Las brujas de todas las dimensiones (Yu-Gi-Oh Arc-V)

Nuevo orden

Yuya: creo que será mejor si sólo yo salgo mañana – Dijo mientras salía del baño sólo con una toalla que le cubriera el cuerpo, estaba cada vez más desinhibida con Yuri, y ella lo notaba, aún si estaba frente a una computadora, intentando sacar datos sobre lo que planeaba Leo

Yuri: conseguí sacar un par de datos de los archivos secretos de Academia. Las invasiones a syncro, ritual y standard ya se están planeando, aunque aún no hay un orden claro, ni hay mucho consenso sobre a quién invadiremos primero – Esa información no sorprendió a Yuya, así como tampoco había sorprendido a Yuri. Esas invasiones tomaban mucho tiempo para planearse, y los que debían discutir a quién invadir primero debatían demasiado, en lugar de sólo atacar - Y sí, creo que es una buena idea si sales tú sola mañana, es más probable que te digan en dónde se esconde tu padre – Dijo mientras admiraba el cuerpo de Yuya mientras esta sólo llevaba toalla, Yuya se cruzó de brazos, sonrojándose por la actitud de Yuri

Había tenido bastante tiempo para cuestionarse el beso que esta le había dado, y lo cerca que ambas parecían estar desde un punto de vista romántico (y sexual), y, la verdad, todo derivaba en que parecía que le gustaba Yuri, casi tanto como a Yuri le gustaba Yuya. Yuya había concluido en que era bisexual, tanto como Yuri, pero aún no se sentía preparada para enfrentarla en ese sentido, y Yuri lo sabía, e iba tan despacio como podía...

Yuya: se rehúsan a hablar mientras que estés presente, creen que me manipulas, y que estoy siendo controlada. Me acercaré y fingiré necesitar ayuda; lo apuñalaré por la espalda cuando menos se lo espere – Dijo con una sonrisa venenosa, una que Yuri sabía cómo dar. Yuri sonrió, pero con orgullo, y algo de lujuria...

Yuri: bien hecho, Yuya. Estoy orgullosa de ti – Dijo acercándose para besarla. Desde aquel primer beso, se besaron un par de veces más en las que Yuya no la rechazó, pero tampoco hizo más avances como sí lo hizo esa noche

Yuya: tu fuiste sincera conmigo, fuiste honesta, nunca me mentiste ni me traicionaste. Sólo tu mereces mi confianza ahora – Dijo abrazándola con más fuerza, y dándole un beso que iba un paso más allá, que era más lujurioso, más hambriento, y más lleno de ese vínculo que las hacía tan felices. Yuri gimió por el efecto de la sorpresa, y acarició la espalda baja de la originaria de standard