Planes y Proyectos

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La tarde era brillantemente luminosa ese día, Juliana lo notaba mientras veía por la ventana del auto de Valentina mientras ésta la llevaba rumbo a su casa luego de la comida con Lucía, el tráfico estaba pesado y el camino era largo desde la zona residencial donde vivía la madre de la pintora hasta la casa de la joven chef, aprovecharon el tiempo para seguir platicando de sus impresiones respecto a la reunión y la reacción de Lucía al ver la interacción entre las dos chicas. Ambas estaban seguras de que todo había ido de maravilla. Valentina se sentía muy aliviada por sentir el apoyo de su madre respecto a su amistad con Juliana, no es que pensara que Lucía tendría algún problema con eso, pero era normal que se sintiera un poco insegura al respecto, esto también era nuevo para todas las involucradas.

Durante el recorrido, la joven chef empezó a sentirse un poco melancólica porque su día en compañía de su hermosa pintora de ojos color océano estaba por llegar a su fin por culpa de los pendientes que tenía la morena por hacer en casa, luego de pensarlo un poco Juliana le pidió a Valentina con un algo de timidez, que la acompañara a su casa hacer sus tareas domésticas pendientes, realmente aún era temprano y su mamá igualmente no estaba en casa, ya que se encontraba trabajando. La morena no quería poner a la artista en una situación incómoda, pero realmente aun no quería separarse de ella.

Valentina se permitió dudarlo un momento, no conocía la casa de Juliana y sabía que no era precisamente bienvenida, no por la joven chef, sino por su madre, pero ya que Juliana aseguraba que su mamá no estaba y que no llegaría hasta por lo menos dentro de unas tres horas, aceptó acompañarla, de verdad quería seguir disfrutando de su compañía y entendía que la morena no podía dejar sin hacer las tareas domésticas que tenía pendientes. Odiaba tener que hacer las cosas casi de forma clandestina cuando lo único que quería era gritarle al mundo sobre su amor, pero en vista de las circunstancias, esa era la única manera por el momento.

Cuando llegaron y Valentina estacionó frente a la casa de Juliana, la joven chef se sintió un poco cohibida de mostrarle su casa a la pintora, después de haber estado en el palacio donde la artista había crecido, pero la morena no se avergonzaba de su estilo de vida sencillo y humilde, además Valentina nunca la juzgaría por cosas tan banales como su posición económica, pensar en eso la tranquilizo y finalmente la invitó a pasar. La casa era pequeña pero muy acogedora, tenía dos recamaras, una de Juliana y una de Lupita, un baño completo compartido, sala-comedor y la cocina, pequeña pero bien equipada, también un pequeño patio, con una lavadora que había visto sus mejores años hace algunos ayeres y un lavadero de cemento, tres cables hacían la función de tendedero para secar la ropa. Durante todo el tiempo que estuvieron ahí, mientras Juliana hacia sus quehaceres, platicaron, jugaron, se hicieron mimos y cariñitos, pero no se dejaban llevar completamente, para no verse sorprendidos por Lupita si llegaba antes de tiempo. La morena se sentía realmente muy a gusto con la compañía de la pintora, se sentía en confianza y feliz y, se permitió echar a volar la imaginación para un futuro no tan lejano en que pudiera compartir con ella su día a día.

Entre todas las cosas que estuvieron platicando, Juliana le comentó su plan para independizarse próximamente, le dijo a la pintora que ya tenía algo de dinero guardado y que en cualquier momento de las siguientes semanas se pondría a buscar un departamento adecuado para ella. La joven chef quería dejar claro que ese plan ya lo había estado ideando desde hace un tiempo y que era independiente de su relación de pareja con la artista, que quería hacerlo por ella y para ella misma, porque era necesario tener su propio espacio y ser independiente, Juliana notó el gesto de orgullo y singular alegría que puso la pintora cuando le platicó eso; pero además de su propia libertad y crecimiento personal, la morena también era consciente de que, para que la relación con Valentina siguiera desarrollándose bien como hasta ahora, necesitaba liberarse del escrutinio constante de su madre, cómo estaban las cosas con Lupita, lo más probable es que nunca aceptará esa relación. Era necesario dar ese paso, su relación con la pintora era más importante que cualquier otra cosa.

El Color De Tus BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora