Capítulo 23: Atrapado en la aldea

394 31 15
                                    

Escenas anteriores a este capítulo:

A pesar de que el Principe Juan ha impuesto un bloqueo en la aldea, Robin lograr movilizar el oro que han recolectado para un orfanato.

En la actualidad:

Scarlett: Muy bien, ya vimos la cara del principe, la verdad esperaba algo más exagerado.

Marian: Tienes razón, creí que iba a gritar un poco.

Ambas caminaron bajando por las escaleras de piedra.

Scarlett: Acompáñame para despedirme de mi mamá - la chica vestida de azul asintió.

Pasaron por la enorme puerta donde Scarlett se hizo a un lado para que Marian pasara primero, y así lo hizo, habían pocos guardias afuera, como era habitual tras una derrota, bajaron por el lado izquierdo mirando al piso.

Scarlett: Espérame en la puerta y no te vayas - le advirtió mientras corría en dirección a la cocina.

Marian le sonrió mientras la veía alejarse.

Se perdió en sus pensamientos, recordó la carta. Aún estaba en su habitación, esperando para ser enviada. Lo mejor sería enviar a Robin a ese trabajo, nadie lo notaría y no había que preocuparse de que el Príncipe pudiera leerla.

Scarlett: Muy bien, vámonos - siguieron el camino para verse con sus amigos - Anímate - le dijo al verla tan callada - Veremos a Robin - rió dándole codazos suaves, pero la chica no reaccionó, Scarlett prefirió no molestar más, sabía que cuando uno se sumerge en sus propios pensamientos lo mejor que pueden hacer los demás es darle su espacio, este era el caso, Marian buceaba en un mar de incertidumbre y dudas y no tenía intenciones de arrastrarse a la orilla de la calma.

Las fuertes mareas y corrientes le arrastraban a un día único en el pasado. Unos días antes del primer intento del Principe Juan de atrapar a Robin o encontrar su guarida, el primer fracaso de incontables que vendrían después. El día que, por primera vez hubo dudas, ambos estaban asustados, pero ninguno quería admitirlo. El día que tuvieron su primera pelea.

Pasaron apenas un par de días desde que era oficial la relación y habían acordado verse en el bosque. Unos minutos más tarde entraron en una acalorada discusión.

Robin: Sabes que si vinieras conmigo y volviéramos con mi padre podríamos estar en paz.

Marian: Pero sin nuestros amigos... - protestó suavemente en los ojos llorosos.

Robin: Podemos volver de visita cuando sea así que no pongas eso como excusa - bajó el tono, ya no gritaba y ambos respiraban más calmados.

Marian: ¿Quieres que lo deje? De acuerdo, dejaré todo. Es la primera vez que lo digo, pero pídemelo. Pensé que si conseguía odiar esto de veras, yo misma querría dejarlo y eso te haría feliz. Lo que odiaba era no poder estar contigo. Lo dejaré si tú me lo pides, Robin, pero si no, lo único que puedo decirte es que soy princesa y tú un forajido, soy princesa y tú un forajido, soy princesa y tú un forajido.

La tensión cedió en el rostro de Robin, se relajó y terminó sonriendo a Marian.

Robin: No creo que esa renuncia tuya fuera a hacerme feliz. Nunca me ha gustado esta situación, y ahora sencillamente me espanta, pero no quiero que lo dejes. Tú eres princesa Marian, mi princesa y yo te amo.

Las últimas palabras sonaron con eco en su cabeza y regresó al presente livianamente. Llegaron a la guarida.

Marian: Muy bien, ¿lista para una tarde divertida?

Scarlett: Así se habla.

556 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - TerminadaWhere stories live. Discover now