Final

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Marian: La soledad me ha enseñado que el tiempo me pertenece y que el silencio es sabio - suspiró sonoramente y cerró la ventana de la carreta evitando que el aire golpeara su rostro bruscamente como antes - Este viaje no puede ser tan malo, pero sin duda sería mucho mejor si no tuviera a Robin en la cabeza todo el tiempo - se recostó en el asiento mirando el techo divagando entre el movimiento de la carreta - Fuiste mi mejor tiempo perdido, mi acierto más errado, mi desvelo lleno de insomnio, fuiste la claridad más oscura, la suma que terminé perdiendo, fuiste futuro que terminó antes de llegar y fuiste un camino destinado a terminar. ¿Cómo se supone que te olvide después de tanto? Lo nuestro fue tan inesperado que nos encontramos sin buscarnos. Tenías razón cuando me decías que los chicos nos habrían apoyado de haber confiado en ellos, pero todo eso ya no importa ahora, mientras los dos sepamos la verdad nada importa. Es difícil borrar a alguien de nuestro pasado con quien habíamos escrito un futuro, así que es normal que me preocupe por cómo estarás pasando todo eso. Me pregunto qué me dirías si estuvieras aquí, quizá que una de las cosas más tristes de la vida es decirle adiós a una persona cuando en realidad no quieres que se vaya - rió un poco - Casi puedo escucharte. Con el tiempo ambos vamos a estar bien, saber vivir es descubrir que la vida es un rosal en que las espinas hieren. Yo solo sé que fuimos un cuento breve, un cuento breve que leeré mil veces - se levantó de golpe sorprendida - ¿Qué estoy diciendo? - una lágrima silenciosa resbaló por su mejilla y cayó en su vestido - ¿Quién diría que lo que empezó con tanto amor terminó siendo lo que más nos lastimó? ¿Tan complicado es negarte a estar con quien amas solo por tus miedos del pasado? Lo esperé, juro que lo esperé, luché contra mi misma, pero tenía que dejarlo ir. Después todo él parecía feliz sin mí, si no era feliz pudo intentar cambiar las cosas.

El guardia que llevaba las riendas del conductor tosió de pronto y Marian sintió de repente que había escuchado todo, la embargó un sentimiento de vergüenza y prefirió guardar silencio.

Marian: Para las personas es más fácil dejarse llevar y ser auténticas cuando saben que no volverán a verse. Todos tenemos la mala constumbre de valorar algo solamente en su ausencia - volvió a recostarse dispuesta a dormir.

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Robin: Y me podré despedir de ti una y mil veces más, pero seamos realistas, no sé cómo irme. Ni siquiera quiero hacerlo. Al final si eras más fuerte que yo... Qué fue lo que pasó ayer, cómo terminaste tan lejos de repente.

Regresó de pronto al día pasado.

Robin: Si ya no volvemos a hablar recuerda que te quise mucho - fue lo último que le dijo. No tuvo la valentía de decírselo cuando la tuvo enfrente, lo susurró cuando el carruaje estaba ya en marcha y él sobre el primer árbol del bosque, el que comenzaba la espesa selva de Sherwood, bajo la estrepitosa lluvia.

Entró a su cuarto a la mañana siguiente y le dolió no verla dormir cómodamente.

El cuarto casi completamente vacío y sin vida le trajo amargos recuerdos que amenazaban con darle una puñalada por la espalda en cuanto bajara la guardia y estuviera indefenso.

Habían libros en el estante, observó con cuidado cada uno de ellos hasta llegar al final, en dónde había uno que destacaba por su menor tamaño.

Lo tomó y revisó externamente sus páginas. Las primeras se encontraban levemente desencajadas y parecían haber sido usadas, escritas.

Abrió el pequeño cuaderno y con tan solo pasar una rápida mirada a algunas líneas se dió cuenta de que se trataba del diario que Marian había ocultado todo el tiempo.

Las últimas líneas que leyó decían cuanto se había emocionado Marian por verlo. El cuaderno cayó en sus manos en este momento.

Robin: Si ya no querías transtornarte con su recuerdo no debiste venir aquí - se regañó. Levantó la pequeña agenda y la regresó a su lugar. - Te amaré por siempre. Digan lo que digan, haga lo que haga, sufra lo que sufra, duela lo que duela, pase lo que pase, sea como sea, de cerca o de lejos, siempre te amaré. No puedo hacer nada al respecto.

Marian: Te juro que te quiero, te he querido y te querré más que a nadie, pero no voy a intentarlo más - esa fue toda la respuesta que obtuvo cuando aún la tenía cerca.

Robin: ¿Por qué no hice nada entonces? - sus propios reproches tenían sentido, él solo se despidió y la vió irse. No la siguió, ni siquiera con la mirada. Dejó que siguiera su camino.

El ruido de la puerta abriéndose lo regresó a la actualidad, siguió mentalmente los pasos que escuchaba atentamente, parecían acelerados, era lógico, por la lluvia.

Cuando menos lo esperó, sus amigos estaban con él, tuvo que secar las lágrimas esparcidas por todo su rostro aunque ya supieran que estuvo llorando.

Tuck: Robin, nosotros sabemos que es muy complicado todo lo que ha pasado, pero no puede ser bueno quedarte todo el día en la cama.

Pequeño Juan: Si amigo, haz un pequeño esfuerzo para superar todo esto.

Robin: ¿Superar esto? Les recuerdo que es Marian quien se fue - las lágrimas volvieron a salir e inundar su rostro.

Pequeño Juan: Nosotros sabemos cuánto la querías. Si hubieras querido empezar algo con ella te habríamos apoyado.

Robin: Fueron ustedes quienes dijeron que era imposible, ¿lo recuerdan? Perderíamos el tiempo intentándolo - ambos bajaron la mirada - Déjenme solo, saldré cuando esté listo - sus amigos obedecieron y salieron de la habitación - Ella me gustaba - se giró en su hamaca para ver el techo - Era bueno tener un lugar a donde ir cuando las cosas iban mal. Quiero quedarme aquí para esperarte, no me importa si pasa toda una vida, o si dices que no volverás, te esperaré así no lo sepas. Voy a respetar tu decisión y nunca contaré nada de lo que pasó entre nosotros, sé que tú harás lo mismo, si alguien nos pregunta al final solo diremos que algunos secretos tienen bonita sonrisa, ¿por qué no tuvimos una buena despedida? Un simple adiós nunca es suficiente, ya no te puedo decir adiós, te lo dije cuando era triste y definitivo. Al final esto no puedo ser tan malo, porque cuando sueltas y dejas ir, el corazón también vuelve a latir.

Marian: Te vuelves a encontrar y comienzas a vivir. No todas las historias terminan con un final feliz.

 No todas las historias terminan con un final feliz

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Terminado el 11 de mayo del 2021 a las 10:33:29 pm

Editado el 18 de abril del 2024 a las 8:58 pm

1166 palabras 💚💙

Juntos en Sherwood - TerminadaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum