Feels Right - Chaennie

~ Capítulo 14 ~

Rosé y Jennie terminaban de pintar las paredes dentro del local, por fuera es un coló rosa pastel y por dentro es un color blanco, con toques de negro. Llevaban toda la tarde limpiando, restaurando y pintando, nadie dijo que sería fácil.

Rosé estira un poco su espalda viendo a Jennie tan concentrada que hasta saca la lengua a modo de concentración, Rosé sonríe mientras sigue.

Al cabo de unas horas y un poco de limpieza, poco a poco durante la semana de restauración, el local se parece un poco más a un lindo lugar de comodidad, en el cual podrías pasar horas con amigos, familia o tu pareja.

Rosé sonríe al terminar de pintar, mientras Jennie sigue acomodando diferentes muebles y mesas. Lisa y Jisoo se encontraban en la cocina, traían algunas cosas para la creación de café, un horno antiguo de la mamá de Rosé y algunos utensilios.

––Ahhh.. Me duele la espaldaaaa – Rosé se quejaba estirándose.

––Es la edad...–

––Lisa tienes más años que yo, no hables –

Lisa solo le sacó la lengua, mientras seguía trayendo algunas cosas más. Hoy era el último día de restauraciones, abrirían el lunes próximo y estaban a viernes.

Rosé y Jennie por fin sentían que sus esfuerzos daban frutos, al ver el edificio y lo hermoso que estaba quedando no puedo evitar que sus lágrimas se juntaran alrededor de sus ojos. Estuvo conteniendo las lágrimas, hasta sentir el cuerpo de Jennie abrazarla por detrás.

––¿Lo ves Rosie? ¡Este lugar es increíble ! –

Rosé asintió rápidamente, dando vuelta su cuerpo abrazando a Jennie.

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Rosé se encontraba ansiosa, dando vueltas en la cama que compartía hoy con su novia, la cual se había dormido hace rato. Mañana se levantarían temprano a la mañana para abrir el café, los niños de la escuela habían pasado los anteriores días, preguntando cuando abrían, eso hacia que Rosé sonriera brillantemente indicando sus horarios, dejando a los niños muy felices de que por fin abriría un café cerca de su escuela.

Al moverse un poco Rosé siente la mirada de su novia en ella, se sintió mal al despertarla, pero cuando iba a mencionar algo siente a Jennie abrazarla con fuerza mientras enredaba sus brazos y piernas alrededor de Rosé, la cual devolvió el abrazo, tranquilizando su cuerpo y descansando al fin.

A la mañana siguiente, Rosé entraba rápidamente al local, lista para preparar lo que cualquier chico o chica pidiera.

Al transcurso de la mañana, la cual se llenaba de diferentes niños de edades diferentes o hasta los mismos padres, quienes descansaban por unos minutos con un pequeño café y una agradable charla.

Todo trascurrió excelente, hasta que llego la hora de cerrar, Rosé y Jennie pasaban de mesa en mesa para limpiar, encontrándose a un pequeño niño sentado en una de las mesas.

Rosé se sorprendió, eran casi las siete de la tarde y el sol se ocultaba rápidamente, y ese niño no pasaba de los cinco años. Cuando Rosé iba a decir algo, Jennie se adelanto, en dirección donde el niño estaba.

––Heyy, holi, me llamo Jennie – Jennie decía, llamando la atención del niño.

––Holaaa – el niño decía, sacudiendo su mano y sus piecitos en señal de saludo.

––¿También quieres un café? –

––¿Cafe? Creí que aquí vendían gomitas –

––Que en la entrada se vea un gran cartel de gomitas no quiere decir que eso vendamos aquí, supongo que no tiene mucha lógica – Jennie decía sentándose al frente del niño.

––No, no lo tiene –

––Umm ¿viniste con alguien? –

––Si, mi mamá venía conmigo, pero después vi la gran gomita y decidí entrar, seguro me esta buscando –

Cuando Jennie iba a decir algo se ve a una mujer entrar desesperada, claramente buscando al niño, quien corrió hacia su madre, despidiéndose de Jennie y Rosé, la cual se mantenía un poco al margen.

––Eso fue raro...– Rosé decía ordenando lo último para poder salir de allí e ir a sus respectivas casas.

––Si, pero ese niño me cayo bien, espero nos visite – Jennie decía, terminando con lo suyo, mientras esperaba a Rosé.

Rosé solo asintió, sin agregar mucho, eso había sido muy random, pero sabia de sobra que Jennie se llevaba bien con cualquier niño o niña, tenía algo que a los chiquitos les encantaba y la adoraban al instante, sería una excelente madre en un futuro y Rosé deseaba ser con ella con quien tuviera la suerte de tener un hijo, en algún futuro.

––¿Estas lista para ir? – Rosé tendió su mano, la cual tenía unos guantes evitando el frío.

––Vamos –

Jennie se agarro a la mano de Rosé, mientras salían del local, caminando hasta el barrio donde vivían. Si el local daba resultados y todo salía bien, Jennie y Rosé encontrarían un casa cercana al café, todavía no había apuro, pero la idea de finalmente vivir una con la otra le encantaba de sobremanera a ambas.

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Rosé se preparaba mentalmente para su cumpleaños número 20, no sabia que regalo le podrían dar, tenía todo lo que deseaba en la vida, nada podría hacerla más feliz. Este sería su primer cumpleaños que pasaba con Jennie, sus anteriores cumpleaños solo eran ella y sus padres, se limitaban a regalos y un pequeño pastel que sus padres le regalaban, Rosé solo intentaba sonreír para que sus padres no lo tomaran a mal o  algo, pero este año sería el mejor.

Se preparaba para acostarse en su cama, hoy dormiría lejos de su novia ya que ella misma le había dicho que prepararía una sorpresa para su cumpleaños y que tendría que esperar.

Cuando finalmente Rosé se acostaba, sintió el teléfono sonar con el tono que ella tenía para Jennie, atendió rápidamente.

––¿Jen? –

––Te estoy esperando Rosie ¿te olvidaste de nuestro secreto nocturno? – Rosé podía sentir la sonrisa de Jennie a través del teléfono.

Rosé confundida, pero con una sonrisa en el rostro camina hacia el patio, poniéndose una gruesa campera encima. Deja el teléfono a un lado mientras camina hacia la valla.

––Cruza Rosie – Rosé siente la pequeña voz de su novia al otro lado.

Rosé no lo piensa al saltar la pequeña valla, encontrando a Jennie, tapada hasta las orejas, con las manos en sus bolsillos.

––Jennie?...–

––Feliz cumpleaños Rosie Posie – Jennie decía abrazando y colgando sus pies por la cintura de Rosé.

Rosé sonrió, agarrando a su novia, mientras le devolvía el apasionado beso.

––Antes de que me olvide, toma es mi regalo – Jennie sacaba una pequeña caja.

Rosé la abrió, encontrando adentro unas llaves, con adornos colgando.

––¿Para que es amor? –

––Es de nuestra casa...–

––¿Qué?! ¿¡Jennie pagaste tu sola una casa?! No es justo yo podrí- –

––No, no fui solo yo, tus padres, Lisa y Jisoo ayudaron con el pago, es una pequeña casa amueblada cerca del café, no es la gran cosa, pero al lado tuyo creó que podría llamar hogar hasta este patio –

Rosé sonrió besando los labios de Jennie, mientras sentía la nieve caer en sus rostros y un pequeño viento pasar, abrazo a Jennie más contra si misma, dejando el tiempo pasar  solo disfrutando de estar junto a el amor de su vida en el mejor momento de su vida.