Capítulo 14: El frasco de la suerte

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Escenas anteriores a este capítulo:

Una anciana se aprovecha de la superstición de los  habitantes del pueblo para venderles suerte a un precio muy alto.

En la actualidad:

Robin: Espero que todos hayan aprendido la lección. Ustedes no dependen de la suerte, la suerte depende de ustedes porque son quienes la crean - todos asintieron.

Pequeño Juan: No volveré a caer en supersticiones.

Tuck: Me pregunto por qué siempre es Robin quien nos enseña lecciones y no nosotros a él.

Robin: Siempre podemos aprender, de eso se trata, ¿no?

Marian: Además... Yo les puedo asegurar que Robin ha aprendido muchas lecciones en todo este tiempo - ojeó de forma cómplice a todos, aunque solo una persona del grupo le devolvió el gesto de la misma forma - A propósito - trató de cambiar el tema - ¿A dónde te llevó mi hechizo? Me preocupé cuando desapareciste y no supe de ti hasta ahora.

Tuck: Tiene razón, ¿qué sucedió?

Los dos chicos comenzaron a relatar cómo enfrentaron al Sheriff y sus guardias, los frascos de la suerte y su regreso luego de dejar a todos del otro lado del barranco para poder escapar.

Marian: En ese caso, creo que no pude haberte llevado a un mejor sitio. Me preocupaba que cayeras en otro lugar y que quizá no volvieras.

Pequeño Juan: Pero ya ves que no fue así - rió rascándose la nuca.

Tuck: Oigan, ¿podemos ir a comer algo? Tengo hambre.

Pequeño Juan: También tengo hambre, ¿ustedes igual? - preguntó a Robin y Marian. Ambos negaron.

Robin: Que tal si nos sentamos cerca del puente, así ustedes pueden comer y no van a saber que estamos aquí.

Los dos chicos asintieron y se encaminaron hacia la calle principal de la aldea para comprar algo para comer. Los dos chicos, solos, fueron a las escaleras cercanas al pequeño arroyo que servía a la aldea y se sentaron allí.

Marian: ¿Y entonces? Qué sucedió después de que los frascos cayeran.

Robin: Solo regresamos.

Marian: Ya veo... Sabes - cambió el tema - Pensé en lo que dijiste sobre "cambiarte" y... Creo que debería ser yo la asustada al respecto.

Robin: ¿Qué? ¿Por qué?

No respondió porque los chicos llegaban en ese momento con muchas manzanas en las manos.

Pequeño Juan: ¿Encontramos de qué hablar mientras nos fuimos? - les preguntó.

Robin y Marian: Pues... - se miraron entre sí.

379 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora