Maratón 1/3
🌝
—¡Jimin!
—Hyung no grites, te escucho bien por el teléfono si hablas normal.
—Estoy en una emergencia, Jim.
—¿Qué? ¿Es algo de Yoongi? ¿Le pasó algo?
—C-Creo que entró en celo, Jim. ¿Qué hago?
—¿Celo? Espera, ¿ese celo?
—¡Sí!
—Mierda, hyung. Bien, dime, ¿Cómo está?
—L-Lo encerré en el cuarto y está maullando mucho, ¡como gata en celo!, sí... Y... Me dijo que está duro y sí, ¡Lo ví, Jim! ¿Qué hago? Está sufriendo y quiero ayudarlo, pero no puedo, no qui-ero hacerle algo malo.
—Bien, Hoseok, cálmate, no vas a poder follar con él si estás tan nervioso.
—¡Pero no quiero follar con él!
—Hyung, ni tú te la crees, ¿Sí? Basta de farsas... Vas a ir y vas a hacer todo lo que él quiera, ¿Sí? No hagas nada que él no quiera y ya está, no pasará nada, ¿Sí? Pero tú gatito te necesita, lo vas a ayudar, no vas a hacer nada malo, ¿Entiendes?
Hoseok asintió, por más que Jimin no podía verlo.
—Y por el amor de Dios, Hobi, usa protección. Yo no cambio pañales.
Hoseok suspiró.
—Sí, bien, Jiminie —murmuró—. Puta madre, el martes trece sí da mala suerte.
—¿No lo llevaste al veterinario aún?
—Tengo turno para dentro de dos días, Jim, aunque ahora no sé si es necesario... Creo que es bastante obvio qué tipo de celo tiene Yoongi.
Escuchó a Jimin suspirar.
—Hobi, ve con él, te necesita, hasta yo lo escucho maullar... Pobrecito. Hazlo, hyung, adiós.
Y colgó, pero porque sabía que Hoseok no iba a colgar él mismo con tal de no afrontar la realidad en su cuarto.