Creía recordar al revés y al derecho como nos habíamos conocido, pero de tanto esforzarme por hacerlo me congelé volviendo a mi situación original; ahora me hallaba sumida en un mar de patrañas que para mi mala suerte iban dirigidas a mí, y como supe, toda la culpa recaía en mis hombros por haber sido una despreocupada esposa que nunca supo que su pareja tal vez era un imbécil, y es que en mi defensa yo creí rotundamente que la confianza era una parafernalia intangible que duraría hasta que la muerte nos separase, pero una vez más volvía a ser una tonta con los pies en la luna y la cabeza en otro espacio material desconocido. Mientras me mantenía pensando en aquello, por inercia comencé a desvestirme con la espalda pegada en la puerta a un ritmo lento y aburrido, al mismo tiempo que cuidaba mis espaldas inútilmente, puesto que yo creía saber que un hombre como Taehyung nunca entraría sin tocar a sabiendas de que posiblemente estuviera desnuda a punto de meterme a la ducha, y todavía menos cuando él mismo me lo había ordenado. Entonces mientras pensaba aquello, tres golpes del otro lado de la puerta llegaron a mis oídos logrando sobresaltarme y cambiar por unos segundos mi creencia sobre que Kim no entraría conmigo semidesnuda al baño. Rápidamente me di la vuelta cubriéndome con la primera toalla que se cruzó por mi vista y con una falsa sonrisa abrí la puerta unos centímetros tan solo para asomar mi cabeza.

—¿Si? —inquirí ciegamente con un tono de voz anticuado, casi como si fuese la mismísima reina de Inglaterra contestándole a su más insignificante sirviente. Lo observé unos segundos tan solo para que mi vista hallara algo diferente en él que no percaté en el primer momento de nuestro inesperado encuentro, sus ojos vagaron fugazmente por mi rostro para luego caer hacia sus manos las cuales sostenían algo del cual no presté atención hasta que fue mi primer plano al extenderlo sobre mi rostro.

—Ponte esto —me ordenó estampando la tela de la ropa seca sobre mi pecho como si no quisiera que yo por mi cuenta me acercara para recibirla como correspondía. Lo miré con indignación y molestia ante su fatuo comportamiento que no podía entender puesto que la apática indiferencia de sus acciones me hacía creer que yo lo estuviese molestando al estar en su casa obstruyendo su privacidad; lo observé esta vez con los ojos caídos e intenté decirle algo antes de que me dejara nuevamente pestañeando con desorientación, pero antes de que pudiera hacerlo su voz habló por sobre la mía volviendo a dejarme con la duda en la cabeza y las palabras en la boca—, cuando termines ve a la sala.

Su voz sonó aturdida y su rostro se encontraba en un estado neutro que no me decía nada. Usualmente cuando ves el semblante de una persona puedes deducir o claramente notar su estado de ánimo, sin embargo sentía que aplicar aquello con Taehyung era algo muy difícil en la actualidad, por lo que me sentí algo confundida y aquello me provocó cierta incomodidad al no saber si realmente quería que estuviera allí o si estaba rogando con que me marchara de una vez por todas en su interior y yo no me daba cuenta. Se giró nuevamente dándome un perfecto plano de su ancha y masculina espalda alejándose de mi cercanía para luego perderse al salir del pasillo. Observé detenidamente lo que parecían ser unos pantalones bien doblados de tela aterciopelada de un color oscuro junto con lo que parecía ser una sudadera grisácea con unas letras un tanto extrañas que no me detuve a revisar con cuidado, sobre mi pecho abracé la tela de aquella ropa intentando encontrar calor que por supuesto no me proporcionaría ya que estaba aún empapada; me adentré nuevamente en el baño y soltando un nuevo suspiro dejé todo de lado para por fin darme una ducha caliente. Aquella ducha me relajó, me hizo pensar en lo fabuloso que sería quedarme allí sin tener que volver a preocuparme por lo que parecía ser el fin de mi vida, pero cuando de pronto y sin freno mis cabeza volvió a la tierra mi cabeza colapsó en un mar de preguntas sobre Kim. ¿Qué hacía en Seúl? ¿Por qué se molestó en sacarme de esa tormenta? Usualmente pensaría que solamente fue una coincidencia habernos encontrado, pero que él haya venido hacia a mí con esa expresión seria me hacia creer que posiblemente estaba aquí por mí, por lo terrible que había sido nuestro desenlace como amigos, si es que realmente lo fuimos, puesto que nuestra relación era un tanto peculiar y nuestro trato únicamente promiscuo. El agua se volvió el segundo plano de mi ambientación cuando yo sin poderme contener me abracé a mi misma solo para volver a llorar como una adolescente, sollocé sin pudor y mientras lo hacía me apoyé en la fría pared de la ducha que me proporcionó un incómodo escalofrío. Me daba cierta vergüenza llorar en un lugar con tanto eco como aquel baño, sin embargo las ganas que tenía de soltarlo todo me hacían sentir insignificante e indigna. Sinceramente ya no sabía con exactitud porqué lloraba, puesto que lo único que me hacía cerrar los ojos y arrugarlos era Taehyung porque me había incomodado de sobremanera su actitud y hallaba la desesperación en mi pecho como reacción a ello, sin embargo pensar en Jaehyun me hacía sentir despreciable otra vez y con muchas más razones lloraba en mi soledad.

𝑰𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑹𝒂𝒊𝒏 𝑻𝒐𝒈𝒆𝒕𝒉𝒆𝒓 | 𝑲𝒊𝒎 𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈 +18 ©Where stories live. Discover now