CAPÍTULO 2. EL CHICO CASTAÑO

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—Ella en realidad me terminó a mi —dijo el peliplata  con un suspiro.

—¡¿Qué?! —exclamaron asombrados todos los de la mesa.

—Kakashi HATAKE —dijo Anko recalcando el apeido—¡¿fue terminado?!, ¡no me lo puedo creer! Debiste haberle hecho algo muy malo a la chica como para que dejara al hombre más BELLO del universo —dijo con ironía. Todos rieron por tal burla. Anko era de las pocas chicas que trataba así al peliplata, de las pocas que se atrevían a insultarlo, golpearlo y ofenderle entre bromas, por eso eran buenos amigos. Así que Kakashi no se tomaba muy encerio sus comentarios y hasta le parecían algo graciosos.

—No tuvimos problemas fuertes, simplemente ella tomó la decisión —Kakashi apoyó sus manos detrás de su nuca y miró al techo, como si recordará aquel momento.

—¿Y te ha dicho por qué? —dijo un chico de lentes oscuros, se llamaba Ebisu, era muy curioso.

—No seas descarado Ebisu ¡Eso ni a mi me lo ha querido decir! —interrumpió Gai, volteando a ver a Kakashi, para ver si el peliplata contestaba a la pregunta. Sabía que era algo indiscreta, pero por dentro también le mataba la curiosidad por saber lo que había pasado exactamente. Sabía que su amigo quería mucho a la chica y que siempre estaban juntos, incluso en vacaciones, el peliplata iba a su casa cada tres días y de vez en cuando le invitaban para salir a caminar o ver alguna película.

Kakashi llevaba saliendo con ella siete meses, había sido su relación más larga y era la primera vez que salía con una chica mayor que él. En realidad ella fue la primera en acercarse al peliplata, eso pasó cierto día en la biblioteca. Estaban sentados en la misma mesa, cada quien haciendo lo suyo. Ella cansada de mantener la concentración, se detuvo un momento y levantó la mirada. Llevaba tanto tiempo inmersa en su libreta y los libros, que no se percató de que un chico de cabello plateado estaba frente suyo. Se le quedó viendo curiosa. Kakashi podía sentir la mirada de la chica, pero se resistía a verla, se sentía realmente incómodo. Pensó que no duraría tanto aquello, pero la chica no le quitaba la vista de encima.

—Eres un chico raro —dijo la  chica con una  risa un poco burlona. Se había puesto la pluma en la boca, y eso le daba un aire de superioridad.

El peliplata finalmente había alzado la mirada. Estaba confundido, esa chica con la que nunca había hablado se estaba burlando de él.

—¿A qué te refieres? —dijo Kakashi

—Es muy raro ver a un chico leer  y pasarse el tiempo en la biblioteca

—¿Y acaso eso tiene algo de malo? —arqueó una ceja el peliplata.

Aquel gesto se le hizo bastante tierno a la chica, como si un niño tratara de hacerse el rudo. Se rió.

—No —contestó ella— me resulta interesante.

Después de eso intercambiaron una serie de preguntas.  Kurimi, se llamaba la chica. 


Así fue como se conocieron, Kakashi desde ese día, se sintió forzado a responder a los saludos de lejos que Kurimi le hacía. Todo mundo se sorprendía de que una chica se acercara tan fácilmente a Kakashi y de hecho él no estaba acostumbrado a que eso pasara. La seguridad con que Kurimi se acercaba a él  terminó enamorando poco a poco al peliplata. Todo mundo se sorprendió, cuando cierto día Kakashi llegó a la escuela tomando de la mano de Kurimi. Sus amigos varones se le lanzaban encima para preguntarle cómo lo había conseguido y cómo era salir con una chica mayor que él. Kurimi pasó su último semestre de preparatoria a lado de Kakashi, pero un mes después, en vacaciones, terminaron repentinamente.

—Como sea Kakashi, hay muchas chicas muriéndose por ti —interrumpió otra chica en la mesa, tenía el cabello corto y castaño, se llamaba Rin. Quería evitar que la atmósfera se volviera incómoda y así hizo que el peliplata evitara la pregunta de Ebisu.

Two boysWhere stories live. Discover now