¿Yo? ¿Una Malfoy?

Capítulo 29: Estamos en juicio.

Dedicado a: . Fiel lectora y votadora.

---------------------------------------

A la mañana siguiente, nadie sacó el tema de Rose, pero sí reprendieron a Ariadna por gritar a la medianoche. Victoire y Dominique ignoraban a los Potter, y éstos a los Delacour.

Mientras preparaban los baúles, Ariadna sacó—a propósito—el tema de Rose y Scorpius.

—No creo que tenga una excusa muy buena—Opinó Keyla, quien decía que Scorpius no valia la pena, y que Rose merecía a alguien mucho mejor—. Te mereces a alguien que te respete, te ame tal y como eres y que no te dé excusas después de que sufriste.

—Es tu hermano, por las barbas de Merlín—Dijo Ariadna doblando una remera y guardandola en el baúl—, yo lo conozco hace cinco años, debe tener sus motivos.

—¿Motivos para lastimar a tu hermanita?— preguntó Keyla cruzándose de brazos y alzando una ceja—, es un Malfoy, no es tan estúpido como para caer tan bajo y...

—¿Desde cuando salir con una Weasley es caer bajo?—preguntó ofendida Ariadna mientras cerraba de golpe su baúl.

—Yo no dije...

—¡Lo dijiste!— Interrumpió Rose guardando sus zapatillas—, dijiste que «No caería tan bajo».

—Si me dejaran terminar— Respondió Keyla alzando la voz—, sabrían que me refería a que no caería tan bajo y salir lastimado él también. No lo conozco a él, pero sí conozco a papá, y sé que son iguales; no hay que ser muy inteligentes como para saber que un Malfoy busca lastimar a los demás sin pensar en ellos mismos.

»Ay, eso duele« Pensó Ariadna bajando el baúl y apoyándolo en el suelo.

—¿Lo dices en general o...?—Preguntó una voz a sus espaldas.

La mayor de los Delacour estaba apoyada en la puerta, la débil luz solar le daba aires de ser una veela auténtica: resaltaba su cabello rubio, hacía brillar sus ojos ojos azules, su piel pálida le daba un débil resplandor blanco. Para completar esa imagen de perfección, llevaba un jean negro y una camisa blanca

—Bueno...hay Malfoys que son amables, pero la mayoría no lo son— Vaciló Keyla—. ¿Por qué pareces una veela auténtica si eres un octavo veela?— preguntó examinando la alta y esbelta figura de Victoire con detenimiento.

Victoire se encogió de hombros y entró arrastrando los pies a la habitación, para luego dejarse caer en la cama de Rose.

—¿Y a ti que te pasa?—preguntó Rose sentándose junto a ella—¿Se arreglaron con los Potter?

—Oh, ni hables de ellos...— Victoire hizo un puchero, tomó la almohada y se cubrió la cara con ella—. Diga lo que diga, quiero que no me golpeen ¿Trato?.

—¿Y por qué te golpeariamos?— preguntó divertida Ariadna.

—Los Malfoy estan abajo, y quieren hablar con ustedes y sus padres— Dijo con voz amortiguada debido a la almohada, almohada que aferró con más fuerza, esperando un golpe que nunca llegó.

Ariadna salió primero, prácticamente corriendo, seguida de Keyla y Rose (ésta última con menos entusiasmo) hasta la sala de los Weasley.

—Ah, hola, chicas—Saludó Scorpius con entusiasmo, pero no recibió ningún saludo.

—Iré a aliviar las aguas Potter-Delacour— Dijo Rose girando sobre sus pasos para subir las escaleras.

—Rose, aquí—Negó Hermione desde uno de los sofás dobles, mientras señalaba el sofá de junto, frente a los Malfoy—, tú también debes saber esto.

La pelirroja suspiró profundamente, se sentó y cruzó los brazos sin mirar a los cuatro Malfoy.

—¿Y ustedes a qué esperan?—Preguntó Ron alzando una ceja hacia las mellizas, señalando otro sofá frente al suyo, junto al de los Malfoy y el de Rose.

Se sentaron, esperando noticias; Keyla se mordía las uñas sin darse cuenta, Ariadna movía frenéticamente la pierna mientras arrugaba la nariz, nerviosa y disgustada por el silencio de los demás.

—Si no van a decir nada, nos iremos a preparar las maletas—dijo Ariadna moviendo nerviosa una pierna.

—Iremos a juicio la próxima semana—soltó Hermione mirando el piso.

¿Que qué?...¿A juicio la próxima semana?... Su madre les había explicado que, al tratarse de un caso de vida privada, ella no podría decidir su futuro, ya que obviamente elegiría el partido ganador...es decir, el suyo. Ahora cabía la posibilidad perfectamente de que se mudaran a la Mansión Malfoy, y que ella pasase a ser Atria Calipso Malfoy. ¿O Ariadna Malfoy-Granger? Estaba tan confundida que ya ni siquiera sabía cómo se llamaría ahora.

Un frío recorrió la espalda de Ariadna; se quedó mirando a su madre como si hubiese dicho que el tío Fred había vuelto a la vida.

—¿La próxima semana?— preguntó sentandose más derecha en el sofá— ¡Pero...faltan menos de tres días para eso!

—Entre más rápido, mejor—Dijo fríamente la señora Malfoy, quien mantenía una expresión tan dura como su postura.

—¡Y qué se supone que haré yo si me mudo!— Replicó Ariadna cruzando los brazos—¡No puedo irme y dejar a mi familia, amigos y estudios así como así!.

Hermione la miró con reproche cuando Ariadna buscó la mirada que siempre la apoyaba. