𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:
El viernes llegó acompañado de un gran montón de nubes que hacían sonar truenos por todo el terreno de Hogwarts. Lloviznaba débilmente a través de las ventanas del salón de transformaciones y miraba nerviosa como se acercaba una tormenta. Intenté concentrarme en lo que nos explicaba la profesora McGonagall sobre el fin de clases que sería en una semana sin embargo mi mente estaba en otro lado. Desde que le envié la carta a mi abuela no obtuve una respuesta. WhiteSheep viajaba día por medio llevándole comida que yo le entregaba en una bolsa, y siempre volvía con las garras vacías pero sin ninguna carta o pergamino como respuesta. Algo olía muy mal y mis malos presentimientos estaban a flor de punta.
Al terminar la clase salimos hacia el gran comedor para tomar la merienda. Antes de entrar allí me junte con Oliver en el pasillo mas cercano para despedirnos antes de que se vaya a Hogsmeade con Millie. En cierta forma estaba aliviada ya que necesitaba estar sola un rato y Oliver notaba que me encontraba mal y que le escondía algo, sin embargo no preguntaba y decidía mantenerse al margen.
- Volveré en dos horas ¿Estarás bien? - Me preguntó, pasando sus dedos por el cuello de mi camisa y arreglándolo.
- Puedo vivir sin ti, Oliver - Le sonreí. Agarré su corbata y lo acerqué uniéndonos en un beso. Varias personas estaban a nuestro alrededor pero no me importó.
- Yo no podría - Dijo al separarnos dedicándome una mirada tierna y acariciando dulcemente mi cabello.
- Se te hace tarde - Dije después de unos segundos en silencio dirigiéndonos miradas interminables que me abrazaban el corazón.
Como despedida me dio un último beso, corto y fugaz, y se fue dirigiéndose a la estación de trenes junto a varias personas mas. Todos los que tuviesen autorización en mano podían ir, yo la tenía pero ir a Hogsmeade para solo comprar objetos me aburrió. Sin más que hacer entré en el Gran Comedor y me senté junto a Allison y a Camila para comenzar a comer.
- ¿Te encuentras bien, Adhara? - Me preguntó Allison al verme tan perdida en mis pensamientos.
- Si, es solo el clima - Le sonreí y volví a mirar mi comida, no estaba muy energética y tenia los ánimos bajos.
Al terminar salí de allí y caminé a paso lento hacia las afueras del castillo, en mi mente se revolvían miles de ideas para escaparme de Hogwarts e ir a ver como estaba mi abuela. No quería preocupar a nadie por lo tanto no interrumpí a las chicas o a Oliver cuando me dijeron que tendrían el Viernes ocupado. Saliendo del pasillo hacia el árbol boxeador me encontré con Hagrid, quien sostenía en su mano varios tipos de vegetales extraídos de su huerto.
- ¿Qué tal? ¿Cómo estas, Adhara? - Me saludó animado y con una sonrisa contagiosa. Al estar un poco mas cerca noté varias gotas sobre su cabello y sus botas llenas de barro.
- Bien, algo pensante - Respondí con un tono dulce. Con Hagrid me llevaba bien, solía ayudarlo cuando necesitaba ayuda con algunos animales fantásticos (Según él, para mí eran peligrosos) y él me recibía con sus caramelos de café con leche.
- ¿En que piensas? - Preguntó mientras se adentraba en el castillo. Me giré sobre mis talones y me ubiqué a su lado, caminando.
- En todo, ¿Sabías que el cerebro de los seres humanos esta constantemente pensando en algo? Nunca se puede pensar en nada, es imposible literalmente, ¡Incluso mientras dormimos! - Exclamé, solía ser mas gentil y abierta cuando hablaba con él.
- Interesante - Sonrió y movió abruptamente su bolsa con comida.
- ¿A donde llevas eso? - Le pregunté curiosa.
- Cuando estuve ausente, ya sabes, en Azkaban - Un escalofrió recorrió mi cuerpo. No me imagino lo mal que la habrá pasado - Nadie cuidó de mis plantas - Continuó hablando. Doblamos en una esquina dirigiéndonos a las escaleras - Así que iré con la profesora Sprout para que me ayude.
- Gran idea - Le felicité.
Estábamos llegando a las escaleras cuando una mano se posó en mi hombro deteniéndome. Al girarme me encontré con Allison llorando desconsoladamente. Mis ojos se abrieron de par en par y me abrazó casi al instante.
- ¡Allison! ¿Que ocurrió? - Pregunté alarmada y correspondiendo su abrazo. Se separó y refregando sus ojos me contestó entre sollozos.
- Camila... - Respondió y volvió a llorar a grandes cantidades.
- ¿Donde esta? - Pregunté casi al instante preocupada. Nunca había visto a Allison tan destrozada.
- En nuestro cuarto - Contestó. Ignorando a cualquier persona a mi alrededor corrí por las escaleras bajando de a saltos los escalones para llegar más rápido a las mazmorras.
Corrí lo mas rápido que me daban las piernas, ni siquiera sabia si tenia a Allison atrás o si Hagrid venía conmigo pero seguí corriendo preocupada. Al llegar a mi cuarto cerré la puerta detrás de mí y observé todo el lugar. No había nadie. Saqué mi varita y apunté hacia todos lados atenta a cualquier sonido.
- ¿Camila? - Pregunté en un susurro, pero antes de que nadie me conteste sentí como una mano cubría mi boca y me llevaba bruscamente hacia atrás.
De un manotazo me hizo soltar mi varita y con su brazo libre rodeaba mi cintura. No podía verlo pero noté que era mas alto que yo. Salió de detrás mio y aun con su mano en mi boca me empujó chocando mi espalda contra la puerta. Era un chico con cabello rizado y marrón, tenia algunos tajos y lastimaduras en la cara y estaba vestido con una camisa blanca y unos jeans.
- Antes de que grites, vengo de parte de tu madre - Me dijo, y con su mano libre sacó una carta de su bolsillo. Me soltó y me la entregó. Con inseguridad la abrí sin decir nada.
"Adhara, enviaré a alguien a buscarte, han atacado nuestra casa y la abuela ha fallecido. Por favor acompáñalo y salgan cuanto antes de Hogwarts, no es seguro para ti. Te queremos, tus padres".
Era un pergamino roto y escrito con lapicera. Se notaba el apuro a la hora de escribir y la letra era de mi padre, la pude reconocer al instante.
- ¿Por qué debo creerte? Pudiste haber manipulado la letra con un simple hechizo - Dije algo alterada aun con el pedazo de papel en mano.
- Tu madre me dijo que dirías eso - Contestó con una sonrisa arrogante y acercándose levemente a mí. En su espalda cargaba una mochila que la apoyó sobre mi escritorio y la abrió. De dentro sacó un collar dorado con nuestro símbolo familiar.
- Pudiste haber matado a mi madre y quitarlo de su cadáver - Respondí cortante observando el collar en su mano.
- Entonces o me crees y te llevo con tu madre a voluntad, o te desmayo y te llevo a la fuerza. No tenemos tiempo y tanto ella como tu padre me ordenaron llevarte con ellos - Lo miré de arriba a abajo con inseguridad. Miré hacia la puerta confundida y lo volví a mirar.
- ¿Como hiciste lo de Allison? - Le pregunté frunciendo el ceño. ¿Como pudo manipular a Allison para que llore de esa manera y me traiga hasta aquí?
- Una simple ilusión, darling - Contestó con desdén, cosa que me dio ganas de golpearlo - Es magia avanzada, pero no oscura - Se agachó y agarró mi varita del suelo, caminó hasta mí y me la entregó. Lo miré unos segundos en silencio analizándolo, no confiaba en él.
- ¿Cómo te llamas? - Agarré la varita y me alejé un paso hacia atrás.
- Mi nombre es Dylan. Dylan Liberty.
- ¿Liberty? - Pregunté confundida. El año pasado cuando viaje a Estados Unidos con mis padres me presentaron a una amiga muy cercana suya. Dorotty Liberty, trabajaba con ellos en el ministerio. Me comentó algo sobre su hijo, quien también se llamaba Dylan y tenia mi misma edad. Asistía a Ilvermorny pero nunca lo pude conocer, entre unas cosas y otras nunca tuvimos la oportunidad.
- ¿Ahora si confías en mi? - Preguntó elevando una ceja.
- No del todo pero... - Miré a mi alrededor, la pieza estaba desordenada y según las chicas no vendrían en un largo rato. Aun quedaba una hora para que termine la salida de Oliver. Nadie vendría a rescatarme del desconocido y mi miedo por mis padres había crecido, al mismo tiempo que caí en cuenta. Mi abuela había muerto, tenia sentido debido a su falta de respuestas pero entonces ¿Donde dejaba WhiteSheep la comida? - ¿Donde están ellos? - Pregunté mientras mis lagrimas se iban acumulando en mis ojos, hice un esfuerzo para que no salieran.
- Junta tus cosas, te llevaré con ellos - Me ordenó volviendo a ponerse su mochila en la espalda.
- ¿Qué? ¿Ahora? Pero no me pude despedir - Dije mirando sus ojos, eran de un tono marrón oscuro, parecían atraparte por la eternidad así que pestañee un par de veces para concentrarme en sus palabras.
- Si no nos vamos ahora morirás y tampoco te habrás despedido - Tragué en seco pensando que hacer, si confiaba en él tenia que abandonar Hogwarts, mi hogar, mis amigos, a Oliver... Eso implicaba también no enviarles cartas por si algún mortifago las interceptaban. Debía desaparecer y nadie sabría el porqué. Pero si no confiaba en él corría el riesgo de perder mi vida y posiblemente de que mis padres, en un intento desesperado por salvarme, también mueran. Lo peor de todo es que no tenía tiempo para pensarlo claramente, así que me acerqué a mi escritorio y saqué rápidamente un pergamino.
- ¿Qué haces? - Preguntó acercándose a la silla en la que me había sentado y mirando como escribía una carta.
- Me despido de mis amigos, la cama ordenada es la mía, junta mis cosas por mí - No le dirigí la mirada, seguí escribiendo con rapidez usando mi lapicera. No tenia tiempo para la pluma y la tinta.
- Yo no juntaré tu ropa, soy tu protector no tu sirviente - ¿Mi protector? ¿Desde cuando? ¿Por qué se denominó así de la nada?.
- Tardaremos más si no lo haces - Contesté fríamente. Por la puerta WhiteSheep entró y se reposó sobre la mesa viendo como escribía. Me detuve para acariciarle un momento y seguí escribiendo.
Con un suspiro pesado Dylan se acercó a mi cama y con su varita sacó mi ropa del closet doblándola y guardándola en mi maleta. Terminé de escribir mi carta, era para Oliver. La guarde en un sobre y después en mi bolsillo. WhiteSheep se viene conmigo, así que la guarde en la jaula y la junté con mi maleta ya echa. Él agarró mi maleta junto con la jaula e íbamos a salir pero lo detuve.
- Toma - Me saqué la corbata de Slytherin y se la coloqué en su cuello. Si alguien nos ve podríamos disimular un poco mejor con él vestido como un estudiante.
- Es ridículo, si nos ven lo primero que pensaran es porque llevamos tu maleta, no porqué no tengo corbata - Contestó como si me hubiese leído la mente. Suspiré sin darle mucha importancia y salimos.
Gracias a Merlín no había nadie en la sala común, pudimos salir sin sospechas. Caminamos por varios pasillos, según él nos dirigíamos hacia nuestro transporte que curiosamente se encontraba cerca del campo de Quidditch. Él iba con todos mis objetos encima, parecía pesarle pero no lo suficiente como para retrasar el paso. Llegando al lugar pude ver a Mateo saliendo junto a algunos chicos, entonces lo recordé. La carta. Me acerqué a él dejando a Dylan unos metros mas atrás entre algunos arboles donde no pudieran verlo y con cautela y disimulo lo agarré del brazo y lo saqué de la multitud.
- ¡Adhara! No esperaba encontrarte por aquí - Esbozó una sonrisa pero la borró al verme mi cara preocupada - ¿Pasa algo? - Frunció el ceño.
- Si, necesito que le des esto a Oliver urgentemente - Le entregué la carta y lo miré esperando una respuesta.
- ¿Esto es tinta? - Preguntó al ver detenidamente el sobre acariciando el pergamino con las yemas de sus dedos. Yo había escrito "Oliver" para que él la reciba.
- ¡Concéntrate! - Le dije, a lo cual asintió y me miró - No, no es tinta, es lapicera, pero no importa - Contesté sin darle importancia - Debes ir a Hogsmeade y darle esto a Oliver cuanto antes. No hay tiempo. Yo me tengo que ir y es posible que no nos veamos en un largo tiempo - Le dije casi a punto de llorar pero aguantándome las ganas - Pase lo que pase, gracias por todo. Dile a las chicas que las amo, que son las mejores amigas que una podría tener. Y dile a Oliver que lo amo con locura, y que jamás lo olvidaré - Lo abracé a modo de despedida - ¿Te acordarás de todo? - Asintió con la cabeza dirigiéndome una mirada preocupada - Hasta pronto - Hablé por ultima vez y me alejé, adentrándome en el montón de gente y pasando al otro lado.
Me acerqué a Dylan quien me esperaba detrás del árbol, se apoyaba en él y fumaba un cigarrillo. Con mi varita había elevado mi maleta junto con la jaula haciéndolas volar en el aire. Al verme se enderezó y me miró de arriba a abajo. Yo solté unas cuantas lagrimas mirando el suelo y sollozando.
- ¿Estarás bien? - Preguntó. Se notaba en su voz que no le importaba pero estaba apurado y no podía detenerse a consolarme.
- Si, lo estaré - Agarré mi varita de entre sus manos y agitándola hice que los objetos me siguieran en el aire. Comenzamos de vuelta la caminata hacia el lugar donde supuestamente nos esperaban.
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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑴𝒊𝒍𝒍𝒊𝒆:
- ¿Me esperas un momento? Iré al baño - Me dijo Oliver antes de que saliéramos finalmente de Las Tres Escobas.
- Claro, aquí te espero - Él asintió y se alejó. Habíamos pasado dos horas increíbles, hablando como amigos pero divirtiéndonos. Ya era la hora de irnos y me apoyé al lado de la puerta esperándolo antes de volver a Hogwarts.
Un ruido me sobresaltó. La puerta se abrió bruscamente y Mateo apareció jadeando del cansancio y transpirando en cada parte de su rostro. Se apoyó en sus rodillas encorvándose y recuperando el aliento. Se enderezó y miro todo el lugar buscando algo o a alguien. Terminó posando su mirada en mí.
- ¿Donde esta Oliver? - Preguntó serio y con su cuerpo elevándose y bajándose con el ritmo de su respiración agitada.
- Hola ¿no? - Dije de mala manera.
- Hola, ¿Donde esta Oliver? - Volvió a preguntar. Lo miré de arriba a abajo confundida.
- Se fue al baño - Dije apuntando el baño para clientes.
- No tengo tiempo, llego tarde a mi clase de Piano Mágico, ten - De debajo de su remera sacó una carta y me la entregó - Dásela a Oliver, es urgente, de parte de Adhara - Elevé las cejas sorprendida. Sin decir una palabra más salio del bar.
Me acerqué a la barra y abrí la carta, estaba escrita apresuradamente y con letra desprolija. Sin tardar más leí el pergamino.
"Querido Oliver:
Me tengo que ir. No puedo contarte mucho debido a que pondría en riesgo mi vida, pero ante esa ultima frase sabrás la importancia de mi viaje. Lamento tener que decírtelo a través de una carta, me hubiese gustado verte los ojos una ultima vez antes de desaparecer. Cuida a las chicas por mi, a Mateo también. Te amo y te amaré hasta mi ultimo latido.
Atte: Adhara"
No...
No puedo dejar que Oliver lea esta carta. Entonces lo que decía mi madre era verdad, los Shine lograron escapar. No me esforcé en enseñarle el camino hasta la cámara secreta a la pequeña Weasley para que un niño de doce años mate al basilisco, ¿Y ahora encima permitiré que la persona que más odio en este planeta me quite al amor de mi vida? Ya intenté separarlos al besarle pero me salió mal, y esta es mi oportunidad de recuperar a Oliver y de alejar para siempre a Adhara de una vez por todas. Agarré mi varita del bolsillo y susurrando un hechizo cambié las palabras escritas por ella pero conservando su forma de escribir. El único detalle inprolijo es que la tinta había cambiado, pero nadie se daría cuenta. Después de unos ajustes la volví a leer para ver como quedó.
"Oliver:
Me fui. No me gusta decírtelo por carta pero no puedo mirarte a los ojos. Hace tiempo que mi amor por ti fue disminuyendo y recién hoy me doy cuenta que no puedo seguir junto a ti si no te amo. Eres una persona increíble y te mereces alguien que te ame y te cuide como a nadie. En serio lamento no haberte querido tanto como debía. No me verás en mucho tiempo, pero creo que será mejor así.
Atte: Adhara"
Perfecto...
Lo guardé devuelta en su sobre y volví a agitar mi varita para que parezca que nunca se abrió en primer lugar. En ese momento escuche la puerta del baño y Oliver se abrió paso entre la gente para llegar hasta mí.
- Bien, ¿Nos vamos? - Preguntó sonriente y dispuesto a irse, pero antes de que llegara a la puerta lo detuve agarrando su muñeca.
- Mateo me dio esto, es de Adhara y parece ser urgente - Le extendí la carta con una media sonrisa.
La agarró con el ceño fruncido y la abrió, leyendo lo que había dentro. Después de unos segundos vi como una lágrima gruesa bajaba por su mejilla y tragaba aguantándose el llanto. Se secó rápidamente la lágrima y se guardó la carta en el bolsillo.
- Lo lamento Millie, tengo que irme - Dijo rápidamente y se fue del bar dando un portazo al salir.
Odio verlo llorar. Lo que más me gusta de él es su sonrisa siendo iluminada por el sol con sus ojos brillando y acercándose a mí para darme un beso. Pero era necesario si quiero volver a tenerlo junto a mí, bajo mi protección. Cuando me uní a los mortifagos juré por mi vida que haría lo que sea por protegerlo, con cualquier método. A veces me pregunto si el sombrero seleccionador cometió un error al ponerme en Gryffindor, pero ahora lo entiendo. Estoy destinada para estar con Oliver, así lo quiere el destino y, ¿Quien soy yo para negar el destino?
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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:
Finalmente llegamos a la parte trasera del campo de Quidditch. De lejos vi la sonrisa brillante de mi padre abrazándose con mi madre y a su lado Dorotty Liberty riendo a carcajadas.
- ¡Papá! ¡Mamá! - Grité y corrí hacia sus brazos, uniéndonos finalmente en un abrazo familiar. Su calidez y amor me aferraron a ellos liberando los nudos y enredos de mi mente. Por fin los tenia conmigo, estaban a salvo, pero mi abuela no estaba. Solté varias lagrimas mojando levemente la remera de manda larga de mi padre - La abuela... - Me aferré mas a ellos llorando con intensidad.
- Lo sé, cariño, lo sé - Mi madre sonó igual de destrozada que yo. Solo quedábamos nosotros, nos teníamos el uno al otro, y nos protegeríamos con huesos y uñas si fuese necesario.
- Bueno, lamento interrumpir la reunión familiar, pero tenemos que movernos - La voz arrogante de Dylan inundo mis oídos separándome de mis padres.
- ¿Acaso no tienes sentimientos? - Dije secándome las lagrimas y mirándolo con desdén.
- No, ¿Pero sabes lo que tengo? Vida, y quiero conservarla - Revoleé los ojos terminando de llorar. Sujeté mi maleta y la jaula de WhiteSheep con firmeza. La lechuza me miraba con tristeza por alejarse de su hogar y yo claramente compartía su dolor - Sujeten el perfume que esta en el suelo - Dijo acercándose a él.
Los cuatro le hicimos caso, y con un conteo regresivo desaparecimos de los terrenos de Hogwarts. No tenia ni idea de lo que vendría a partir de allí, pero estaba demasiado ocupada protegiendo a mi familia como para detenerme a pensarlo.
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3408 palabras. ¡HOLY SHIT!
SI ESTE NO ES UN FINAL INCREÍBLE ENTONCES YO ME RETIRO DE WATTPAD
Uff, duele ehh pero bueno todo llega a su fin. Ahora solo queda dejarlos con la duda para la siguiente parte. Voy a empezar las clases así que lógicamente me voy a tardar, pero la van a tener
Espero que tengan un feliz marzo y nos veremos en unas semanas para la próxima parte. Se les quiere <3