El Mundo del Miedo.

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El miedo puede ser catastrófico, peligroso y debilitador. Puedes verte al filo de un abismo y tener como única opción saltar. Es gas lacrimógeno subiendo lentamente por tu garganta, arrancando la piel que te queda. Es lluvia ácida sobre su rostro. Puede ser diferentes cosas, puede convertirse hasta en una persona.

Y lo estoy viendo ahora. Personificada aquí, junto a mí: Emma Ludbrook.

Sus ojos atraen toda la atención, ridículamente grandes. Las lágrimas están a punto de reventar en un tsunami que nadie desea. Camina a pasos largos, dejándome detrás y cada vez que quiero adelantarla y encararla, ella aumenta su velocidad. Quisiera ir y detenerla, tomarla por los hombros y moverla cruelmente hasta que reaccione.

Todas las palomitas de maíz que comí se regresan a mi esófago por la presión que me entumece. ¿Por qué ha usado el nombre del hermano de Jared Leto? ¿Ha salido victoriosa en su plan de proteger a la superestrella? Lógicamente sí. El doctor se lo ha tragado absolutamente todo. La duda aquí es si alguna vez Jared recibirá perdón de mi parte y la del universo.

- ¡Emma! – le hablo fuerte cuando estamos fuera. - ¡Espérame!

Se detiene en seco. Me acerco a ella con temor, ya que éste también se ha apoderado un poco de mí. Emma me da la espalda y veo como sube una mano para limpiarse las lágrimas.

- No puedo creer que cometieras tremenda estupidez. – la encaro, exhausta de tantos problemas. - ¿Por qué le mentiste al doctor?

Me paro frente a ella, así no va a poder evitarme. Busco su mirada por debajo de su escaso cabello rubio que ahora está cubriéndole el rostro, lucho por ella, la obtengo fija y dudosa dentro de unos segundos.

- ¿Mentir? – pregunta desentendida.

- ¡Sí! – abro los ojos para estar a la par. - ¿Por qué involucraste al hermano de Jared?

Emma no me comprende, hasta ha dejado de llorar. Arruga el entrecejo, retira el cabello de su rostro. Niega levemente usando la cabeza. Me ve como si en lugar de Margaret estuviera otra persona. He dejado de comprenderme también, de comprenderlo todo. Yo necesito la respuesta.

- Margaret. - me mira cambiando la mirada del miedo por una feroz, arrugando los ojos y hablando clara y detenidamente, para que una descolocada como yo pueda entenderla. – Shannon es el padre.

Dice esto último pronunciando lentamente cada palabra, para que la tonta de mí lo entienda. Me alejo un paso, tal vez dos. Mi cara se transforma en sorpresa, pero de la mala sorpresa. Cómo puede ser esto posible. Shannon Leto y no Jared. Mi pecho se cierra y toda la sangre que corre por mis venas ha dado su lugar en mi rostro, a todo de él, bajando por mi cuello y punzando en la yugular.

Eso quiere decir que todo este tiempo he juzgado y visto a Jared como la escoria del mundo. Y al pasar ese tiempo, la que se ha convertido en la escoria he sido yo.

Mabel tenía razón. Orgullo y Prejuicio tenía razón. Incluso Shrek estaba en lo cierto. ¿Por qué tuve que asumir tantas cosas malas de alguien que, posiblemente, solo quería ser simpático conmigo? Maldita sea. Maldito lo sea todo. Me siento como una idiota rodeada de muchas personas inteligentes que solo querían que me adaptara al nuevo mundo en el que me he integrado gracias a mi empleo. Pero qué ciega eres, Margaret. Has caído más bajo de lo que pensabas.

Alguien con el aspecto de un hebreo todopoderoso se merece una disculpa.

Emma ha dicho algo y me está mirando expectante, sus ojos han vuelto a la normalidad, de lo contrario estaría más que intimidada por ellos.

- He creído que Jared era el padre de tu bebé, Emma. – digo avergonzada, como si se tratase de una disculpa.

Ella me observa con tanto disgusto que quiero salir de aquí corriendo.

Abre los Ojos |jared leto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora