CAPÍTULO 18. Esa extraña sensación

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-Descuida, no iré más allá de -le susurró Yamato

Kakashi tragó saliva, se sentía como la presa de un león en ese momento. 

-Solo olvidémoslo mañana 

-Si.. -respondió Kakashi sin poder mover su cuerpo de aquella posición.

Yamato cerró los ojos y se mantuvo abrazando toda la noche al peliplata, a quien le resultó difícil conciliar el sueño y tranquilizar el nerviosismo de tener a Yamato rodeándole el cuerpo. Aunque al final, ese cálido cuerpo terminó adormeciéndolo.

... 

A la mañana siguiente, cuando el peliplata despertó, una luz desde la ventana le molestaba  la vista. Ya eran las nueve de la mañana y apenas se iba levantando. Escondió una vez más su cuerpo entre las sábanas y segundos después, al notar un olor diferente al que siempre estaba acostumbrado, recordó que no estaba en su habitación, sino en la de Yamato. Enderezó su cuerpo de golpe y notó que su torso estaba desnudo, fue ahí que se le vinieron los recuerdos de la noche pasada y como si cayera en un abismo, él y su seguridad caían poco a poco.

-No puedo creer que duermas tanto  Kakashi -se escuchó una voz con ironía desde la ventana, era Yamato, quien se veía totalmente fresco y ya con ropa casual puesta. 

Kakashi desvió la mirada, pero enseguida algo lo golpeó en el rostro, era su camisa que había sido lanzada por Yamato.

-Dijiste que hoy saldríamos, te espero abajo -dijo Yamato mientras caminaba despreocupado hasta la salida de su habitación.

-¿Ehh? -pronunció Kakashi sin entender nada- ¿qué acaso no le da vergüenza nada de lo que pasó ayer? -pensaba el peliplata- este tipo está loco

Kakashi se puso su playera y entró deprisa al baño para lavarse el rostro antes de salir, arregló un poco su cabellera con sus manos y salió para volverse a reencontrar con Yamato, quien ya estaba montado en su bici.

-El sol de hoy está perfecto -dijo el castaño levantando los brazos emocionado- ¿a dónde iremos Kakashi?

El peliplata lo miraba un poco desconcertado, aún no podía creer la actitud tan tranquila que tenía Yamato, como si no hubiese ocurrido nada anoche. Fue entonces que recordó aquellas últimas palabras: "olvidémoslo todo mañana", y comprendió un poco la extraña actitud. Pero a pesar de eso, no podía dejar de sentirse incomodo. 

-En realidad no tenía muy bien pensado a dónde ir...

-hmmm.... qué te parece si vamos a comprar un café -dijo Yamato muy animado- después pensamos a dónde ir -sonrió 

-Bien

Los dos tomaron sus bicicletas y se pusieron en camino. Yamato iba delante y mientras Kakashi lo veía por detrás, no podía dejar de recordar la noche pasada. Vio de nuevo en una serie de imágenes muy rápidas el torso desnudo de Yamato y su rostro serio y seguro mientras le besaba. Todas esas sensaciones estaba volviéndolas a revivir, aunque las escenas fuesen muy pocas porque la mayor parte del tiempo mantuvo los ojos cerrados. La imagen de niño tímido que conservaba de Yamato había desaparecido, le parecía que estaba conociendo de nuevo al castaño y que en realidad no sabía nada sobre él; era una persona totalmente diferente a la que pensaba. 

-Es como un monstruo amable -pensó el peliplata

De pronto Yamato frenó de repente antes de llegar a la esquina de una calle. Kakashi perdió un poco el equilibrio pero logró controlar el manubrio de su bicicleta y se detuvo a un lado de Yamato ligeramente enfadado por su acción que casi lo hace caer.

Two boysWhere stories live. Discover now