El Mundo de la Fama.

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Jared mantiene el brazo sobre mis hombros, mientras en silencio vemos la sesión fotográfica. Trato de controlar mi respiración, porque no puedo tener suficiente oxígeno gracias a su perfume, una mezcla de cítrico con gel de ducha. Él juega con los mechones de cabello que se me caen por la mejilla donde tiene descansando la mano, me hace cosquillas y de vez en cuando, acerca los labios a mi sien para rozarla. Me mantengo quieta, no quiero que se detenga.

Por otro lado, me muero por saber qué hay dentro del sobre. La curiosidad pica las yemas de mis dedos, pero no puedo abrirlo a menos que esté sola. Emma y yo guardamos un secreto, abrir el sobre aquí solo desataría muchas preguntas y un escándalo.

Una rápida idea cruza mi mente.

- Tengo que ir al baño, disculpa. – me retiro del lado de Jared y agarro bien al sobre entre mis manos.

Jared tira de mi mano y reboto en su pecho.

- No tan rápido. – dice de una forma muy sensual. Me besa en los labios como si me fuese a la Luna para no volver; devoradoramente.- Ahora te puedes ir.

Con las piernas temblorosas, busco el baño y cierro la puerta con llave. Al pasar por el pasillo de utilería, no me fijé en Shannon, y por seguridad reviso tras la cortina de la ducha. Uno nunca sabe dónde puede encontrarse a las personas.

El sobre amarillo no pesa mucho, por lo que asumo son papeles. Hago puños con las manos y suelto mis dedos liberando la presión. El sobre necesita ser rasgado, y lo hago con paciencia, con cuidado de no arruinar lo que tiene adentro. Cuando he tirado al tacho de basura el largo pedazo de papel, meto la mano dentro del sobre y de él, saco primero una hoja doblada en dos.

Es una carta.

¿Fue tan difícil hacer una llamada y evitar todo este drama?

De todos modos, me aseguro de que el envío de Emma no sea en vano, y me dispongo a leer la carta.

Margaret, un pajarito me ha contado que el jefe está feliz con cierta chica. Y dicho pajarito justo ahora, mientras supongo lees esto; está escuchándome confesar todo lo que convertimos en nuestro secreto. Pensé actuar como una mujer fuerte y decírselo todo; aunque no tan fuerte, pues está sucediendo por teléfono y eso me da cierta ventaja. Jared no lo sabe, así que no sé cómo va a reaccionar al respecto y espero que tú me ayudes a calmarlo. Ya no tienes la responsabilidad de decírselo a Shannon, él estará bien, ya lo verás. Se lo conté a Tomo porque, aunque no lo creas, es una de las personas en las que más confío en el mundo. Tú ya eres una de ellas, por eso estoy escribiendo esta carta evitando usar el teléfono. Supongo que es una especie de trampa para que no fueras corriendo a detener la llamada para Shannon, pero algo me dijo que iban a estar en puntos separados. Espero que mi plan haya funcionado, de lo contrario, tendré que enmendar muchas cosas cuando vuelva.

Hablando de volver. Los chicos estarán aquí mañana, y si por curiosidad lo quieres saber, Jared regresará a Nueva York en menos de lo que canta un gallo.

Te quiere, Emma Ludbrook.

P.S. ¿Encontraste la primera foto del pequeñín?

Dejo caer al suelo la hoja de la carta y me desespero en meter la mano dentro del sobre para buscar la foto. Mis manos están temblando, como si quisieran decir tanto y tartamudearan. Respiro hondo, después cuando me he calmado, encuentro una ecografía.

Es tan solo una manchita, en un espacio tan grande y solitario.

La ternura invade mi cuerpo. Deseo que Emma haya hecho lo correcto en llamar a Shannon, todo sea por el bienestar de esta manchita saludable. Me acuerdo de lo pequeña que era Marie, cuando la veíamos crecer poco a poco a través de las ecografías. Han pasado siete años desde ello, ¿por qué el tiempo solo corre y no espera?

Abre los Ojos |jared leto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora