Capítulo V

10.1K 732 287
                                    

De repente, mi visión fugaz de la pesadilla del misterioso desconocido se cruza por mi rostro. La llama se apaga, quedándose la vela congelada en el tiempo.

- ¿Vas a hacerme daño? - Sueno más alarmado de lo que me esperaba.

- Mierda... es verdad. El acuerdo.

¿Acuerdo?

- Oye Derek, yo te quiero... pero no se si deberíamos...

- Stiles, lo siento... - Me interrumpe. Parece nervioso, como si no pudiera controlar la situación. - No puedo.

¿Qué?

- Es decir, no deberíamos estar juntos. Soy horrible y seguramente querrás dejarme.

¿¡Qué!? ¡No! Iba a decir que deberíamos ir más despacio. ¡Lo que no quiero es dejarte!

- ¿A qué viene esto?

- Por favor, Stiles...

Una necesidad de saber de todo me invade el cuerpo con brusquedad. ¿Porqué tanto secreto? ¿Qué hay en la puerta? ¿Porqué quiere dejarme? ¿Qué es lo del acuerdo?

- ¡Déjate de "por favor"! Solo quiero que me expliques que es lo que pasa.

- No puedo.

Joder, que exasperante.

- ¿Porqué?

- Porque prefiero que me sigas hablando a que me odies por decirte como soy.

- Eso no lo sabrás hasta que no me lo digas. - Frunzo el ceño. Realmente estoy un poco molesto, por el simple echo de que pide confianza cuando él no me cuenta nada. 

Le veo, y justo cuando duda por una fracción de segundo, me echo a correr y escapo de la biblioteca.

- ¡Stiles, no!

Ya sabe a donde voy. 

Subo las escaleras, acelerado y nervioso. Por fin llego a la puerta violeta.

- Adelante, abre la puerta. 

Por un momento me extraña su comentario, pero después me percato del detalle.

La cerró con llave.

- ¿De veras quieres saber?

- ¿Tanto se me nota? - Intento ser sarcástico porque aún estoy molesto. Él se pasa una mano por el pelo. Eso se lo he visto hacer antes. Significa que está enfadado y nervioso.

- Está bien. - Cede. - Pero firma esto. - Me dice ofreciéndome un papel y una pluma

- ¿Qué diablos es esto? - No paro de fruncir el ceño, hasta tal punto que me molesta.

- Un acuerdo de confidencialidad.

- ¿Para...?

- Para cerciorarme de que esto no sale de aquí.

- ¿Tan confidencial es?

- Si. Debo enseñarte dos cosas: Una de ellas arruinaría mi vida y la otra puede llevarme a la muerte.

"E-xa-ge-ra-do" Vacila mi subconsciente.

- Es broma, ¿no?

- No. - Y su simple palabra me hace palidecer por el miedo y la tensión reflejada en ambos. Sus ojos no son verdes, no..., la oscuridad de su rostro ocultan su bello color hasta convertirlos en algo perverso.

- ¿Crees que diría algo a alguien? No soy ese tipo de personas que van sacando los trapos sucios de la gente...

- De acuerdo... - Consigue pronunciar a regañadientes. - Pero júrame que si te lo muestro y quieres irte, antes firmarás el acuerdo.

50 Triskeles: De Hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora