Cuando hablaba de querer conocer a los amigos de Luke, no lo decía enserio. Por lo que me había contado parecían unos chicos divertidos y encantadores, aun que eso no resolvía mis repentinos nervios. Sí, estaba nerviosa porque a Luke se le había ocurrido que podía conocerlos así que hoy por la tarde, cuando se supone que saldrían los cuatro como buenos amigos, me había acoplado. Si quiera sabía si ellos esperaban pasar la tarde conmigo. Igual no les importaba, pero igual sí.
Aun que no había marcha atrás. Ya había pasado la farmacia de la avenida en la que estaba la cafetería en la que habíamos quedado. Seguí caminado hasta quedar en frente a la puerta del lugar, preguntándome si debería entrar a ver si los chicos estaban o si debería esperar fuera, por si no habían llegado. Luego me pregunté algo más serio, ¿cómo narices sabría quienes son? Si no estaba Luke no los reconocería, lo más que había visto era la espalda de uno de ellos... ¿Ashlan? Ah, no. Ese era el león de Las Crónicas de Narnia... ¿Ashley? No, ese es de chica.
-¡Eh! - Me gritó un chico que también estaba esperando en la entrada. - Debes de ser Honey, Luke me dijo que vendrías hoy con nosotros. - Yo asentí y sonreí nerviosa. - Me enseñó una foto, pero la verdad eres más guapa en persona.
No sabía si sonrojarme por el comentario, o porque Luke iba enseñando fotos mías seguramente sacadas de instagram.
-Gracias.
-Me llamo Ashton.
¡Ashton! ¡Sí! ¡Así era su nombre! Ahora lo recordaba.
-Encantada, Ashton.
-Igualmente. Bueno, los demás todavía no han llegado, - observó – y seguramente tardarán. Calum normalmente llega tarde. - Sonrió, un hoyuelo se formó en su mejilla marcándose, haciéndole parecer encantador. Yo hice lo mismo. - Luke me dijo que vas a su instituto. ¿Lo conociste en clase o...? - Se esforzó por sacar tema de conversación.
-No, está en la clase contigua a la mía.
-Ah, es verdad. Puede ser que me lo dijera, pero mi memoria. - Se dio un golpe en la cabeza y se rió. - Mira, creo que ese es Michael. - Señaló a alguien, pero no pude distinguirlo ya que estábamos en una calle concurrida, llena de gente. Pero poco a poco un chico con pelo azul oscuro con reflejos negros se acercó a nosotros y nos saludó con la mano. Era inevitable quedarme mirando su pelo.
-Hola. - Dijo, chocando una mano con Ashton. Después me miró y yo lo hice de vuelta. - ¿Honey, no?
Me sentí algo intimidada al ver como todos me conocían y yo a penas recordaba sus nombres.
-Soy Michael, llámame Mike si quieres.
-Hola, Mike. - Estrené su mote.
-¿Dónde están los otros dos capullos? - Preguntó mirando al chico que tenía al lado, él se encogió de hombros como respuesta. - Espero que estén al llegar, tengo ganas de dar una paliza a Calum. No volveré a dejarle ganar nunca más, que se le suben los humos.
-¿Hoy será en tu casa o en la suya?
-En teoría la suya, pero avisé por el grupo de que hoy podíamos ir a la mía. Mis padres no estarán y podemos estar tranquilamente allí.
-Está bien. - Mi cara debía ser un libro abierto que expresaba mi confusión, así que Ashton explicó – Iremos a jugar con la Play de Michael esta tarde.
-Ah... - Sonreí.
-¿Sabes jugar? - Preguntó alzando una ceja, claramente poniéndolo en duda. Yo negué con la cabeza. - Bueno, cuando Mike termine unas partidas con Calum puedo enseñarte. - Me guiñó un ojo pícaro y Michael se rió.
-Ni lo intentes Ashton, que si no Luke te mata.
-¿Intentar qué? - Pregunté.
-Eso. Enseñarte a jugar, guiñarte el ojo. La táctica de Ashton. - Rodó los ojos el muchacho de pelo azul y echó un vistazo a la pantalla de su móvil. - Luke está llegando. - Informó.
-En realidad ya estoy aquí.
Me sobresalté, me giré y Luke estaba detrás de mi sonriente.
-Hola. - Mascullé.
Al poco tiempo llegó Calum, un chico moreno de rasgos asiáticos y algo extrovertido. Todos me parecieron simpáticos desde el primer momento en el que los vi. Fuimos hasta la casa de Michael en cuanto Calum llegó, y como estaba a menos de diez minutos caminando no tardamos en llegar a su apartamento. Efectivamente se encontraba vacío, sin sus padres. Todos pasaron y se esparcieron, unos fueron directos al salón, otros al baño y otros a la cocina. Michael se acercó a mi.
-Por ahí se va al salón, siéntate donde sea que yo iré a por algo de beber. - Me indicó y asentí con una sonrisa nerviosa, si no me hubiera dicho nada no sabría que hacer y sería muy incómodo.
Fui hacia donde me señaló y vi a Calum echado completamente en el sofá mientras sostenía un mando y una consola se encendía, Luke estaba en el extremo sentado tranquilamente.
-Tío, muévete. - Le ordenó a Calum y él le sacó la lengua. - Que tiene que sentarse Honey.
Él posó su mirada en mi y bufó, se incorporó para sentarse.
-Siéntate Honey.
Cogí asiento en medio de los dos.
-Estaba que reventaba, Dios santo. - Apareció Ashton del baño, dando una información innecesaria para mi. Se acercó a nosotros y se sentó entre Calum y yo, estirando los brazos se acomodó con toda tranquilidad. - Luego te enseñaré a jugar.
-No hace falta. - Sonreí y él negó con la cabeza.
-Si no hay problema, total no hay mucho que hacer.
-¡Ya estoy aquí! - Apareció Michael con un paquete de latas de cerveza. Las posó en el suelo y empezó a repartirlas entre nosotros.
-Yo no bebo. - Dije algo cortada cuando me tendió una. Todos se rieron y me pregunté si había dicho algo gracioso.
-Venga Honey, - me animó Ashton – que no te va a matar.
Acabé cediendo y cogiendo una lata, prometiéndome a mi misma que esa sería la única. Calum y Michael estuvieron un rato absortos en el mundo virtual mientras que Ashton me preguntaba cosas y me daba tema de conversación. De vez en cuando, yo echaba un ojo a Luke y él me sonreía. Quería hablar con él a solas, quería tratar el tema del beso de ayer. Pero allí no era el momento ni el lugar así que me resistí y seguí satisfaciendo a Ashton respondiendo sus curiosidades. Era un chico encantador, y cuando se le formaba un hoyuelo al sonreír parecía un ángel. Cuando acabé la lata de cerveza no me encontraba mal ni nada por el estilo, si no todo lo contrario. Me había gustado. Así que cuando Michael y Calum terminaron su partida y Ashton me ofreció un mando mas una lata más, acepté rompiendo mi propia promesa que ya había perdido su valor. Me encontraba más animada, me reía de las tonterías que decía Calum y de cómo Luke se reía de él porque ya había consumido bastante cantidad de bebida. Después apareció Michael con unos brownies y cogí uno mientras Ashton preparaba la partida. Bebí la mitad de mi lata de un solo trago.
-Wow. - Fue lo único que soltó Ashton y se rió. Calcó unos cuantos botones y me explicó los controles uno a uno mas el objetivo del juego.
-Está bien. - Le dije, bebí un último trago y me concentré en la pantalla.
Parecía fácil, pero no lo era. Intentaba matar a los zombies que él me decía pero me resultaba prácticamente imposible y eso que no paraba de disparar sin control. Maté dos veces a Ashton, la tercera desistí y tiré el mando.
-Soy malísima. - Me reí.
-Normal, es la primera vez que juegas.
-Honey. - Me llamó Luke. Le miré y él me ofreció un líquido en un baso transparente. Lo cogí y lo olí. Olía fatal y arrugué mi nariz asqueada haciendo que él se riera.
-¿Qué es?
-Tú pruébalo.
-¿Me matará?
Él se rió y me lo quitó bebiendo un poco para comprobar que no pasaba nada. Después me lo devolvió para que lo terminara. Intenté ignorar el desagradable olor y tragué todo. Mi garganta tardó poco en empezar a arder y no pude evitar toser. Luke se acercó un poco más a mi y me dio un par de palmaditas en la espalda, sentía mis mejillas sonrojarse por diversos motivos.
-Creo que no estas acostumbrada al JB.
-¿Al qué?
-Nada. - Su risa fue acompañada de la de Mike, mientras que Calum retaba a Ashton a una partida. -¿Lo pasas bien? - Me preguntó en voz baja.
-¡Claro! - Salté emocionada. Nunca había jugado a en una consola ni bebido alcohol, me excitaba estar haciéndolo ahora. Estaba extrañamanete emocionada y parecía notarse.
-¿Alguna vez habías bebido?
Yo me reí.
-No.
El resto de la tarde los recordaba como destellos borrosos. Intentar una vez más jugar a la Play, música alta puesta por Michael en medio de la tarde y poco más. Lo que mejor recordaba era como el frío de la calle chocó contra mi rostro al salir del apartamento de Michael, despejándome un poco.
-¿Dónde estoy? - Dije aturdida, no me explicaba como podía encontrarme así por tan solo un poco de cerveza y JB. A mi lado estaba Luke, al parecer estábamos solos caminando.
-Vamos para casa ya. - Me respondió, sentí un mareo y él sonrió. - ¿Estás bien?
-Ajá. - Sonreí tontamente.
-¿Está tu madre en casa? - Volví a sentir un mareo y él me cogió de la mano. Sentí como mi corazón se aceleraba a pesar de que mi mente fuera más lenta de lo habitual.
-Ajá.
-¿Crees que se enfadará si te ve así?
-Me matará. - Me reí aun que el asunto no tuviera gracia. Al parecer si se la encontraba en ese momento.
-Mi madre no está en casa, ¿quieres quedarte? Puedes dormir en su cuarto.
Y un mareo más. Sentía todo dar vueltas, pero me reía a pesar de todo. Estaba bien.
Sentí unos brazos cogerme y poco a poco mis párpados se cayeron. Enseguida caí en un sueño profundo.