CAP 17

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*adivina quién canta🤭* ❤️

3 meses aquí.

Llevo tres meses en La Jolla. Mi papá es muy amable y lo amo. Sandy, ella quiere ser mejor conmigo de lo que fue su madrastra con ella. Y lo acepto. Todavía en las noches recuerdo a mi pelirrojo. El dolorosos, pero ya no tanto. Lo recuerdo con la sonrisa que me sacaba siempre.

Es de mañana y decidí ir a la playa, tuve un día muy lindo. Ya es de tarde. Regrese a casa y ví a mi padre leyendo  "El Decamerón".

—Así que El Decamerón. Es bueno lo leí hace años. -dije caminando hasta el-.

—Es de mis favoritos. -dijo sonriendome-. "Unas palabras amables, un libro cálido y una sonrisa honesta pueden hacer milagros". -dijo sonriendome más ampliamente-. Eso lo dijo William Hazlitt y tiene razón.

—Si, si la tiene todo lo que traía el primer día se esfumó. -dije feliz-.



5 meses
Sandy no me deja sola. Le he contado de mi perdida pero sin lujo de detalles, es la novia de papá pero no mi mejor amiga. Papá trabaja en la empresa y tiene que salir, pero llega en la noche con tiempo para mí. Extrañaba tanto estar con mi padre. El llegó muy feliz y saludo a Sandy después a mi.

En su despacho hablé con el de nuestro día.

—Ana es la primera vez en nueve años que me necesitas, me alegra estar contigo. -dijo viendo la ventana-.

—Durante nueve años te he necesitado papá. -dije seria-. Solo que hace meses te volví a necesitar y me arme de valor y vine.

—Ana lo siento Bambola pero mi trabajo. -vio apenado la ventana-.

—Tranquilo papá yo te entiendo, la gente tiene prioridades ignorando sus otras prioridades. -dije algo molesta-.

—Ana entiende que fue doloroso. -dijo alzando la voz-. Perdí a la mujer que me apoyo tantos años, la mujer que me dió el regalo más bonito de todos. La mujer que fue mi esposa.

—Y yo perdí a mi madre. La mujer que me arreglaba el cabello, que me cuidaba de la gente, que me daba besos de buenas noches, la mujer que me dió su amor incondicional. -dije apunto de llorar-. Y sin creerlo un mes después perdí a mi padre.

—Ana… cariño yo lo siento pero el dolor no me permitió ser igual. -dijo triste-.

—A las semanas de ser el funeral de mamá dijiste tengo trabajo fuera del país regreso en un mes. -dije triste-. Le dije a Olga que yo ahora cuidaría de ti, te prepare una cena. Y resivi una noticia de otro viaje de un mes. Y al mes resivi otro y otro. Me rendí en el quinto mes. Sabía que ahí se acababa. Necesite a mi padre cuando el chico que me gustaba
me rechazo, cuando tenía que llegar con mi padre en el baile padres e hijas. Cuando tuve mi primer baile y cuando tuve mi primera cita. No digas que no te he necesitado por qué lo he hecho.

Papá se levantó y se acercó a mi intimidante. Me vio con los ojos completamente neutros. Beso mi cabeza y me abrazo.

—Soy un imbécil, me perdí la etapa más importante de mi bambola. -dijo con lágrimas en los ojos-. Tu madre me hubiera matado. Soy un egoísta, eres lo que más amo, eres mi mundo. No existe nadie que me haga feliz como tú. Eres mi bebé. Ana disculpame en serio.

—Papà no pasa nada, okey. Te amo y si el dolor fue incontrolable. -dije abrazando a papá-.

—Te amo Ana Harris. Mi niña. -dijo besando mis manos-.

Esa plática con papá la tenía guardada desde los 10 años.

Salimos a comer a el Duke's. Amaba comer en ese restaurante. Comida típica de Hawaii. Papá en serio me quería.

ONE BAD DAY Where stories live. Discover now