CAPÍTULO 19.La mirada de Asuma

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Era lunes, comenzaba la segunda semana de clases y como siempre, Yamato llegaba temprano, estaba aparcando su bicicleta cuando de pronto sintió que alguien lo rodeaba con un brazo por detrás.

-Yamatoooo -dijo aquella voz muy alegre

-Gai...

-¿¡Te he asustado cierto!? -dijo Gai riendo- hasta has dado un pequeño salto

-Uno ya no puede empezar su día tranquilo -dijo Yamato suspirando

-Vayamos adentro, Asuma y Anko me han mandado el mensaje de que ya están en el salón -continuó hablando Gai mientras forzaba a caminar a Yamato junto a él

-¡E..espera!

-Vamos, vamos, aún es muy temprano

Gai llevó consigo al castaño hasta su salón de clases, donde Anko y Asuma estaban sentados, concentrados y jugando un extraño juego de  cartas. 

-¡Buenos díasssss! -dijo Gai alargando el saludo para llamar la atención de sus compañeros.

En cuanto Anko vio entrar a Yamato, soltó un enorme grito- ¡Yaaaaamato-kun! -se levantó de su asiento, dejando a un lado las cartas, cosa que por cierto le molestó a Asuma. Anko corrió a jalar de la mano del castaño para sentarlo junto con ellos.

De repente la atmósfera se transformó en segundos, Yamato sentía el cuerpo pesado al ver a los otros tres observándole fijamente y con seriedad. Sus ojos eran afilados como los de un gato a punto de cazar. 

-¿Qué demonios es esta atmósfera? -pensó nervioso para sus adentros Yamato- no puede ser...acaso...¿sabrán lo que pasó el fin de semana? -fue lo primero en que pensó el castaño al ver a los chicos con esa actitud. La garganta se le había secado de pronto y tragó saliva, esperando lo peor.

-Bien -empezó a hablar Anko con las manos entrelazadas, recargadas en su mesabanco, cubriendo ligeramente su boca con ellas. Los otros dos mantenían exactamente la misma postura y sus ojos apenas podían verse porque tenían la mirada gacha- ahora que te tenemos aquí, podemos hacerte una pregunta.

-Maldita sea -pensó Yamato

-¿Podrías ayudarnos a escribir nuestros poemas para la clase de Jiraya?

-¿Eh? -pronunció Yamato confundido. Su mente estaba completamente en blanco después de escuchar aquello, había estado tan tenso que tras escuchar eso su miedo se esfumó como el aire de un globo que estalla. Pero lo que remató todo, fue ver a Gai y a Asuma haciendo una reverencia enfrente suyo, suplicándole que les ayudara.

-¡Por favor Yamato-san! -suplicaron los dos hombres al mismo tiempo.

-¡¿San?! -dijo Yamato haciendo su cuerpo hacia atrás, sorprendido por el prefijo con el que se habían dirigido a él. Estaba completamente sorprendido, jamás se imaginó que le pedirían algo como eso con demasiada seriedad. Había estado tan preocupado  que le había empezado a doler la cabeza y con ese dolor se paró de aquel asiento en donde Anko lo colocó y antes de decir algo soltó un suspiro para reponerse de ese sube y baja de emociones.

-No puedo creer que ustedes sean de último año...

-¡Por favor Yamato, sabemos que tu escribes muy bien! -dijo Gai tomándole de la mano.

-Escriban cualquier cosa, no es como si los fueran a reprobar por cometer errores -respondió Yamato algo fastidiado

-¡Por favor yamato-kun! -interrumpió Anko quitando la mano de Gai y poniendo la suya con la de Yamato, acercando su rostro con el de él con ojos de súplica. Se había puesto tan cerca de él que el castaño se puso algo nervioso y se quedó sin palabras para negárseles; además de que ahora quien se lo pedía directamente era una chica y siempre las había respetado por sobre los hombres.

Two boysWhere stories live. Discover now