koalas."
Chocan los cinco y Louis gime, murmurando: "No estoy lo suficientemente borracho para esto."
Continúa deprimido en el bar mientras Niall y Ed se dirigen a encontrar a Josh entre la multitud, Harry le pidió a la banda que tocara un breve set para su cumpleaños.
Harry se levanta unos minutos más tarde, Erin se aferra a su costado y sonríe alegremente con un ceñido vestido plateado, y dice algo fuerte e inteligible en el micrófono. La multitud de asistentes a la fiesta vitorea ensordecedoramente y las luces se encienden para brillar en el escenario principal donde se ha instalado la banda.
Niall grita algo igualmente fuerte, luego de su anuncio con un riff de guitarra chillón, y de repente todos están inundando la pista de baile, rebotando y agitando los puños al ritmo de una canción de The CAB.
Louis suspira y le pide al camarero otra pinta.
Está bebiendo lo que probablemente debería ser (pero no será) su última cerveza cuando una mancha plateada entra en su periferia.
"Hola," saluda una voz muy estadounidense, gritando para ser escuchada por encima de la música a todo volumen.
Él mira hacia arriba y se encuentra cara a cara con la mismísima novia, luciendo ciertamente radiante en plata, sus brillantes ojos azules parpadeando y su largo cabello rubio cayendo en cascada por su espalda en rizos sueltos.
"¿Crees que podríamos charlar un rato afuera?" Erin pregunta, y suena tan esperanzada y sincera que Louis solo suspira y asiente, levantando un dedo para que ella espere mientras él rápidamente toma el resto de su pinta. Se toma ese momento para pedir un shot azul eléctrico de aspecto aterrador, inclinándolo hacia atrás como una profesional y haciendo una mueca ante el sabor amargo. Louis asiente de nuevo una vez que está listo y salta de su taburete para seguirla entre la multitud y salir por una puerta lateral.
"Hola," vuelve a decir la modelo una vez que están afuera y solos. Ella está vestida solo con su vestido y tacones y Louis se mueve rápidamente para ofrecerle su chaqueta. (Puede que él no esté totalmente emocionado con la perspectiva de su existencia, pero que nadie diga que Louis Tomlinson es otra cosa que un caballero).
"Gracias," responde Erin, sonriendo, y tiene un hueco en los dientes que la hace parecer mucho menor de dieciocho años, y mierda, eso solo sirve para recordarle lo joven que es en realidad.
"Está jodidamente frío aquí fuera, Jesucristo," maldice, temblando mientras el viento sopla con fuerza por el callejón en el que están parados.
Louis levanta una ceja, evaluándola, porque ayer mismo E! News había publicado un especial sobre la pareja (Herin, repugnante) con nada más que sutilezas que decir sobre la dulce reputación de niña americana de la joven modelo...
Erin le muestra el dedo medio.
"Oye, ya detente con toda tu mierda de juicio silencioso, ¿de acuerdo?" ella dice, riendo, "Sé que me odias."
Louis abre la boca para protestar débilmente, pero ella levanta la mano y lo interrumpe.
"No discutas conmigo, cariño," comienza Erin, todavía sonriendo, y Louis definitivamente se ha perdido algo aquí.
"Muy bien, dejemos atrás todas estas posturas," continúa, rebotando un poco en un vano en un esfuerzo por generar calor corporal, "En primer lugar, ¿cuánto tiempo llevas enamorado de Harry?; y, en segundo lugar, y más importante, ¿por qué no has hecho una mierda al respecto?"
La mandíbula de Louis cuelga hacia el suelo mientras mira boquiabierto a la modelo adolescente sonriente que lo mira expectante.
"P-pero, eres... eres la novia de Harry," balbucea inteligentemente.
Erin se ríe de nuevo, el cabello rubio volteó sobre sus hombros temblorosos. Ella levanta un dedo, indicándole que espere, mientras se mete la mano en el escote y saca un paquete de cigarrillos.
"¿Tienes fuego?" le pregunta ella.
Louis simplemente la mira sin comprender, y ella pone los ojos en blanco, dándose vuelta para entrar y regresando un momento después sosteniendo un encendedor de plástico pellizcado entre las yemas de sus dedos, impecablemente cuidados y con joyas.
Coloca el cigarrillo entre los dientes, sostiene una llama en la punta y exhala un perfecto anillo de humo con un suspiro de alivio.
"Cariño, no soy la novia de Harry," dice después de un momento, tirando la colilla al suelo y aplastándolo con la punta de su taco aguja perfectamente puntiaguda, "Soy su barba."
Louis siente que podría desmayarse mientras su cerebro lucha por procesar este repentino flujo de información.
"¿Eres su barba?" pregunta, un poco histérico.
La modelo asiente.
"Y Harry es—"
"¿Tan gay como el 4 de julio?" Suministra Erin.
