Me desperté por que una luz de la ventana me estaba interrumpiendo mi lindo sueño.
Me resfregue el ojo con mi mano libre y con la otra acariciaba la espada desnuda Dani que estaba acostado prácticamente arriba mío, con su cabeza en mi abdomen, abrazado a mi cintura.
Que lindo es despertarse así. Mil veces me imaginé este momento, pero eran eso, solo imaginaciones que para mí, nunca se iban a cumplir.
Supongo que eso es amar a una persona, que al solo verla y las acciones que tiene hacia vos, te empezás a imaginar un hermoso mundo con esa persona. Y es lindo, por que proyectas algo seguro con esa persona que tanto te llama la atención.
Dani se empezó a remover y levantó su cabeza confundido con una carita recontra dormida. Se refregó el ojo y me miró, me regaló una hermosa sonrisa.
¿Alguien vio mi tanga?
—Hola— habló con voz ronca, más de la que tiene.
Ya fué, creo que llegó hasta la casa de Brisa, y como no le bastó se fue volando a la de Morena. Después le pido que me la traiga.
—Hola bebé.
—¿Que hora es?— se acomodó mejor y se semi sentó en el respaldo de la cama, me atrajo hacia él y me abracé a su cintura.
—No se, ¿las once tal vez?— dudé, el agarró su celular y se fijó.
—son las cuatro de la tarde— se rió por mi confusión.
Las cuatro de la tarde.
¿Que tenía que hacer yo?.
—¡LA PUTA MADRE!— Me levanté rapidísimo de la cama y empecé a vestirme con mi ropa.
—¿Que te paso Roma?— preguntó confundido, me agarró del brazo.
—¡Me tengo que ir a lo de mi mamá a encontrarme con las chicas y me olvidé!— me golpeé la frente.
—Eu calmate. Te llevo yo— habló tranquilo.
Les juro que no se como hace, el estar tranquilo todo el tiempo que me habla, no sé si es su don, pero quiero que me lo comparta.
Soy una persona muy acelerada, todo tienen que ser ya, si tengo que hacer cosas para mañana, las hago hoy.
Y si por ejemplo me olvidé de algo que tenía que hacer, mi cuerpo y mi mente se vuelven más aceleradas de lo normal. Como ahora.
Dani puso sus dos manos en mis hombros, me obligó a mirarlo y a calmarme. Respiré profundamente y hablé.
—Pero se me va a hacer tarde...— hice un puchero.
—¿Podes dejar de preocuparte por todo?—me sonrió.
—Jamás— admití, él me dio un beso en la mejilla.
—¿Desayunamos?.
—Si, pero. ¿Me puedo bañar?— pregunté, obviamente no me voy a meter en el baño de mandada.
—No— dijo serio.
—Bueno...— agaché la mirada. Sentí una risa por parte suya y lo miré.
—Obvio que si boba, ya te dije que es tu casa...— me sonrió, lo imité y le di un abrazo.
—Gracias.— le di un lindo besito en la mejilla. Si gente, todavía no me cepillo los dientes. Alto asquito darle un beso así.
No digo que no le quiero dar un beso por que todavía él no se cepilló los dientes. Sino que lo digo de mi parte.
Agarré mi ropa y me fuí a bañar. Me terminé de bañar y abrí el último cajón del baño donde tenía un poco de ropa mía. Me cambié, me peiné como pude con los dedos. Improvisé un cepillo de dientes con mi dedo y me enjuague, escupiendo la pasta de dientes, para después salir.
—¡Ya me bañeee!— avisé mi llegada a donde estaba Dani, que era el living, donde le estaba dando de comer a Jackson y a Coco.
"eres lo más puro que yo he presenciado"
Él estaba cambiado con una remera blanca y un short de color verde, con zapatillas blancas, como si se hubiese bañado. En si, tenía el pelo mojado, por lo que supongo que usó el otro baño en el apartamento.
—Era hora que te bañes, otaku— se rió, yo lo miré seria.
—¿Que me decís otaku?, lo dice el nene que no se bañó por una semana—repliqué.
—Tenia ocho años— me miró con los ojos entrecerrados.
—¿Que tiene? Eras y sos sucio igual— le saqué la lengua.
—No me digas sucio, rancia.
—No me digas rancia, feo .
—No me digas feo...— pensó en una respuesta para pelearme—tonta.
—¿En serio?—me reí de su respuesta.
—¿Que?— me miró confundido.
—De tantas buenas rimas y replicas en batallas ¿me decís "tonta"? Caiste muy bajo— me cagué de risa en su cara.
—¿que tanto, eh?— me tiró en el sillón para hacerme cosquillas mientras que Jack venía a jugar con nosotros.
Dani estacionó en la puerta de mi casa. Era una casa normal de barrio, tanto recuerdos en esa vereda. Desde peleas hasta risas, incluso llantos.
Me bajé de el auto antes de que Dani lo haga y abrí su puerta. Él me miró desde adentro sorprendido y se sonrió. Se bajó y me dió un beso lindo, sin prisa.
—Que caballerosa es usted señorita.
—¿Vite' ameo'?— le dije en modo turro.
Me puse seria, pero me cague de risa segundos después contagiando a Daniel. Que lindos momentos son estos.
—Bueno, no te acompaño adentro por que tengo que hacer un par de cosas. Pero te paso a buscar y vamos a la mansión, le debemos una juntadita nosotros al gordo— me recordó por lo que lo habíamos dejado al gordo sin explicar nada y era una de las primeras jodas que eran desde que caí en coma.
—Sisi, te espero entonces— le sonreí.
—Chau amor— me besó, era un lindo besito. Pero un grito nos interrumpió.
Era Lucia
—¡AAAAAAAAAAAAAAA!—Gritó por la ventana de mi casa.
—¡LOS ATRAPAMOS HIJOS DE PUTA!— no señaló Zoe desde la puerta de su casa.
—¡AL FIN LA CONCHA QUE LOS PARIOO!— Dijo, o más bien gritó, Morena.
—Andate antes de que te hagan un interrogatorio— me dió un pico, se subió al auto y se fué.
Me di vuelta, aunque no quería, pero lo hice. Estaban todas las psicópatas mirándome con cara de locas.
Tengo miedo.
—adentro, ahora— me ordenó con una sonrisa de psicópata Brisa.
Aia.
Hola Dios, soy yo de nuevo
Me adentraron como unas putas psicópatas adentro de mi casa. Estaba mi mamá con una chocolatadita riki riki y unas tostadas con dulce de leche.
Me caso con esas tostadas, boludo.
—En fin, siéntese— agarró su libreta y empezó a anotar cosas.
—Me siento en un puto experimento— comenté.
—Tranqui, relájate. Esta bueno— habló Bri.
¿Por qué me habla así? Por que yo no participaba de estas reuniones por que me negaba rotundamente a hablar de mis cosas.
Y supongo que cuando hay tostaditas y chocolatada de por medio, hablar es lo de menos.
—vos lo decís por que a la que le contas tus problemas amorosos no es tu mamá— solté.
No es que no tenga confianza en mi mamá, por que no es así, lo que pasa es que con mis temas "amorosos" por así decirlo, siempre preferí mantenerlo reservado conmigo misma. Hay cosas que por ejemplo, a las chicas no les cuento por vergüenza.
—Shh, silencio. ¿More?— mi mamá llamó la atención de la morocha.
—¿Eh?— dijo distraída, estaba tan concentrada como yo en las tostadas.
Uff, se me cae la baba.
—Habla primero—contestó.
—Emm. Si. No tengo nada para contar...— evadió el tema.
—Morena...— advirtió mi mamá.
—¡Ay bueno la puta madre, esta bien. Si, tengo algo para contar!. ¿Feliz?— si, así nos tratábamos entre mi mamá y las chicas. Una re confianza nos tiene.
—Muy.
—En fin, estoy saliendo con Mauro—Dijo nerviosa.
—¿Mauro mi hijo?— si, pequeño detallito.
Mi mamá desde que lo conoció a Mauro Lombardo quedó encantada, le pareció un muy buen pibe, y muy humilde. Por eso lo adoptó como hijo del corazón.
—Si, creo. Es muy tierno, y muy atento. Hasta me regaló un osito con un corazoncito con mi color preferido—sonrió tierna.
—Cuidate vos y a mi hijo, ¿si?— ella asintió.
—Yo le voy a contar a la Sandra que vos te querés robar a su hijo. Y es más, le voy a pedir que me adopte— la señalé.
—No serias tan perra— entrecerró sus ojos.
—Dame una tostada— repetí su acción.
—Roma....
—Lujan...— extendí mi mano y ella me dió mi tostada, sonreí triunfante.
—Zoe— habló mi mamá.
—¿Si?.
—¿Algo que nos quieras contar?.
—Que tengo hambre mamá dos— muy de Zoe tener hambre siempre. Mi mamá rió.
—No te voy a dar tostadas. ¿Problema amoroso?— cambió de tema mi mamá.
—No. Conocí un chico— dijo neutra, pero la conozco demaciado bien como para saber que quiere sonreír.
—¿Si?.
—Si. O sea, lo conocía hace mucho pero no tuve la oportunidad de hablar con él como ayer...— explicó.
—¿Es lindo? O sea, ¿es linda persona?— preguntó ahora Brisa.
—Si, muy lindo.
—¿Quien es?.
—Joaquín— EL SIETE KAYNEEEE.
LA PUTA MADRE.
ES EL CRUSH DE ZOEEEE.
AAAAA.
—¿El mejor amigo de Lucia?— Si, mi mamá se hace la tonta pero se entera de todo.
—No me digas Lucia, mamá dos. Me haces sentir que me estás retando— habló Lu.
—Bueno, ¿el mejor amigo de Lu?— la miró a Lucia, ella asintió como que aprobó como dijo su nombre.
—Si, o sea. Es muy lindo y todo, pero supongo que solo me ve como una amiga...
—Quedate tranquila que se que vos vas a poder hacer que ese chico se enamore de vos...— le regaló una sonrisa tranquilizadora— ¿Brisa?.
—Ya no soy virgen— dijo con una sonrisa.
—Bueno, ¿Quien fué?— me interesé.
—Khea— y sonrió aun más .
—¿POSTA? EL SOY KHEA BRO, ¡TE DIJE!— La apunté a Lucia.
Hace una semana atrás habíamos apostado quien era con quien tanto Brisa se mandaba mensajitos cuando nos juntábamos y bueno. Ahora Lucía me debe $100.
—Ay nena, búscate un chico con un nombre normal...— nos reímos todas ante el comentario de mi mamá.
—No, mamá. ¿Te acordás que te expliqué que los chicos tenían A.K.A?— hablé.
—Ah... si. ¿Como se llama?— preguntó por su nombre real.
—Ivo— mi mamá asintió.
—¿Te cuidó?— preguntamos con Lu.
—Si eso. Me importa muy poco que sea mi primo, si no te cuidó lo cago a trompadas— habló sincera More.
—Tranquila, fue muy lindo el ambiente que teníamos. Me cuidó en todo momento, pero no tenemos nada fijo todavía...— y no dejaba de sonreír en ningún momento.
—¿Lu?.
—Valen me pidió para que sea su novia y acepté— dijo muy feliz.
—¡AAAAAAAAAAAA!— Gritamos todas, incluida mi mamá.
¿Saben lo que Lucia esperó esto? Si no fuera por sus inseguridades esto hubiera pasado muchísimo antes. Me pone muy feliz esta noticia.
—Los felicito— dijo mi mamá.
—Gracias mami.
—¿Hija?— no.
—Pasapalabra— dije.
—Habla, o habla hija de puta— si, muy de Morena putear.