Compromiso a la fuerza.

Comienzo: Isabel

El capítulo está narrado en tercera persona.

Isabel se sentía algo abrumada con todo lo que le ha pasado en su vida. Miró la noche con tristeza, mientras caminaba por la calle, tomo su café que había comprado y la copia de su currículum. Eran pasadas las 11 de la noche, había sido un día muy duro. Estaba cansada de pedir trabajo y siempre la rechazaran, así que había decidido no regresar a casa desdichada y molesta como lo estaba. Después de un día llena de fracasos.

Sus abuelos eran de nacionalidad americana, al igual que su madre, a su padre lo conoció en México en una de sus tantas vacaciones de verano.

Isabella (su madre) decía estar enamorada de aquél hombre y que deseaba casarse, el padre de Isabella se opuso al igual que la madre pero después de un tiempo decidieron que era lo mejor para su hija y que querían que fueran felices, Armando el enamorado de Isabella se la llevo a vivir a México, tenía un buen empleo al menos el suficiente como para todos sus caprichos y una vida de calidad como la que llevaba en estados unidos.

Sin embargo no todo era color de rosas, sus padres discutían mucho respecto a sus visitas a sus abuelos.

Isabel, había nacido en estados unidos, ya que nació prematura, se le adelanto el parto en una de sus visitas de su madre a sus abuelos. Por supuesto esto no le cayo muy bien a Armando. Ya que Isabella no le había dicho que los iba a visitar.

Desde ese momento Armando, controlaba y manipulaba a Isabella, el gran amor que una vez había existido ya no estaba.

Isabella aguantaba golpes, gritos, insultos e incluso humillaciones, cuando su hija Isabel cumplió la mayoría de edad le había sugerido a su madre que se fueran y que dejarán a su padre. Isabella se reúno diciendo que lo amaba más que nada en el mundo. Y fue la peor equivocación de su vida.

Ya que meses después había muerto de un mal golpe de su marido.

Isabel no lo soportó y se fue de casa, ella estudiaría la universidad fuera del país. Con sus abuelos, al menos ese había sido su plan inicial hasta que se enteró que habían fallecido, su abuela de un infarto y su abuelo de tristeza.

Su tía Meridia que no podía tener hijos, le contó sobre su herencia que ellos habían dejado, tanto a ella como a su madre, hasta que Isabel le contó lo sucedido. Meridia lloro a su hermana mayor.

El testamento que era de Isabella, posteriormente se paso a Isabel.

Ella se quedo en casa de su tía Meridia, mientras estudiaba la universidad, y luego se puso a buscar empleo.

- No tienes que hacerlo cariño. Tienes una pequeña fortuna, y bueno tu eres... Mi hija, así que...

-lo sé tía, pero... Quiero sentirme útil.

- como desees. - dio por terminada la conversación Meridia ya que sabía que era testaruda al igual que su difunta hermana.

Isabel siguió caminando hasta que de pronto vio salir a dos hombre de un local a lo lejos vestidos de traje, los dos se miraban hasta que... el que le quedaba de cierta forma de frente, golpeo al que le quedaba de espalda.