𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:
Me senté en la mesa de Gryfindor junto a Oliver para desayunar, en los domingos los estudiantes se levantan más tarde por lo tanto en la hora del desayuno las mesas están (en su mayoría) vacías. De esta manera no tengo que soportar las miradas fastidiadas de los estudiantes de Slytherin por sentarme con Oliver en su mesa. Me serví un tazón con yogurt y cereales, junto con algunos dulces que escondí bajo mi capa, y comencé a comer.
- ¿Solo desayunaras eso? - Preguntó Oliver mirándome. Yo asentí distraídamente - Toma - Agarró dos o tres galletas de su plato y las puso al lado de mi mano - Tienes que comer más o morirás de hambre - Desvió su mirada a su taza con café helado dándole un trago.
- ¿No crees que exageras? - Pregunté metiéndome la cuchara con cereales en la boca.
- No, en la comida y en el Quidditch nunca exagero - Lo dijo tan seguro de si mismo que hasta Mateo, quien acababa de llegar, rió.
- Ya - Dije con una sonrisa mordiéndome la lengua para no soltar una carcajada.
- Adhara, ¿Puedo preguntarte algo? - Asentí con la cabeza calmada - Millie me invitó a las tres escobas el viernes que viene y... - No lo dejé terminar ya que me atraganté con mis cereales a tal punto que Oliver tuvo que pasar por encima de la mesa para llegar a mí y darme palmadas en la espalda para ayudarme a respirar.
- ¿Que Millie qué? - Pregunté apenas pude respirar de nuevo.
- Millie me invitó a tomar cerveza de mantequilla en Hogsmeade el viernes próximo - Se sentó a mi lado aun con su mano en mi espalda, asustado por provocar que casi muera atragantada.
- ¿Y tú aceptaste? - Mi tono de voz sonaba desesperado, pero no estaba tan mal. Me inquietaba, claro que sí, pero no a gran escala.
- Eso te quiero preguntar. ¿Tu me dejarías ir? Si no quieres no voy - Dudé por unos minutos preguntándome si era una buena idea. Aun no recupero toda la confianza que perdí por culpa de Millie, pero tampoco quiero obligar a Oliver a que no vea a otras chicas porque yo se lo pido, eso es toxico.
- Pues... - Dude una vez mas antes de dar una respuesta - Sí, puedes ir - Me dedicó una media sonrisa - Solo te advierto que confió en ti, no me falles. Otra vez - Como respuesta me besó aprovechando que los profesores estaban distraídos.
- No te volveré a fallar, lo prometo - "No hagas promesas que no puedes cumplir" Le sonreí y volví a comer mi cereal en tranquilidad.
Escuchamos un ruido proveniente del pasillo y por la entrada del Comedor WhiteSheep entró con una carta en el sus garras. La soltó en mi cabeza y la agarré en el aire.
- ¿Cartas? ¿Un domingo? - Preguntó Mateo mientras prácticamente se tragaba su tostada con mermelada. Fruncí el ceño confundida mientras miraba el sobre pero finalmente lo abrí leyendo el pergamino que se encontraba dentro.
"Querida Adhara:
Haré que WhiteSheep te lleve esta carta lo antes posible.
Hubo problemas aquí en Estados Unidos, pronto arribaremos hacia Escocia junto con tu padre. Avísale por mí a tu abuela que cierre su casa y no le abra a nadie hasta que yo llegué.
Se que es medio improvisada esta carta pero es urgente, prepara tus cosas para el fin de clases que te estaremos esperando en la estación 9 3/4.
Te amamos eternamente.
Atte: Tu madre..."
- ¿Qué dice? - Preguntó Oliver, que había vuelto a su lugar junto con Mateo al otro lado de la mesa.
- Es de mi madre, es para mi abuela pero WhiteSheep se confundió - Mentí, no me gusta mentirle a Oliver pero es necesario. Si hubo problemas en Estados Unidos y tienen que viajar hasta aquí es porque los Mortifagos tienen algo que ver.
Guardé la carta de nuevo en el sobre y se la entregué de nuevo a mi lechuza, quien se había parado a esperarme junto a mi tazón vació.
- Llévalo a mi cuarto y descansa, más tarde se lo llevaras a mi abuela - La lechuza meneó la cabeza y salio volando con la carta entre sus garras.
Algo no huele bien, siento que algo grande se acerca y no puedo detenerlo.