Scarlett Jhonson
DÍAS DESPUÉS...
No puedo... No puedo más...
Han pasado un par de días desde que ví a Jack y he tenido constantes pesadillas. En la noche de ayer encontré en el espejo del baño un mensaje escrito con sangre:
“Ni siquiera pienses escapar de mí si no quieres que mami muera destripada por tu culpa. No tienes escapatoria, dulzura”.
PD: Te conozco más de lo que tú crees... Pronto lo sabrás. Muy pronto estaremos juntos otra vez para nunca más separarnos”.
L. J.
No sé de dónde saca ese cuento de que me conoce, yo nunca había visto a Jack en mi puta vida.
Ayer inmediatamente me puse a borrar ese terrible mensaje del espejo antes de que mamá lo viera.
Últimamente no rindo en el trabajo; Tengo unas horribles ojeras y estoy más pálida de lo normal, señal de que no he dormido por culpa de las malditas pesadillas que me ocasiona ese payaso.
Estoy tan sumida en mis pensamientos que no me dí cuenta de que mamá me estaba hablando.
—Scarlett, te estoy hablando. ¿Qué te pasa?—Me mira preocupada.
—Nada, estoy bien.—Hablé con la voz apagada.
—¿Cómo que nada? Has estado rara todos estos días, casi no comes, te veo triste, preocupada y asustada. Despiertas llorando y gritando por las noches, te puedes enfermar o desmayar.—Mencionó con notable angustia.—¿Qué te sucede? ¿Qué te tiene tan agobiada? Soy tu madre, cuéntame, por favor—.
—No me pasa nada, simplemente no me siento con muchos ánimos.—Insistí.
—Temo que estés recayendo de nuevo en depresión y tengamos otra vez que acudir con la psicóloga.—Dijo con voz seria.
¡Ja! Ojalá lo que me pasa se solucionara con psicóloga, pero no. Es muy grave la situación.
—No es eso, no pienso volver con la psicóloga. Estoy bien.—Me levanté de la mesa.—Ya me voy, mamá. Se me hace tarde—.
Cepillé mis dientes, arreglé mi bolsa y salí de casa.
No quiero decirle nada, prefiero no preocuparla, siento que si le digo lo que ocurre la expondré al peligro y no quiero eso.
No quiero perderla como a papá, ella es lo único que tengo y la protegeré. No permitiré que Laughing Jack le ponga una garra encima.
He llegado a mi lugar de trabajo y siento esto muy pesado. Debe ser por la falta de sueño y debo rendir porque si sigo así me despedirán.
Me lo hizo ver mi jefe el otro día porque estuve a punto de romper una vajilla completa. Y yo necesito el trabajo.
🍬🍭
Terminó mi jornada de trabajo y ya voy de camino a casa, pero detuve mi paso cuando escuché a Catherine llamarme.
—¡Scarlett, espérame!—Llegó corriendo hasta a mí.
—Hola, Cat. ¿Qué sucede?—Saludé con una leve sonrisa.
—Vámonos juntas, iré a visitar a mi abuela. Vive casi por tu casa.—Propuso feliz.
En el camino platicábamos muy alegres y cosas estúpidas, típico de chicas. Por un momento me olvidé de Laughing Jack.
Nos metimos por un callejón y salieron unos cuatro hombres borrachos y drogados.
—Mira nada más, ¿Qué tenemos aquí? ¿Por qué tan solitas, preciosas?—Habló uno de ellos.
—Oh, tranquilos, viejos. No queremos problemas y tenemos mucha prisa, con permiso.—Habló Cat nerviosa, pero ellos nos rodearon cerrándonos el paso.
—¿Por qué tanta prisa, hermosuras? Nos vámos a divertir mucho.—Uno de ellos trató de sonar seductor, pero sólo me provocó naúseas.
—Por favor, déjenos ir.—Supliqué con poca paciencia y ellos sólo se rieron de nuestras súplicas.
Bastante tengo con estar lidiando con Jack, como para todavía tener que lidiar con estos malditos cabrones.
—Vámos, no sean apretadas. Les va a gustar.—Habló otro tratando de propasarse conmigo.
—¡Suélteme! ¡No me toque!—Grité dándole choques eléctricos con mi linterna de descarga eléctrica, cayó al suelo retorciéndose de dolor por el efecto de la descarga eléctrica.
Tomé la mano de Cat para correr lejos de ellos, pero antes de correr nos tomaron del cabello tirándonos violentamente al suelo.
—¡Con que les gusta jugar rudo, pequeñas zorras!—Bramó furioso.
Ahora sí tengo miedo.
—¡Por favor, no nos hagan daño!—Suplica Catherine al borde del llanto.
Se nos echaron encima como unos malditos perros hambrientos, nos golpearon y arrancaron nuestras prendas. Gritamos por ayuda, pero no había nadie quién viniese a socorrernos.
Cuando creímos que no teníamos salvación se escuchó una estruendosa carcajada en el lugar llamando la atención de todos.
—JAJAJAJAJA ¡PERO QUE PÉSIMA FUNCIÓN ESTOY PRESENCIANDO!—Exclamó una voz tétrica en el lugar muy conocida para mí.
—¿¡Quién está ahí!? ¡Sal de ahí, cobarde!—Escupió con furia uno de esos hombres.
Una nube negra cubrió el callejón y ahí apareció Laughing Jack con su expresión demoníaca que me infunde verdadero temor.
—Scarlett... ¿Qué es esa cosa?—Catherine apretó mi mano mirando con horror al payaso.
—¡EL FESTÍN COMIENZA! JAJAJAJAJA—Exclamó Jack relamiéndose los labios y acercándose a esos hombres asquerosos.
—¡CORRAN!—Esos tipos gritaron horrorizados.
Jack atrapó al primer hombre y fue arrancando muy lentamente su cabeza provocando crujidos de la piel y el hueso. El hombre se retorció de una forma realmente espantosa hasta que finalmente separó la cabeza del cuerpo para después pisarla como si se tratase de una cucaracha, salpicando de sesos el lugar.
Al segundo hombre lo tomó de una pierna para azotarlo repetidas veces contra la pared de una forma violenta hasta hacer el cuerpo puré de papa. El golpeteo pegajoso del cuerpo mientras era azotado y descuartizado me provocaron unas inmensas ganas de vomitar.
Al tercer hombre le metió su mano garra por la boca sacándole todos sus palpitantes órganos de un sólo tirón.
Al último hombre que parecía ser el jefe de la pandilla íba a escapar, pero Jack lo atrapó con sus largos brazos y lo tomó de los pies para levantarlo de cabeza.
—¡ELLA ES MÍA! JAJAJAJAJA—Jack le gritó a la cara a ese sujeto.
—¡PERDÓN, LO SIENTO! ¡NO ME MATES, POR FAVOR!—Suplicó mi agresor como su última esperanza y Laughing Jack sólo rió fuertemente haciéndome temblar.
Le rompió las piernas y fue partiéndolo con lentitud por la mitad en forma vertical rompiendo todos los huesos y la piel hacía un crujido asqueroso.
Jack disfrutaba mirando con una enorme sonrisa cómo agonizaba el cuerpo de ese hombre. La víctima se ahogaba lentamente en agonía con su propia sangre, hacía ruidos raros y convulsionaba violentamente. Finalmente, terminó de partirlo completamente a la mitad salpicándome completamente de sangre y órganos.
Laughing Jack no para de reír como un desquiciado.
Yo sólo estaba en shock y bañada en sangre, no podía moverme, ni gritar. Tenía a Catherine en mis brazos, se desmayó al presenciar cómo Jack masacró a esos hombres.
Mientras él jugaba con los órganos y hacía figuritas como si se tratasen de globos, yo gateé hasta afuera del callejón para después echarme a correr y pedir ayuda.
—1... 2... 3... ¡JACK VA POR TI!—Le escuché gritar a lo lejos y mi corazón saltó asustado.
—¡¡¡AAAHHH!!! ¡SOCORRO!—Grité atemorizada.
Corrí hasta mi lugar de trabajo a pedir ayuda con la esperanza de encontrar a alguien allá.
Al llegar ahí la puerta estaba entre abierta, opté por entrar y lo que ví al entrar me dejó traumada de por vida; Todas mis compañeras y mi jefe los encontré masacrados de la manera más atroz.
Cada cuerpo tenía los ojos de fuera colgando grotescamente de sus cuencas, sus corazones están en las mesas, sus estómagos permanecen abiertos y el interior lo rellenaron con caramelos de todos los colores, en sus rostros tenían pintados corazones y estrellitas como si hubiese sido una fiesta infantil, y por último sus intestinos adornaron el techo como si fuesen globos y serpentinas.
Si antes aquí fue una cafetería y repostería, ahora es una carnicería humana.
Grité muy fuerte lastimando mi garganta al presenciar este escenario tan grotesco. No soporté más, caí de rodillas y vomité.
«¡Esto tiene que ser una maldita pesadilla! ¡Esto no puede ser real!»
Me sobresalté al escuchar pisadas detrás de mí, volteé exaltada con mi miedo desbordante debido a aquélla intimidante presencia y me encontré con sus fríos y sádicos ojos.
—¿Te ha gustado mi bella obra de arte, pastelito?—Pregunta Jack con aires de grandeza.
—¡Monstruo! ¡Aléjate de mí!—Me puse de pie viendo cómo Jack se dá la tarea de acercarse a mí con pasos intimidantes.
Retrocedí hasta chocar con la pared y él me acorraló en esta, me encogí asustada cuando azotó ambos brazos a cada lado de mi cabeza.
—Mi dulce Scarlett...—Susurra con su voz rasposa acariciando mi cabello con suavidad llenándolo de sangre.—Tan hermosa como siempre... No te he olvidado...—
Chillé por su toque.
—Tú me perteneces, no me gusta compartirte.—Besó mi mejilla y al instante comencé a sentirme muy mareada y estuve a nada de caerme al suelo, pero Laughing Jack me sujetó con sus brazos de forma delicada.
Solté un leve quejido de dolor porque al sujetarme enterró un poco sus garras en mi cuerpo.
—Muy pronto, Scarlett. Sólo espera un poco más. Dulces sueños, mi princesa.—Fue lo último que le escuché decir y me desvanecí en sus brazos.
✦ • · .· . .
.· • · . · • · ✦ • · .· . .· •
. .· . · · . * . · .· • . . • ·
* .· • · · . . • . ✦. · ·.
.· . · • . .· * .· • .· • . • · . . .· . . · .· . .· .· ✧ . .· · . .· . • . · · • * .· .✦ • · • . .·
. · · . . ✦ . .· ' .· * . ·
° . * . · • . · * · . ✧ . · • *
. : . · * .· • . · . • . •
¡Hola! ¿Qué tal mis payasitos del mal?
Esta es mi primer historia y espero que le den mucho amor y apoyo ☺️
Sí les gusta no se olviden de votar y/o comentar 😘
¡Saludos y besos! 💋