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( sexto año )
Era bien sabido entre los Gryffindors de sexto año que Sirius Black siempre llegaba elegantemente tarde. Nunca llegaría temprano, o a tiempo, siempre entraba a un salón de clases cinco minutos después de que había comenzado, como mínimo. También era de conocimiento común entre los Gryffindor de sexto año que Remus Lupin siempre llegaba temprano. Nunca llegaría tarde, o justo a tiempo, siempre estaba listo con su equipo en el aula al menos cinco minutos antes de que comenzara, como mínimo. Entonces, uno podría entender la confusión de Genny cuando los dos llegaron tarde juntos.
Era interesante, eso era seguro, mirar hacia la apertura de la puerta de Transformaciones, y que McGonagall observara con mansa sorpresa mientras Sirius y Remus entraban corriendo al salón, luciendo bastante desaliñados como si hubieran corrido todo el camino hasta aquí.
Genny compartió una mirada con Lily y Alice, sorprendida.
Los dos chicos se detuvieron frente a McGonagall, quien los miró con severidad.
—Sentimos llegar tarde, profesora —dijo Lupin cortésmente.
Fueron excusados con cinco puntos de Gryffindor cada uno (lo que provocó algunos quejidos de los Gryffindors en la clase) antes de tomar sus asientos entre James y Peter. La mirada de Genny los siguió mientras caminaban, curiosa. Mientras se sentaban, atrapó miradas con James, e inmediatamente, ella miró hacia otro lado, sus mejillas de piel aceitunada se sonrojaron de rojo.
Lily se dio cuenta y frunció los labios. Genevieve intentó no mirarla a los ojos tampoco durante el resto de la clase. Lily miró a James, quien no podía apartar los ojos de ella. Sintió que se le encogía el estómago al darse cuenta de que había esperado demasiado hasta el punto de que esos ojos ya no se posaban en ella. Parte de Lily deseaba haberse dado cuenta antes, haber conocido a James antes, antes de que lo que tenían se hubiera ido. ¿O realmente había estado allí alguna vez? Parecía que siempre había sido unilateral. Pero esto - lo que había entre Genny y James, no era unilateral. Era un aire de nostalgia que ninguno de los dos actuó con respeto por Lily y West.
Lily frunció el ceño para sí misma y se encontró tomando una decisión. Una vez que la clase terminó, se llevó a Genny a un lado para decirle: —Oye, no necesitas mi permiso para salir con James.
Los ojos de Genny se agrandaron - bastante sorprendidos por la pregunta. ¡Hazte la tonta! Se dijo a sí misma. —¿James? ¿Qué hay de James?
Ante la insensible inclinación de cabeza de Lily, Genny supo que su táctica de hacerse la tonta no estaba funcionando. Entonces, intentó otra táctica. —No quiero salir con él —dijo con bastante rapidez—. Es molesto y arrogante, y... —nop, esta táctica tampoco funcionaba—. Lily... —luego suspiró, frunciendo el ceño—. No quiero que todo sea más complicado de lo que ya es.
