A Veces es Mejor no Saber

1.8K 231 25
                                    

La noche era oscura y los sonidos nocturnos se filtraban en lo sueños de la joven chef a esa hora de la madrugada, su alarma del despertador estaba a punto de sonar y, de alguna manera, el subconsciente de la morena lo sabía luego de tanto tiempo con la costumbre de levantarse tan temprano, es por eso que poco a poco los ruidos que llenaban sus sueños se iban convirtiendo en sonidos reales de los que empezaba a ser consciente. Abrió los ojos un instante antes de que la alarma empezara a sonar, eran las 4:45 de la mañana. Para ese momento, un mes después de la fiesta en casa de Mateo, la joven chef había recuperado completamente su descanso normal por lo que ya no le causaba ningún conflicto levantarse y prepararse a esa hora de la madrugada para ir a trabajar, había estado haciendo esfuerzos por demostrarle a Lupe y a sí misma que podía ser independiente y valerse por sus propios medios, por lo que ya tenía varias semanas que procuraba prepararse ella misma el desayuno antes de salir de casa y le había dicho a su mamá que ya no era necesario que la acompañara hasta la estación del metro, claro que Lupita hacía caso omiso la mayoría de las veces y la acompañaba aunque la morena no quisiera.

El día de hoy amanecería un lunes, que para la joven chef significaba el principio de su fin de semana, y éste tenía pintas de ser un fin de semana muy importante para ella, después de muchos intentos de sonsacarle información a su mamá, sobre el pasado, sobre el porqué de la ruptura con Macario y cuál había sido exactamente la participación de Ana María en su vida; y seguir recibiendo evasivas y silencio de parte de Lupe, Juliana había decidido dejar en paz a su madre con ese tema, pero eso no significaba dejar de buscar respuestas. Ese lunes al salir de "Sabores" en lugar de ir directo a casa para preparar sus cosas e irse al departamento de Valentina, como siempre hacía, iría a casa de su tía Milagros y trataría de obtener el contacto de su papá, la joven chef necesitaba respuestas y solo había otras dos personas que podía dárselas además de Lupe, y una de ellas, la misteriosa Ana María, era ilocalizable, por lo que las opciones se reducían a una sola persona, hacía años que no tenía contacto con él, desde que supo que estaba por casarse, la decepción y el abandono que sintió cuando se enteró de eso, le quitaron todas las ganas de conocer a ese hombre que finalmente solo era su padre porque le había dado su apellido.

Por alguna razón, Juliana no le había comentado a Valentina lo que pensaba hacer, no es porque quisiera estar guardando secretos u ocultando información, pero de alguna forma quería protegerse por si al final no conseguía ponerse en contacto con Macario por las buenas, estaba segura que si se lo comentaba a la pintora, ella movería cielo, mar y tierra para ayudarla en su cometido, pero la joven chef no quería un sobreesfuerzo, no necesitaba desgastar energías persiguiendo a un hombre que por decisión propia no quería contactar con ella o ser parte de su vida, se lo dejaría al destino, si su tía le pasaba el contacto y Macario accedía a verla, entonces era por ahí, si por cualquier motivo no se daba de esa manera, Juliana lo aceptaría como una cosa destinada a ser así y abandonaría la empresa aunque eso significara quedarse sin las ansiadas respuestas.

El día anterior le había dicho a Valentina durante su llamada telefónica nocturna, que tenía unos pendientes que atender en casa de su tía Milagros, aunque no entró en detalles sobre cuáles eran esos pendientes; le dijo que era muy probable que no fuera necesario que pasara por ella a su casa el lunes por la tarde, como acostumbraba hacer cada vez que se quedaba en el departamento de la pintora, también le dijo que ella llegaría cuando se desocupara, la hermosa artista no presionó por obtener más información, Juliana agradecía que la castaña confiara completamente en ella y que siempre le diera su espacio y libertad de tomar sus propias decisiones.

Juliana se levantó de la cama y se dirigió al baño para hacer su rutina matutina, otro de los pequeños ajustes que había hecho en las últimas semanas consistió en cambiar la ducha mañanera por un buen baño antes de ir a dormir, eso reducía en buena forma el tiempo que ocupaba para prepararse y estar lista antes de ir a trabajar y alcanzar a prepararse el desayuno. Se lavó la cara y se cambió de ropa, luego se dirigió a la cocina, a Lupita le había caído muy bien ese cambio en la morena, porque podía disponer de unos minutos más de sueño y sólo se levantaba cuando ya la joven chef estaba por salir de casa para encaminarla a la estación del metro o vigilar sus pasos desde el umbral de la puerta.

El Color De Tus BesosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang