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En la espaciosa oficina, el sonido constante del bolígrafo al firmar y las páginas al pasar llenaron el lugar. El secretario, Kusakabe Tetsuya, quien se encargaba de dar un informe sobre los últimos eventos en los que la presencia del líder era necesaria, no pudo evitar sentirse incómodo.

Todos eran seres humanos, pero mirando al hombre frente a él, el cabello palatinado perfectamente peinados y los ojos azules sin temperatura... El jefe, Hibari Alaude estaba tan frío que casi no se sentía humano. Honestamente, Tetsuya no lo entendía. El hombre frente a él sólo tenía veinticinco años este año y era tan disciplinado como una máquina.

Metódico y cruel, todas sus acciones eran decisivas, no había signo de dudas ni siquiera a la hora de jalar el gatillo de un arma. Asesinar, incendiar o ser un hombre de oficina frío y dominante, no había nada que no pudiera hacer y todas sus decisiones lo mantuvieron en lo alto de la compañía desde una edad temprana.

Alaude dejó de lado los últimos documentos de su escritorio y dirigió una mirada indiferente hacia el secretario distraído, su ceño se frunció ligeramente, sacando a Kusakabe de su ensueño y con una reverencia educada el hombre abandonó la oficina para continuar con sus deberes.

Una vez en soledad, el rubio miró fríamente a su alrededor antes de deslizar su mirada al ventanal a sus espaldas, pensando en los últimos problemas de la compañía no pudo evitar esbozar una sonrisa irónica. El viejo ha vivido hasta ahora, pero se niega a ceder completamente el poder, entre eso y el trato pendiente con Gesso, así como el próximo regreso del mocoso, los niveles de estrés del hombre no hicieron más que subir. No pudo evitar pensarlo, ¿no estaría bien simplemente matarlos a todos?

Si bien el viejo en casa era un poco difícil, el niño en camino seguía siendo algo posible. ¿No tenía a los padres del mocoso en sus manos? Si le ordenará morir, entonces él no eligira vivir. Sobre Gesso, incluso si el sujeto muere, todavía queda un engendro en casa. Si bien es joven, para llegar a Gesso y ser elegido como hijo de la familia, la prueba no fue menos dura que aquella a la que se sometió su propio hijo adoptivo.

Pero después de todo, un niño siempre es un niño. No importa lo genio que sea, nunca ganará contra un adulto, así que dejarlo al poder no es realmente una amenaza.

Pensando en eso...

Cuando su mente vagaba en territorios peligrosos, un toque en la puerta lo interrumpió. Alaude miró inexpresivamente hacia el origen del ruido antes de dar la orden de entrada, la única persona valiente en toda la empresa era Tetsuya, como secretario más cercano, no lo molestaría a menos que hubiera algo realmente importante.

Mientras el hombre se cuestionaba lo que podría haber salido mal, una pequeña cabeza castaña apareció en la puerta. Grandes ojos cafés miraron alrededor antes de posarse sobre la única persona en el interior de la oficina, el Hibari miró inexpresivamente los brillantes orbes del niño y no reaccionó hasta que el atrevido mocoso corrió hacia él.

Tsuna miró al padre N°1 con emoción antes de aferrarse al muslo del mismo, tal y como aprendió del tío Skull antes de venir. Recordando la mirada amarga del tío Verde, a quien se aferraron para practicar, el niño no pudo evitar guardar silencio por un momento mientras evaluaba la expresión de su padre.

Parpadeando, no captó muchas muecas, pero siempre ha tenido una intuición anormal así que entrecerro los ojos ante el desconcierto de su padre. Detrás de él, un bebé león miró a su pequeño amo correr hacia las piernas del gran villano y se sintió un poco ansioso.

Villanos tan grandes, ¿no son usuales para patear gatitos y bebés? ¿Qué debería hacer si lo siguiente que ve es al pequeño amo volando por los aires luego de una patada? Solo es un león bebé genéticamente modificado, entidades de planes superiores como él tienen una capacidad limitada también.

Seven dad'sWhere stories live. Discover now