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( sexto año )
Genny no sabía qué hacer. Estaba sola en todo esto - verdaderamente sola. Nadie le creyó realmente - ni siquiera Lily, que se había alejado de inmediato y le había dicho que fuera a contárselo a los profesores. Genny mintió - lo que probablemente no fue lo mejor. Pero Genny sintió que no podía contarles a los profesores sobre esto. Al menos aún no. Uno; no sabía si iba a pasar o no, o quién lo iba a hacer. Dos; si algo iba a pasar, Genny sintió que podía hacer que se detuvieran si sabían que no se lo diría a ningún profesor. Y tres; si ninguna de sus amigas le creía, ¿lo harían los profesores? Genny pensó en ir a Dumbledore. Si alguien le creería, probablemente sería él, pero luego volvería a repasar todas las razones por las que no podía y simplemente negó con la cabeza.
Regresó a Hogwarts temprano desde Hogsmeade. Genny estaba molesta con Severus. Había huido, de nuevo. Siempre corría cuando las cosas se ponían demasiado. Huyó de la verdad, de sus amigos, de lo que realmente creía y se conformó con lo que encontró más fácil: ser quien la gente creía que era. Genny no esperaba que él cambiara de inmediato, pero esperaba que al menos lo intentara.
Pero quizás él realmente no lo sabía. Genny vio la mirada en sus ojos: parecía asustado. Pero Genny sabía que eso podía ser de dos maneras: tenía miedo por sí mismo o miedo por los demás. Si no lo sabía o si lo sabía, no importaba - Severus corrió para salvar su propio pellejo. Ya sea porque sabía lo que estaba sucediendo y quién estaba haciendo esto, o porque no lo sabía pero era un Slytherin de todos modos y tenía miedo de lo que sucedería si iba en contra de todo lo que creían las familias de sangre pura allí.
Así que, al final, Genny llegó a una conclusión: ¿podría estar enojada con Severus, de verdad? Quizás, quizás no. De cualquier manera, Genny estaba sola.
En su camino de regreso a la puerta, Genny pasó un diario desechado, y apretó los puños al ver: ¡AGENTE DE OPERACIONES MÁGICAS DESAPARECIDO! Ella no lo entendía: ¿Cómo podía la gente ignorar todo esto? ¿Cuándo los estaba mirando directamente a la cara?
—¡Oye! ¡Oye! ¡Oye, Genny!
Genevieve saltó cuando Marlene le puso una mano en el hombro. La rubia también saltó. —¡Oh! ¡Lo siento!
En este momento, Marlene era la última persona con la que Genny quería hablar. Ella era la encarnación de las "personas que ignoran todo". Pero se volvió para mirarla con una ceja arqueada de todos modos. —¿Qué? —Exigió, y Marles frunció los labios.
Marlene se rascó la nariz. —Oye, mira... yo solo... quería pedirte perdón. No eres aburrida, Genny. Decir eso fue innecesario.
