Me llegó un mensaje de las chicas, que ya estaban abajo. Incluida Zoe, logramos que Gastón la deje salir ya que todavía tiene dieciocho y sigue siendo su bebé. Si lo sé, muy tierno nos salió el Dto.
Me terminé de bañar y me puse una remera bordó con las letras blancas en el medio que decían "Thrasher"; un short de Jean tiro alto negro, y las zapatillas color bordó. No puedo vivir sin zapatillas.
Me puse mis anteojos y salí de mi habitación, bajé las escaleras y ya habían voces, con la música subida hasta el tope.
Nos van a echar.
Mientras estaba bajando las escaleras se escuchaba "Rebota" ; canción de las pibas. Por lo tanto, estaban perreando en el medio de la pista, llevándose las miradas de sus "algo".
Todas las miradas menos una, la de Dani. Él estaba mirando para otro lado, o bueno, estaba buscando a alguien. Recorrió a todas las personas con la mirada seria hasta que se encontró con la mía, y me sonrió. Dios.
Estaba bajando lo más trank, pero como siempre la pelotuda tiene que ser tan torpe, me tropecé y como no existen príncipes en la vida real que te atajen antes de caerte, me hice mierda la rodilla.
Solté un quejido de dolor y algún "la puta madre" seguido de esos quejidos, me levanté y miré para todos lados, por suerte nadie estaba mirando.
Más de cien personas había hoy acá, por lo tanto llegar a donde estaban los chicos parecía una tarea difícil.
Es como cuándo en los cumpleaños era la hora de la piñata, intentabas meter la mano para agarrar algo y cuando la sacabas tenias un dedo menos. Que linda infancia.
Como pude llegué a donde estaban los pibes, que estaban medio embobados, y los saludé. Me acerqué a donde estaba Dani y le di un beso en la mejilla, sentándome en sus piernas por que ya no había más lugar.
Él pasó su mano tatuada por mi cintura y la dejó ahí, haciendo caricias. Me sentía tranquila, después de tanto tiempo.
-Así que sos la famosa Roma.
-¡Oh, Seven Kayne me está hablando. Dani agarrame que me desmayo!- exclamé y Joaquín se rió.
Por lo que Lu me contó es un buen pibe, un pan de Dios. Cabe aclarar que es el crush de Zoe desde antes de que se hiciera conocido. Por lo que mi mejor amiga me contó, tuvieron la oportunidad de charlar varias veces, haciendo que la morocha se enamore todavía más.
-Si, soy yo-contesté riéndome.
-Me hablaron mucho sobre vos...- dijo.
-Espero que cosas buenas. Y si te dicen que alguna vez secuestre a la novia de Paulo, no les creas- mentí. En si Ro, esta para secuestrarla y no devolversela al Paulito.
-Anotado- me contestó y se fué por que lo estaba llamando Ivo.
-¿Como estas?-me dí vuelta a preguntarle al morocho, ahora teñido.
-Bien ¿y vos?- me contestó dándole un trago a su cerveza. Me ofreció y negué, no soy de tomar.
Si, el otro día tomé Fernet, pero fue la primera y última vez que tomo.
Además era por una buena causa.
-Yo estoy bien si vos estás bien, pero sabes a lo que me refiero.
-No era nada serio Gre...- bajó su vista.
-Pero vos la querías.
-Si, pero no duele si no fue nada. Necesito un poco de paz, algo que Abril, por más que no era estable, no me lo daba.- apoyó sus labios en mi brazo.
-Bueno, pero no te descontroles con la bebida- le acaricie su mano, dejando un beso en ésta.
-Ay Roma...
-"Ay Roma..." las bolas, te conozco Daniel, por favor, si no lo haces por vos hacelo por mí- le advertí.
-Bueno- y apoyó su cabeza en mi hombro.
La última vez que Daniel tuvo una decepción amorosa terminamos en mi casa con él tirado en el piso por que se agarró un poco más un coma alcohólico, ya que la chica con la que él estaba era un poco más grande que él y solo lo utilizaba por la fama que estaba despegando con eso de las batallas.
¿Se acuerdan de Celeste, la chica que fué su primer novia? Bueno, ella.
Ese día tenía una fiesta con los chicos y como Silvia no lo había dejado mintió que venía a dormir a mi casa, con la diferencia de que yo no sabia nada.
Mala decisión, el dicho "Las madres siempre nos enteramos de todo" no la crearon en vano.
Silvia se enteró de todo, me retaron mis papás por cubrirlo (cosa que no hice), a él lo castigaron y no lo vi por aproximadamente dos semanas.
Si, un estúpido.
-¡ROMA, ESCUCHA!- Me gritó Valentín, haciéndome sobresaltar
Le di un beso en la cabeza a Dani y me fuí con el ojiazul al medio de la pista.
-¡SENTADO EN LA ESQUINA, PENSANDO COMO FUI TAN GIL...!.
-¡VOLADO POR EL MAMBO DEL HUMO DEL FASI'!- Y tirabamos nuestros pasitos mientras que las personas a nuestro alrededor nos miraban raro.
Que miran.
Estaba todo bien, la estaba pasando re tranqui con los chicos. Amaba mi familia.
Dani por otro lado me tiraba sonrisas y miradas tiernas más de lo normal. ¿Y por qué no admitirlo? Me gustaba que este así.
Giro mi cabeza y mi peor pesadilla estaba en la misma habitación que yo. La persona a la que alguna vez amé pero me hizo tanto daño.
Lo peor que no estaba solo, estaba besándose con otra persona en la otra esquina de la sala, pero me daba una perfecta vista de quien era.
Me di vuelta rápidamente con las manos y piernas temblamdome del miedo, y fuí hasta donde estaba Dani, que estaba hablando con unas personas que en este momento no registro, pero solo me concentré en él.
Lo agarré del brazo llamando su atención y él se dió vuelta asustado. Al ver mi cara no dijo nada, me abrazó con preocupación y yo me aferré a él.
-¿Que pasó bebé?-y en todo mi shock pude decir.
-Jeremías esta acá, sacame de acá por favor Dani- y rompí en llanto.