Capítulo 7 : Doctor.

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-Si, ¿Por qué no lo estaría?

-No lo sé - respondió, se había cambiado el traje que tenía cuando esa tal Mara había venido. Tenía un traje azul marino y la camisa de adentro era blanco y su corbata de un azul más claro. Ese hombre sabía como estar impecable.

-Solo quería decirte que... ¿Por qué no llevas tu anillo de compromiso que te di?

-Porque no quiero.

-Bueno lo tendrás que llevar ahora en adelante. - dijo mientras tenía sus manos dentro de la bolsa de pantalón. - A lo que venía mañana a las ocho de la noche cenaremos en la casa de mis padres. Alberto te llevara a comprar vestidos y Rosa te acompañara. Yo ahorita me estoy yendo a trabajar, lo que necesites aquí están ellos.

Cedió media vuelta y se fue.

Me pare con mi hermana en brazos y me la lleve de allí, ya era tarde y ya seria la hora de la cena y estaba cayendo el fresco.

Le di mi hermanita a Alejandra que la fue a acostar en su cuarto.

Alberto me había dicho que me llevaría de compras con Rosa, me arregle lo mejor que pude, así que salimos. Alberto se aparco en un edificio de una hermosa Butik. La puerta era de cristal, baje del auto en compañía de Rosa. Alberto se fue, diciendo que vendría por nosotras en un par de horas. Con nerviosismo entramos a la Butik una mujer de mediana edad me miro con una gran sonrisa y con muchas disponibilidad.

-Buenas tardes bienvenidos a la Butik de todo es posible. ¿En qué les puedo ayudar?

-Venimos de parte del señor Wilson. - contesto Rosa con una sonrisa tímida.

-¡Oh por supuesto, por supuesto! ¡Que despistada de mi parte! ¡Pasen pasen! ¡Bienvenidas! - dijo jalándonos de las manos con delicadeza llevándonos a unas sillas cómodas como de un color oro y lo almohadazo donde nos sentamos tanto el asiento como el respaldo de color morado y alado de este un sillón blanco - siéntense, el señor Wilson me dio tus medidas y tengo ropa, vestidos, pantalones de vestir, Gens, lencería, zapatos, sandalias, tacones, joyería, todo lo que quieras a se me olvidaba también me encargo ropa de bebe de cinco meses.

-¿Todo eso? - pregunte alucinada.

-Si, y de lo mejor me lo pidió, aquí compra su ropa hace los pedidos y lo hacemos, me resulto raro que me pidiera ropa de dama. Pero no se diga más. ¡Perdón por ser tan desconsiderada! Soy Mónica Rodríguez.

-Mucho gusto - salude - Soy Yuliza Walker y ella es... - apunte a Rosa - Es Rosa.

-Un gusto - se acerco y nos saludo de beso a ambas. - Yuliza ven conmigo - me levante de la silla - tú te probaras toda la ropa que está en una hilera detrás de esas cortinas y conforme te lo pongas sale para ver cuál te queda mejor y te lo llevas ¿estas lista?

-No. Pero está bien.

Me llevo donde estaban las cortinas blancas y apenas pase por ellas, lo cerró para darme privacidad. Camine por las hileras de ropa todo estaba en orden. Blusas, pantalones, vestidos, ropa deportiva, tenis, tacones, sandalias, bolsos, accesorios, lencería.

¡Wow esa mujer dijo que Raúl les había dado mis medidas! ¡Que pervertido era ese hombre!

Trate de no imaginarme a Raúl mirándome analizando mis tallas para dárselas a esa mujer o peor aun buscando entre mi ropa para saber mis medidas. Una a una las prendas fueron cayendo mientras mi mente divagaba y analizaba a mil por hora. Decidí ponerme una blusa azul con un pantalón de vestir negro y Salí para ver que tal.

-No me gusta - comento Mónica.

Así fueron pasando, vestidos, faldas, y todo lo que había en ese cuarto, todo paso sobre mi cuerpo y las miradas de Mónica y de Rosa tanto de aprobación como de desagrado pero al llevar a la lencería.

Compromiso a la fuerza.Where stories live. Discover now