desnudArte | Albalia

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"¿Te apetece una cervecita por el centro cuando salgas? Hace un día buenísimo"

Alba sonrió ante el mensaje y no tardó nada en confirmarle a Natalia el plan. En realidad, cualquier excusa era buena para compartir un ratito juntas. No tardó mucho en localizarla sentada en una de las terrazas atestadas de gente disfrutando del afterwork.

- Hola, Albi – saludó con una vocecilla adorable, para después dejar un puñado de besos en su boca.

- Hola, bonita.

- ¿Cerveza? – preguntó, avisando al camarero.

- Por favor – afirmó con un suspiro.

- ¿Un mal día?

- Un día movidito. ¿Qué tal tu sesión?

- Uy, esa sí que ha sido movidita – agitó las cejas-. Menudo peligro tenía la fotógrafa. A su lado casi no se te puede considerar a ti especialita, Albi. ¡No sabes lo a saco que iba!

- La he escuchado hablando de eso en la cafetería.

- ¿A Carla García? ¿De mí? – se sorprendió la morena.

- Sí, babeando. Que no la culpo, oye, pero daba un poco de vergüenza ajena.

- Me ha hecho sentir súper incómoda toda la sesión, la verdad. Estaba deseando terminar, me miraba como si fuera un trozo de carne – puso una mueca de desagrado.

- ¿Como yo al principio? – se mordió el labio.

- Mucho peor, imagínate – enfatizó-. Le voy a decir a Sabela que no quiero cruzármela más. Con una fotógrafa especialita tengo bastante, ¿sabes?

La morena rio ante su propia ocurrencia, pero frenó al ver la cara seria de la fotógrafa.

- Que lo digo de broma, ¿eh? Eres ex fotógrafa especialita – aclaró, sin conseguir demasiado efecto en la expresión de la rubia.

Natalia atrapó con los dedos de la mano de la otra, entrelazándolos con los suyos.

- ¿Te ha molestado?

- No, no es eso... - aseguró Alba con un movimiento de cabeza, restándole importancia.

- ¿Entonces? ¿Qué te pasa? – alzó las cejas Natalia, expectante.

- ¿Si te hago una pregunta me dices la verdad? – tanteó la rubia.

- Claro, Albi. ¿Qué clase de pregunta es esa? – frunció el ceño.

- ¿Crees que me he vuelto una blanda desde que tú y yo...? – emuló la opinión de su compañera de profesión.

- ¿Cómo?

- Es que Carla, aparte de hablar de ti, también ha dicho cosas de mí, en tono de burla por mi cambio de actitud y... - dejó la frase sin terminar, dejando que la modelo intuyera el resto.

- ¿En tono de burla por qué? - quiso saber Natalia los detalles.

- Bueno, como diciendo que ya no soy tan exigente, que estoy perdiendo mi sello, sobre todo contigo... - relató, mordiéndose el labio a la vez que jugaba con los dedos de la morena, clavando allí la mirada.

- Esa chica te tiene una envidia que no puede con ella, Albi – sentenció la morena-. Y está en ese espiral de "cuanto más retorcido, más vendo" que tú sabes perfectamente cómo absorbe y cómo te hace perder la perspectiva de lo que está bien y lo que no.

- ¿Eso crees? – musitó, Natalia le robó un beso mientras asentía.

- Estoy segura. Tu trabajo sigue siendo excelente. ¿O te ha dicho Noe lo contrario?