"TODO VA ESTAR BIEN", esas palabras siempre iban quedar en mi cabeza, las recordaba una y otra vez. Aunque en ese momento apenas podía asimilar lo que pasaba, pensaba que todo aquello era un sueño, o mejor dicho una pesadilla; pero aunque todo estaba mal, esas palabras me calmaban, me sentía muy segura, me sentía protegida, ya sé que suena cursi, pero en una situación donde estas en una completa oscuridad, algo viene así ti y tener la sensación de que en cualquier momento ya no vas a existir, lo único que esperas es que alguien te diga que todo iba a estar bien, bueno..., al menos yo necesitaba oírlo.
Me tranquilicé un poco luego de oír sus palabras de ánimo, me limpié las lágrimas, y guardé aquella nota en mi bolsillo (no necesitaba más amenazas, ya tenía suficiente con lo que estaba pasando). Cuando volví a ver el oscuro pasadizo había una silueta humana, parecía una niña, se iba acercando, cada vez se le podía ver más...
- Vámonos... - le grité a Alex mientras trataba de abrir la pequeña puerta que nos había conducido a aquel infierno - ¡Cerraste la puerta!
- Yo no fui
- Pero tú nos trajiste a este horrible lugar, ¡Todo es tu culpa! - le grité, estaba demasiado asustada y no podía pensar bien, no podía medir mis palabras.
- Solo quería ayudarte - me dijo un poco ofendido por lo que le dije.
- A veces pienso que solo quieres llevarme cada vez más a un encierro, a veces pienso que... no eres... real - le dije un poco más calmada, y con un tono de duda - Solo quiero que esto se acabe de una vez, quiero continuar con mi vida, quiero divertirme, ya no quiero tener miedo, ya no quiero luchar, quiero ser una chica normal, quiero ser FELIZ, es demasiado pedir - le dije soltando unas lágrimas.
- Te prometo que todo va estar bien, todo va a volver a ser como antes, tu vida va a ser normal, de mi cuenta corre que eso sea así.
Asentí con la cabeza, ya no tenía más palabras, y no solo porque tenía un gran nudo en la garganta; eso era un poco absurdo, un chico que apenas conozco me estaba prometiendo algo que ni yo podía conseguir, no lo creo, era inútil que lo metiera en mis problemas, más aún porque él no sabía lo que me había pasado, y lo que creo es que lo dijo para que me calmara para no tener que soportar a una niña llorando porque detesta su vida, sí eso era.
- Ya salgamos - le dije con un tono serio, secando mis lágrimas y poniéndome fuerte, no iba a permitir que piense eso, o que solo me tenga lástima, NO, iba a ser la de antes.
- A donde van... me piensan dejar sola... - dijo una voz proveniente del oscuro pasillo
Volteamos lentamente, era una niña, tenía dos trenzas amarradas con dos ligas negras, un cerquillo que le tapaba toda su cara, tenía la cabeza baja por lo que no pudimos ver bien sus ojos, era una linda niña, tenía las maños para atrás, estaba vestida con un vestido blanco, en realidad era un bonito vestido, parecía un vestido de bautizo.
Estaba atónita quería gritar pero antes que pudiera hacerlo, Alex me dijo al oído:
- Tranquila, no grites, es solo producto de nuestro miedo.
- ¿producto de nuestro miedo?
- no es hora de explicar, solo no la mires a los ojos.
- no me piensan dejar, porque tengo miedo, me está siguiendo... - dijo con una voz tierna y asustada.
- no, claro que no - dijo Alex
- ¿qué haces? - le dije a Alex en voz baja.
- sígueme la corriente... - me dijo guiñándome un ojo.
Asentí con la cabeza
- quién te sigue pequeña - dijo Alex
- él, está molesto, saben..., yo lo hice... yo lo hice... - alzó la voz la niña
- ¿hiciste qué?- le dije
- yo... yo... yo... yo... - dijo con mucho miedo, lentamente fue sacando sus manos y mostrándonoslas, yo..., yo..., yo..., yo lo MATÉ!- levantó la mirada, mostró su horrible cara, una cara indescriptible y horrorosa, tenía los ojos más tenebrosos que he visto, y una sonrisa malvada (esa imagen iba a quedar grabada en mi cabeza).
Me contuve para no gritar, estaba aterrorizada, parecía un zombi, o una muñeca toda despedazada.
- Creo que es hora de irnos... - dijo Alex un poco atemorizado por aquella imagen.
- Como no se me ocurrió antes (sarcasmo) - dije, girando los ojos.
- No hay tiempo para tus bromas, y ayúdame a abrir esta puerta.
- No van a ir a ninguna parte - dijo semejante cosa
- ¡Auxilio!, ¡Ayuda!, hay alguien allí, ayudaaa..., por favor... - dije desesperada
- Nadie nos va a escuchar.
- Debe de haber una forma - En ese momento me vino una idea, ¡LA NOTA!, sé que suena descabellado, pero me ayudó antes, y tenía esperanzas que me ayudara ahora; saqué el papel de mis bolsillos, sentí que había algo envuelto, despacio abrí el papel (además tenía la mano temblorosa).
Cuando pude abrir el papel vi una llave, si, no lo podía creer era una llave, y definitivamente era la llave que habría aquella maldita puerta; puse la llave en la cerradura, giré lo más rápido que pude y abrió:
- Vamos, rápido - le dije
- Claro - me dijo
Estaba muy nerviosa, salí rápidamente y al parecer por eso me tropecé, caí (en serio soy muy torpe), me había doblado el pie, dolía mucho (no entendí porque, solo fue un pequeño golpe)
- Estas bien - dijo algo preocupado, solo un poco.
- Sí..., solo es un golpe
- Segura, te ayudo
- No, no te preocupes - dije tratando de pararme, pero volví a caer.
- Espera, te ayudo - dijo ayudándome a pararme, en ese momento creí que iba a cargarme e iba a llevarme, así como en los cuentos de hadas (deja de ser ridícula). Pero no claro que no sucedería, solo ayudo a parame y me sostuvo en su hombro.
Salimos de aquel lugar, Alex cerró la puerta con llave, luego me la devolvió. Estábamos en el salón tomando aire, yo trataba de calmar a mi corazón acelerado.
- ya pasó - dijo Alex aliviado.
- sí, y ahora que- dije con cierta ironía
- espero que ya se haya acabado
- algo me dice que aún falta.
- mira la puerta está abierta
- espera, no puede ser tan fácil.
- ya pasó todo, no te preocupes, salgamos de aquí y olvidémonos de todo esto.
- es que siento que todavía falta algo, lo siento tan cerca, ¿tú no lo sientes?, porque estás tan tranquilo.
- porque quieres darle tantas vueltas al asunto, no pasa nada.
- no, estoy segura que pasa algo..., me estás escondiendo algo - lo miré a los ojos como antes, tratando de sacarle alguna información, algo me ocultaba.
- no escondo nada, puedes dejar tu paranoia.
- ahora que lo pienso, no me dijiste de donde me conoces, ¿Alex?
- eso no te importa
- por supuesto que sí, no lo sé, pero siento que yo también te conozco de otra parte, te me haces muy parecido, demasiado - dije tratando de fulminarlo con mi mirada
- no tengo por qué darte explicaciones
En ese momento de nuestra discusión, noté que no habían carpetas, no habían sillas, no había nada, absolutamente nada, estábamos solos en un cuarto vacío.
- Qué pasa - dijo al darse cuenta de mi silencio.
- no te das cuenta de que aquí no hay nada
- sí, lo había notado, pero estaba muy ocupado sacándote de tu paranoia.
- Asshh - dije girando los ojos
- Bueno, si tú quieres quédate, pero yo me voy - se dirigió a la perta y cuando estaba por salir, la puerta se cerró ante sus ojos, trató de abrirla pero estaba cerrada.
- te dije que no era tan fácil - le dije acercándome y ayudándole a abrir la puerta.
- puedes dejar tu pesimismo, ya cálmate ¿no?, para ti todo es muy difícil.
- no soy pesimista, soy realista; tú no sabes lo que me pasó, mi vida ha sido un infierno desde que apareció ese ¡MALDITO LIBRO!
- lo sé - dijo despacio.
Me deslicé por la pared hasta hacerme volita, no podía más con lo que está pasando, no podía más con mi vida, no necesitaba más reclamos, no necesitaba más peleas.
- lo siento - dijo agachándose
- No es tu culpa- le dije un poco seca
- Yo sé lo que se siente... - no pudo continuar porque lo corte.
- no, no sabes.
- aunque no lo creas, lo sé y te entiendo, pero no podemos derrumbarnos, "lo que no te mata te hace más fuerte (literal).
Yo seguí sin decir nada, tal vez quería ahogarme en mis lágrimas y por fin acabar con mi ridícula existencia.
- Todo va estar bien, yo lo te prometí.
Asentí con la cabeza, creo que esa palabras "todo va estar bien" son mágicas, no sé porque pero me tranquilizan, me hacen sentir segura.
Todo estaba en silencio, cuando de nuevo empezó a temblar todo, aunque esta vez fue más fuerte y no había cosas que se movieran.
- otro temblor - dije no tan asustada, luego de un minuto calmó
- creo que ya pasó - dijo mientras se paraba
Yo también me paré y caminé unos pasos hacia el centro del salón completamente vacío; miré un rato las cuatro esquinas oscuras, y vi un brillito sobresaliente de una de ellas.
- mira, eso - dije asombrada
Nos acercamos a ver que era, había como una especie de grieta, era un casillero (un casillero en la pared, creo que esa caída me afectó un poco) estaba medio abierto, me quedé un rato mirándolo, luego lo abrí completamente, y sí, creo que la caída me había afectado; dentro de aquel casillero estaba el libro, por supuesto ese maldito libro negro.
- ¡es el libro! - dijo Alex
- como qué el libro, ¿sabes que es este libro? - dije un poco sorprendida, entonces él sabía sobre el libro, pero como, para mía él era un completo desconocido, definitivamente algo me esconde.
- no, no...mm...- dijo, tratando de zafarse de la pregunta.
- dijiste "el libro" como si ya lo hubieses visto antes, me vas a dar una explicación - dije desafiante
- no puedo explicártelo, no ahora.
- porque no, tengo mucho tiempo, tal vez este el resto de mi vida encerrada en este lugar, hay mucho tiempo para conversar.
- no es eso, solo no puedo contarte será mejor para los dos que tal vez nuca lo sepas
- saber qué, admites que ocultas algo, ya me conoces y no voy a descansar hasta saberlo, la mentira tiene patas cortas - dije tratando lo más que pude para que me diga, pero al mismo tiempo me sentí algo mareada, cada vez más.
- por favor no insistas
- sabes, tal vez pasé el resto de mi vida escondiéndome de mi realidad, todo esto me afecta, y todo comenzó con Andrea, porque estoy segura de que todo esto empezó cuando ella desapreció, y aunque traté de hacer lo posible para encontrarla, hasta meterme en problemas, ir a detención, y estar encerrada aquí contigo, aun así me interesa, no sé porque, pero siento que está sufriendo, y que necesita ayuda, quiero ayudarla (chantaje emocional, siempre funciona). Me quedé mirándolo, todo lo que dijera cierto aunque lo había usado como forma de que me dijera, todo era cierto. Estaba tan cerca de él, aun así no pude verle bien, todo estaba que me daba vueltas, empezaba a ver un poco borroso y tampoco escuchaba bien lo que me decía.
- está bien te voy a contar..., yo..., soy... - estaba a punto de completar lo que estaba diciendo cuando, caí, me desmayé.
Después no me acuerdo nada...