Louis simplemente asiente, aturdido.
"Síp," confirma, haciendo estallar la 'p' con un chasquido de sus labios manchados de rosa.
"Bueno, tal vez," continúa pensativa, "En realidad, no estoy totalmente al cien por ciento segura de eso. Todo lo que sé es que obviamente él no estaba interesado en mí."
Louis está bastante seguro de que así es como se siente un ataque de corazón. "¿Por qué me dices esto ahora?"
Erin suspira, se mete la mano en el vestido para sacar otro cigarrillo.
"Porque estoy cansada de interponerme entre ustedes dos," explica, con un cigarrillo entre los dientes, "Ambos son tan malditamente miserables cuando están separados, en realidad me dan ganas de vomitar. Además, no es que me esté beneficiando mucho de este acuerdo de todos modos. Soy un ángel de Victoria Secret, por el amor de Dios, no necesito la publicidad."
Louis sigue mirándola boquiabierto estúpidamente.
"Ve a buscar a tu hombre," insta Erin con voz aburrida, volviendo a poner los ojos en blanco y arrojando su último cigarrillo al contenedor de basura detrás de ella.
"¿Espera, a dónde vas?" Louis llama, mientras ella comienza a caminar por el callejón hacia la calle.
"¡A casa!" ella grita en respuesta, "Mierda, se siente bien decir eso."
Louis corre por el callejón para alcanzarla, agarrando el brazo delgado pero musculoso de la modelo justo cuando un taxi se detiene en la acera.
"Espera," dice, respirando con dificultad, "¿qué pasa con todo este asunto?"
"Oh," responde con ligereza, tirando de la puerta del taxi, "Voy a llamar a mi agente esta noche y pedirle que llame a ese demonio de mujer, Merriam Lobster o como sea que se llame, y negaré la renovación del contrato que se supone que sucederá mañana."
Louis asiente, tratando de mantenerse al día, mientras el tornado rubio entra en el taxi y cierra la puerta. Justo cuando se da la vuelta para comenzar a caminar de regreso al club, escucha su voz llamándolo por última vez. Gira de regreso a la calle y se ríe de la imagen de la adolescente saliendo por el techo corredizo, con ambos brazos en el aire con alegría.
"¡Dile a mi novio feliz mes aniversario!" grita alegremente y desaparece en el coche con un fuerte grito.
Louis se ríe, saludando mientras el taxi se incorpora al tráfico y desaparece en la esquina.
Pasa una mano a través de su flequillo, hundiéndose para sentarse en la acera y tratar de procesar todo lo que acaba de suceder desde que se aventuró a salir por primera vez con la aparente no-novia de su mejor amigo.
"¡Tommo, ahí estás!" una voz familiar llama no un momento después, y mira hacia arriba para ver a Niall mirándolo con una sonrisa salvaje.
"¿Qué diablos estás haciendo aquí sin un abrigo?" Niall pregunta, mirando sus brazos desnudos con desaprobación, "Te morirás de frío con este clima, comenzará a nevar y todo."
Louis mira hacia el cielo que de hecho se ha nublado y ha comenzado a producir pequeños copos blancos de precipitación. Es entonces cuando se da cuenta.
"Esa perra me robó la chaqueta," le grita a Niall, señalando la esquina de la calle ahora vacía.
"Wow, más despacio," advierte Niall, extendiendo sus manos para estabilizarlo, "Estás aún más enojado de lo que pensaba, amigo."
"No, no lo estoy, no lo estoy," protesta Louis, luchando contra él, "¡Erin estaba aquí y se fumó un par de cigarrillos que sacó de sus tetas y luego se subió a un taxi y gritó por el techo corredizo! ¡Y se llevó mi chaqueta!"
"Sí, claro, te creo," Niall interrumpe, guiándolo de regreso al club, "Ahora, date prisa o nos perderemos el set de Zayn."
"¿Zayn estará cantando?" Louis pregunta, sorprendido.
"Sí, claro," dice Niall, como si fuera obvio, "y Liam también."
Los ojos de Louis casi salen de su cráneo. "Estás bromeando."
Niall solo se ríe, asintiendo con la cabeza hacia el portero y arrastrándolo hacia adentro. Se abren paso entre la multitud hasta que están casi en la parte delantera del escenario, y si Louis no se sentía abrumado por la noche ya, ciertamente no está preparado para la visión que tiene ante sí.
Ahora está completamente oscuro en el club, la única luz proviene de dos focos que brillan hacia abajo para iluminar un par de taburetes negros sobre el escenario. Ocupando uno de esos taburetes está Zayn Malik, vestido con los jeans negros más ajustados que Louis ha visto (aparte de los que Harry usa ocasionalmente) y una camiseta negra sin mangas con un escote tan bajo que cae mucho más allá del cabello oscuro de las clavículas del chico, sus pezones visibles a ambos lados de la tela finamente estirada. Louis traga saliva ante la vista, como está seguro de que el resto de la multitud ya lo ha hecho, y dirige su atención al segundo taburete donde su mejor amigo o, al menos, un hombre que se parece a su mejor amigo está ajustando el soporte del micrófono frente a él.
En términos sencillos, Liam se ve jodidamente sexy. Está vestido con una camiseta negra ajustada, bíceps abultados y un par de jeans negros más holgados que, a pesar de un cinturón de cuero con tachuelas, están peligrosamente bajos en sus caderas. Un gorra verde y negra está torcida hacia atrás en su cabeza, lo que hace que la línea de la mandíbula parezca aún más angular y masculina. Louis estaba acostumbrado a ver a el maestro con el polo azul reglamentario de la escuela, pantalones caqui y tal vez una chaqueta en los días más fríos, pero este Liam aparentemente ha superado su creencia de que usar una corbata con rayas en lugar de un color sólido significa una 'salvaje elección de moda'.
Antes de que Louis pueda preguntarle a Niall qué diablos está pasando, Zayn está silenciando a la multitud con un movimiento de su mano y hablando por el micrófono frente a él, bajo y sensual.
"Soy Zayn y este es Liam," dice lentamente, presentando su acto, "y este es un cover de 'Trust Issues' de Drake."
La multitud está completamente en silencio mientras comienza la música, algunos compases de una melodía electrónica lenta y luego otro descanso silencioso. Louis siente que su corazón late una vez con fuerza en sus oídos antes de que caiga el bajo y luego Zayn abre la boca y produce un falsete angelical que hace que la población femenina del club se vuelva absolutamente loca. Todo el cuerpo de Louis está cubierto de piel de gallina y su boca está abierta mientras Liam toma el control un momento después, saltando de su taburete y agachándose, trazando el pie del micrófono hacia arriba con su pelvis... para la emoción de todas las mujeres en la habitación (y probablemente la mayoría de los hombres también). Zayn se acerca sigilosamente a él mientras armonizan, y los dos chicos comienzan a pegarse el uno al otro, las caderas rodando sensualmente al ritmo.
Niall está vitoreando en voz alta a su lado, pero Louis se niega rotundamente a creer que está viendo a dos de sus mejores amigos recrear una pornografía gay con clasificación X en el escenario frente a doscientas personas.
Empuja su camino de regreso a través de la multitud, tropezando un poco cuando todo el alcohol que ha consumido comienza a hacer efecto. Justo cuando se acerca a la barra, siente una mano agarrar su hombro y un cuerpo apretado contra su trasero.
"Hola," una voz reconocible le susurra al oído, y no puede evitar la forma en que todo su cuerpo parece estremecerse ante el contacto repentino.
"Estoy jodidamente borracho," dice Harry, y luego hace girar a Louis y lo lleva de regreso a la pista de baile, "y no te he visto en toda la noche."
"Estabas con Erin," explica Louis, un poco sin aliento, el corazón latiendo con fuerza al sentir las manos del chico más alto agarrando con fuerza sus caderas, "No... quería... molestarte."
"Ella rompió conmigo," dice Harry casualmente, sin sonar ni un poco molesto por este reciente desarrollo, "Por mensaje de texto, qué desalmada."
"Ella me dijo, ya sabes," responde Louis, estirando el cuello hacia arriba para encontrarse con los ojos de la estrella del pop, "sobre lo que realmente era para ti."
Harry levanta una ceja, pero elige no comentar. En cambio, se inclina hacia atrás, los labios contra la capa exterior de la oreja de Louis, y pregunta en voz baja, con la voz profunda y las palabras un poco arrastradas, "¿Bailas conmigo?"
Louis no puede evitar la forma en que mueve sus caderas hacia atrás contra Harry amablemente.
"Somos amigos, ¿verdad?" pregunta, presionando hacia atrás y rodando su cuerpo contra el chico más joven, leve y bromeando.
"Sí," exhala Harry.
"Está bien," responde Louis, y no importa en este momento que Harry no esté enamorado de él; no importa que haya tenido una novia falsa durante un mes sin decirle nada a Louis; y especialmente no importa que cada toque que intercambien a partir de este momento significará mil veces más para Louis que para el chico detrás de él.
La multitud está gritando más fuerte a medida que la escena en el escenario ha comenzado a intensificarse.
"We don't have to keep running in these circles no more," canta Zayn.
"No more," repite Liam, con las manos apretadas en la camiseta sin mangas del chico de cabello oscuro.
Siguen con una serie de ejecuciones vocales increíblemente sensuales, haciéndose eco entre sí con miradas oscuras y hambrientas.
Trust issues.
Trust issues.
La música se desvanece cuando la audiencia ruge en aprobación, y Liam y Zayn bajan del escenario y se escabullen, probablemente a algún rincón apartado para complacerse el uno al otro.
Así que Louis está borracho y no le importa una mierda y Harry ya no tiene una novia modelo para evitar que se mueva contra la estrella del pop por completo ahora, gritando "A la mierda" mientras "Drunk in Love," de Beyoncé estalla en el club, el bajo golpeando tan embriagador como el alcohol que fluye por sus venas.
Why can't I keep my fingers off, baby?
I want you
Están uno encima del otro durante tres canciones más, antes de que él se impaciente demasiado como para soportar más la tensión sexual. Agarra la mano de Harry y lo empuja hacia el baño, abriendo de golpe la puerta de un cubículo y bloqueándola detrás de ellos. Harry lo mira, las pupilas dilatadas y oscuras por la excitación, y Louis está tan malditamente cansado de reprimir sus sentimientos que se pone de puntillas en un instante e inclina la barbilla hacia arriba para presionar sus labios contra los de Harry. La estrella del pop se sobresalta momentáneamente, los labios inmóviles, y Louis se preocupa por un momento de que Harry no esté lo suficientemente borracho como para querer esto tanto como él lo hace ahora mismo. Pero luego Harry gime hambriento y vuelve a encontrarse con él a mitad de camino, lamiendo torpemente su camino en la boca de Louis con renovado vigor.
Drunk in love
We be all night, love, love
"Maldita sea, maldita sea," maldice Louis, mientras la mano de Harry se desliza entre ellos, rozando su endurecida longitud.
"Quise esto por... por tanto tiempo, Lou," dice Harry, "No podía decírtelo, no pensaba que..."
"Shh," dice Louis, silenciándolo, porque realmente no está preocupado por los detalles en este momento, especialmente con la mano de Harry aún presionada entre ellos.
"Yo estaba—" Louis dice sin aliento, la voz ahogada en su garganta mientras Harry cae de rodillas frente a él (y esto es nuevo, esto es... mierda), "—muy bajo la impresión de que tú—" se apoya contra la pared, mordiéndose el labio para contener lo que seguramente habría sido un gemido vergonzosamente fuerte al sentir las manos estúpidamente masivas de Harry palmeando su polla a través de sus jeans.
"¿Qué cosa?" Harry dice, con la voz un poco más áspera de lo habitual, pero aun frustrantemente compuesta. Con el cierre de Louis ahora desabrochado, la estrella del pop se inclina hacia adelante para apoyar su boca con hambre sobre la polla de Louis a través de su ropa interior, dejando un gran círculo húmedo en el frente de sus calzoncillos. Louis pierde momentáneamente todas las funciones cerebrales adecuadas ante la idea de que solo ese delgado trozo de tela separa la boca pecadora de Harry de donde debería estar. Todavía está en un estupor cuando Harry se inclina sobre sus talones, usando sus pulgares para frotar círculos burlones justo debajo de la cintura.
"¿Lou?" dice inocentemente, sonriéndole a través de sus pestañas oscuras (el bastardo presumido). "¿Estabas diciendo algo?"
Louis toma una respiración profunda; Las burlas de Harry regresan con toda su fuerza en el momento en que comienza a hablar. "Estaba diciendo—maldita sea, Harry— tenía la impresión de que tú —maldita sea, deja de hacer eso y déjame hablar, pero espera, en realidad no—yo solo, ¿pensé que te gustaban las mujeres?"
Harry se encoge de hombros, tirando de los calzoncillos de Louis hasta las rodillas, su polla ya vergonzosamente dura se libera y golpea la mejilla del chico más joven. Louis hace una mueca al ver la cabeza hinchada porque, en serio, ¿desde cuándo la idea de una simple mamada lo ha transportado de regreso a sus virginales años de adolescencia?
"Sí," dice Harry, mirando la erección frente a él con apreciación, y Louis tarda un momento demasiado en darse cuenta de que está de acuerdo con su suposición anterior, "Simplemente me gusta mucho más esto."
Y con eso, la polla de Louis se ve envuelta en un glorioso calor húmedo que tiene a sus rodillas dobladas y a las estrellas nublando su visión. Su cabeza da vueltas ante la sensación de esos suaves labios acolchados que migran hacia arriba y hacia abajo en un ritmo deliciosamente irregular (y, por supuesto, el maestro de la danza Harry Styles, le daría mamadas frustrantemente fantásticas al ritmo de un tambor tocado por un niño de dos años con una olla y una cuchara de madera). Por supuesto, Louis todavía está al menos en un noventa y nueve por ciento seguro de que está soñando mientras sus manos se abren camino entre los gruesos rizos de la estrella del pop, que no están peinados esta noche, sino sueltos y enredados. Les da un tirón experimental, ganándose un zumbido apreciativo desde lo más profundo de la garganta del chico más joven, y se encuentra casi corriéndose en ese mismo momento al sentir las repentinas y complacidas vibraciones.
"Más fuerte," murmura Harry, deteniéndose por un momento para mirar hacia arriba suplicante, su voz profunda y ronca.
Es muy posible que Louis nunca haya estado más dispuesto a cumplir una petición en su vida mientras pasa sus dedos por los rizos más cortos y más cercanos al cuero cabelludo de Harry y tira.
Harry gime de nuevo y duplica su entusiasmo, sus mejillas hundidas están pintadas de un bonito rojo.
"Estamos en el baño sucio de un club y los dos estamos muy borrachos y nuestros amigos están afuera", dice Louis, "Esto está muy, muy mal."
Harry levanta una ceja, se sienta un poco para acariciar las bolas de Louis con su mano libre y dice "Estoy seguro en un noventa y nueve por ciento de que tu argumento es más débil que tu resistencia," sin quitar los labios de la cabeza. Louis lo mira, listo para discutir ese punto también, pero luego el chico más joven hace algo mágico con su lengua que hace que Louis se venga en su garganta en segundos y una mierda si eso no es vergonzoso... Siente sus mejillas enrojecer más por vergüenza que por la fuerza de su orgasmo, aunque este último fue injustamente alucinante.
"Hiciste trampa," dice, haciendo pucheros mientras se sube los pantalones y se los abrocha con torpes manos temblorosas.
Finge que es todo el alcohol que ha consumido lo que afecta su coordinación, y no el hecho de que su mejor amigo dolorosamente atractivo, aparentemente no tan heterosexual, simplemente le acaba de hacer una mamada.
"No lo hice," responde Harry, con la voz ronca y las pestañas húmedas.
"Obviamente has estado practicando," argumenta Louis, inclinándose hacia adelante de puntillas para presionar sus labios contra la línea de la mandíbula de la estrella del pop. "Son todos los plátanos que comes," dice con la boca contra la piel, sonriendo triunfalmente mientras Harry se estremece contra él, "disminuye tu reflejo nauseoso."
"Cállate," responde Harry, un poco sin aliento, "Solo admite que mis mamadas son las mejores."
"Nunca," Louis se niega, mientras se balancea sobre las puntas de sus pies para pellizcar la clavícula de Harry.
"Vamos, Lou," se queja el chico más joven, retorciéndose contra él, "Soy el rey de chupar pollas."
"No podría entregar mi título," responde Louis, alcanzando la palma de la mano para ver la erección de Harry presionada atentamente entre ellos, "tal vez tú puedas ser la reina, ¿eh?"
Harry abre la boca para protestar, pero es interrumpido por la puerta de los baños que se abre con un chirrido y una voz familiar resonando a través de los puestos.
"Escuchen, me encanta que finalmente hayan dejado de ignorar la atracción mutua que sienten el uno por el otro, de verdad, pero el resto de nosotros nos vamos en cinco," dice Zayn, claramente consciente de la razón de su doble desaparición. "Si tienen algún asunto que atender, tendrán que conseguir su propio transporte a casa. Está bien, sí, um cuídense y, y disfruten entonces... y uh ... Feliz cumpleaños, Haz."
"¡Tomaremos un taxi, gracias!" Harry grita en respuesta, la voz quebrada por su garganta maltratada.
Louis mira al chico frente a él, jadeando suavemente con las mejillas enrojecidas y las pupilas dilatadas, y toma una decisión muy mezquina.
"En realidad, creo que hemos terminado aquí," dice, apretando brevemente la dureza de la estrella del pop a través de sus jeans e ignorando la mirada de incredulidad que recibe a cambio.
"Venganza, cariño," susurra con un guiño y abre la puerta del cubículo para ver a Zayn de pie junto a los lavabos, claramente incómodo.
"¿Estás seguro de que no estoy interrumpiendo nada?" pregunta el pelinegro, mirando la ropa arrugada de Louis y Harry retorciéndose impaciente detrás de él.
"No," Louis responde definitivamente, lanzando otro guiño en la dirección de Harry, "Solo estaba coronándome Rey, es todo."
Harry, aunque parece estar a unos cinco segundos de correrse en sus pantalones, se ríe incontrolablemente y le da una palmada en la espalda a Louis, lo que, por supuesto también lo pone histérico porque, vamos, después de tres cervezas y diez chupitos con Niall todo es divertidísimo.
"Ustedes están jodidamente borrachos," comenta Zayn, poniendo los ojos en blanco.
"¡Es mi cumpleaños!" Harry responde, y él y Louis vitorean en voz alta.
El chico de cabello oscuro arruga la nariz cuando Louis agarra la mano de Harry y ayuda a salir del baño a la tonta excusa de una estrella del pop. Se las arreglan para encontrar el camino de regreso a la esquina VIP (donde se ha reunido el resto del grupo) con solo varios incidentes menores de rodillas probablemente magulladas en sillas fuera de lugar y tirando bebidas de las manos de las personas. Cuando llegan, el resto del grupo (Niall, la chica de cabello rosa de la fiesta de Halloween, eh, Perrie, Louis corrige y Josh y Liam) ya están recogiendo sus cosas, empacando bolsas y poniéndose abrigos de invierno para combatir el helado clima de febrero.
"Dios, joder," exclama Niall, el primero en poner los ojos en la pareja, "literalmente, lucen y huelen como si acabaran de salir de estar diez años conservados en tequila y semen."
Su tono es en parte disgustado e impresionado, y Louis no sabe cuál encuentra más perturbador.
"Odio esa palabra," comenta Liam, cambiando su gorra por el gorro de lana que le ofrece Zayn. "Semen," repite, haciendo una mueca, "Simplemente horrible."
"Yo-yo bebí diez años de semen, creo," dice Harry con orgullo, y Zayn se cubre la cara con las manos y gime.
Perrie tiene una mano con manicura rosa sobre su boca mientras lucha contra una risita, y Liam solo se ve avergonzado (como si no hubiera pasado quince minutos completos teniendo sexo vestido con Zayn en el escenario frente a una multitud de doscientas personas).
"Espero que se despierten por la mañana con una resaca tan grande que accedan a matarse el uno al otro simultáneamente para escapar del dolor," murmura Zayn sombríamente, pasando una mano por su pulido copete.
"Eso es encantador, Z," dice Harry, abrazándolo por la espalda y guiándolo hacia la salida, "¿Vamos?"
"Sí, ¿vamos?" Louis hace eco, enganchando su codo con el de Zayn, opuesto al lado al que Harry ya se había aferrado.
"No quiero ir a ningún lado con ustedes dos," se queja Zayn, pero se deja guiar a través de las puertas sin oponer resistencia.
Josh, siendo el conductor designado de la noche, se ofrece a dejar a Niall y Perrie. Zayn llama un taxi para él y Liam, y otro para Louis y Harry, y le da al taxista la dirección de la casa de Harry.
Lo último que recuerda Louis es que se derrumbó encima del chico más joven en el asiento trasero, cantando fuerte y desagradablemente esa nueva canción de Ke$ha.
"¡El mejor cumpleaños de todos!" Harry grita en un momento, bajando la ventana para anunciar su alegría a la multitud nocturna de Londres.
Incluso a través de su neblina de borrachera, Louis no puede evitar estar de acuerdo —sus pensamientos volviendo a los labios de Harry envueltos alrededor de él mientras gritaba en liberación— que fue una noche muy, muy bien aprovechada, de hecho.
︵‿︵‿୨♡୧‿︵‿︵
Louis se despierta a la mañana siguiente con un gemido, la cabeza palpitante y el estómago revuelto. Se tambalea un poco cuando se da cuenta de que la cama en la que está no es la suya.
Todo es blanco, desde las sábanas hasta el edredón y la almohada detrás de él.
Está en casa de Harry, entonces.
Todo vuelve a él en un instante: modelo rubia risueña, destellos plateados y humo de cigarrillo; Zayn y Liam armonizando, cuerpos entrelazados; y finalmente, Harry de rodillas, mejillas hundidas, labios rojos, ojos verdes...
"¿Harry?" grita, sentándose rápidamente y casi desmayándose ante el vértigo inmediato, "Hazz, ¿dónde estás?"
La puerta del dormitorio se abre un minuto después y entra la estrella del pop en persona, vestido con su delantal con volados de los Packers sobre una camiseta sencilla y bóxers y con dos platos humeantes de tocino, huevo frito y tostadas.
"¡Buen día!" saluda, sonriendo ampliamente, y Louis solo puede saludar débilmente en respuesta.
Harry se sube a la cama junto a él y le entrega un plato y un tenedor que acepta agradecido, inhalando el delicioso olor a mantequilla y grasa.
"También iba a hacer té," comenta Harry con pesar, y luego hace un gesto hacia la extensión de edredón blanco que los rodea, "pero eso parecía un poco arriesgado, considerando."
Louis asiente y se mete un gran bocado de huevo frito en la boca, masticando pensativamente.
"¿Cómo... cómo estuvo tu fiesta, entonces?" se aventura después de un momento, todavía sin estar seguro de si están evitando una discusión sobre los sucesos de anoche o si Harry simplemente siente que no necesitan una.
El chico más joven se ríe alegremente, pasando una mano por sus rizos enmarañados.
"Dios, me gustaría poder recordarla," dice, sonrojándose levemente, "aunque parece haber sido muy buena según los mensajes de texto que he estado recibiendo toda la mañana."
Louis lo mira sin comprender. "¿No recuerdas nada, como, en absoluto?" pregunta con escepticismo.
"Bueno, recuerdo que obviamente llegué al club," extrapola Harry entre bocados de tocino, "El resto es como un sueño borroso, y no estoy muy seguro de qué fue real y qué no."
"Tengo muchos apagones," admite, luciendo un poco avergonzado, "mezclar mis bebidas generalmente no termina bien para mí."
"¿Qué recuerdas, entonces?" Louis pregunta brevemente, esperando por todo el mundo que Harry no esté haciendo una de esas cosas de 'lo hice, lo lamento, fingiré que nunca sucedió'.
"¿Recuerdo haberme puesto un poco, ehh... toquetón contigo en la pista de baile?" Harry responde con cuidado, las mejillas de inmediato se tornan de un rojo brillante, "Por cierto, realmente siento mucho eso. Me pongo demasiado susceptible con la gente cuando se trata de vodka."
Louis suspira y se muerde el labio, conociendo a Harry lo suficientemente bien como para reconocer su vergüenza por ese recuerdo como completamente genuina. No hay forma de que la estrella del pop pueda estar mintiéndole en este punto, con Harry siendo el mentiroso de mierda que es.
"Sin embargo, me puse un poco juguetón con alguien," dice Harry con orgullo, bajándose la camiseta para revelar un gran moretón púrpura en el hueco entre el cuello y la clavícula. Está sonriendo ampliamente, todo dientes y hoyuelos, y Louis no puede hacer nada más que mirar su marca en el pecho de la estrella del pop y sentir que su corazón se rompe de nuevo.
"No fue Erin, sin embargo," continúa Harry, frunciendo el ceño, "Ella rompió conmigo y se fue temprano, aparentemente. Acabo de volver a leer el mensaje esta mañana."
"La vi irse anoche, sí," afirma Louis, su pecho apretándose ante la verdad a medias.
Ha escuchado en alguna parte que a veces las personas pueden ser provocadas por la mención de un evento y de repente lo recuerdan con asombrosa claridad. La palabra 'baño' cuelga de la punta de su lengua como una maldición imperdonable, pero se la traga.
(Como siempre hace con Harry, como lo ha hecho durante meses; trágatelo, no digas las palabras, no toques, no sientas).
Pero Harry tiene labios rojos y ojos verdes y es Navidad todo el tiempo; y ahora que Louis ha probado todo lo que se ha estado perdiendo, de repente se ha vuelto más egoísta que nunca.
"Harry, creo que tengo que irme," dice, apartando su plato, sin apetito, "no puedo... no puedo estar aquí contigo ahora mismo."
Harry solo le devuelve la mirada, confundido y un poco herido.
"Louis, ¿de qué estás hablando?"
"No te acuerdas y yo no puedo olvidar," responde, frotándose los ojos y las lágrimas amenazando con formarse allí, "No puedo olvidar, Harry. ¿No lo entiendes? No puedo estar contigo todo el tiempo y fingir que no estoy—"
Se interrumpe, saliendo de la cama y mirando salvajemente alrededor de la habitación.
"¿Como si no estuvieras qué?" Harry pregunta en voz baja, sonando tan, tan dolorosamente joven y Louis no puede mirarlo. Simplemente no puede.
"Dios, maldita sea, ¿dónde están mis zapatos?" Louis grita de repente, al borde de la histeria.
"Junto a la puerta principal," responde Harry, con una voz tan pequeña que es casi inaudible, "pero Lou, no lo entiendo. ¿A dónde vas?"
"Lejos de ti," Louis responde con frialdad.
Es tan jodidamente cruel, y él lo sabe, pero no puede... no puede dejar intacta ninguna pizca del vínculo entre ellos o no podrá irse, no podrá salir por esa puerta ahora mismo, para separarse del chico miserable frente a él, sentado entre plumas blancas y almohadas como un ángel, tan inocente y hermoso... Se quedaría al lado de Harry para siempre, un maldito masoquista estúpido, queriendo y queriendo todo de la eternidad, morir y renacer solo para querer de nuevo.
Es como si Harry fuera fuego, brillante y luminoso, y Louis es frío, es tan jodidamente frío, y existen juntos y existen separados, pero nunca pueden existir como uno solo.
Porque así son las cosas en este mundo, Louis sabe esto: una cosa orbita a otra, como los planetas orbitan alrededor del sol, y solo el tiempo y la debilidad pueden romper el vínculo entre ellos.
Y entonces intenta, con sus palabras, su única arma real, dañarlo lo mejor que puede.
Lejos de ti.
Entonces Harry es una estrella y Louis vive solo en un planeta, mirando el brillante resplandor en la distancia día tras día. La atracción lo mantiene a él y a su planeta ligados a su órbita, lo suficientemente cerca para ver brillar a Harry, pero demasiado lejos para cruzar el vacío sin aire del espacio entre ellos.
Y entonces la existencia de la gravedad no es más que una maldición; Louis tan pronto como puede escapar de Harry se convierte en parte de él. Y hay otros planetas más cercanos al suyo, acercándose ansiosamente cada vez más con la esperanza de que él se una a ellos en su lugar, pero no quiere un planeta tan fácil de conquistar, tan fácil de destruir. Quiere una estrella, quiere a Harry, y sabe que mientras esa luz lejana permanezca a la vista, eso es todo lo que querrá.
Y así está atrapado, de la misma manera que la luna está atrapada, porque no quiere la tierra que está debajo y encima de ella y en todos los lugares, y aun así no puede tener el sol.
Así son las cosas en este mundo, Louis lo sabe: todo dividido en dos categorías, lo que tiene y lo que nunca tendrá, y no se mezclan, no cambian.
No se necesitan muchas conjeturas para determinar en qué categoría cae Harry Styles porque Louis sabía, desde el mismo momento en que lo conoció, que Harry era algo que nunca llamaría suyo. Y es gracioso porque Louis era tan inteligente en ese sentido, pero tan tonto en el hecho de que eligió quedarse y regresar, aceptar a Harry en su vida una y otra vez sabiendo que algún día le rompería el corazón.
Y recuerda la advertencia de Niall hace todos esos meses atrás:
Pero puedo decirte ahora mismo que lo harás.
Tienes esa mirada.
Todos ojos estrellados y lunáticos.
Te enamoras tan fácilmente.
Louis no puede evitarlo; empieza a llorar.
"Louis, por favor," dice Harry, y su voz se rompe, "¡No entiendo!" ¿Pasó algo en mi fiesta? ¿Fue porque bailé contigo? Porque te lo dije, lo siento mucho si te hice sentir incómodo."
Louis solo deja escapar una carcajada, amarga y agraviada.
"Nunca quise arruinar nuestra amistad, hiciera lo que hiciera. Háblame, " suplica Harry, y ahora también las lágrimas ruedan por sus mejillas, "Dios, Lou. Eres... eres mi mejor amigo. Conozco a Zayn desde hace cinco años y ni siquiera se compara con lo que nosotros tenemos. ¿Me estás escuchando, Louis? Eres mi mejor amigo y te quiero tanto que no quiero—"
"¡Cállate!" Louis grita, el 'te quiero' de Harry rebotando en su cerebro, repitiéndose una y otra y otra vez.
Luego, más suave, "Solo cállate, ¿de acuerdo? Nada de esto es culpa tuya. No... no te culpes por las cosas que no puedes controlar. No puedo ser tu amigo en este momento, Harry. Simplemente no puedo, ¿de acuerdo? No cuando yo—"
Louis se detiene, no dispuesto a permitirse decir más de lo necesario.
Se obliga a dar un paso, y luego otro, ignorando la forma en que Harry sigue gimiendo su nombre, suave y suplicante.
Louis. Louis. Louis.
Sale de la habitación, baja las escaleras, sale por la puerta... Levanta una mano y llama a un taxi.
"Louis," dice Harry, y puede sentir al chico más joven justo detrás de él, parado en la acera.
"Harry," responde con tanta frialdad que apenas reconoce su propia voz, "Vuelve adentro."
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Y no es como en las películas.
No hay un final feliz, ni una partitura cinematográfica hinchada.
No hay declaraciones de amor, ni besos apasionados e interminables.
Ni siquiera está lloviendo.
En cambio, se oyen pasos en el pavimento y una puerta que se cierra de golpe.
Allí está Louis subiendo al taxi y mordiéndose el labio inferior para evitar sollozar más fuerte.
Hay una pregunta: "¿A dónde?"
Y una respuesta: "Al aeropuerto, pero primero necesito agarrar algunas cosas de mi piso."
Y eso es todo.
Este es el fin.
Así es la vida, la vida de Louis, al menos, enamorarse y joderlo, una y otra y otra vez.
William Sodi estará encantado, piensa, mientras el taxi se aleja de la casa blanca en Kensington por última vez, todo este nuevo material sobre el que escribir.
Se detienen frente a la tienda diez minutos más tarde, el viaje es rápido y suave, sin tráfico tan temprano en la mañana.
Entra y sale en cinco minutos, llena una bolsa de lona con algo de ropa y artículos de tocador y saca su pasaporte de la caja de seguridad debajo de la caja registradora.
Cierra la puerta y vuelve a subir al taxi, sintiéndose entumecido, desesperanzado y roto.
Pero, al menos, está solo.
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Para Louis es el fin, pero para el Destino es solo un pequeño bache en el camino.
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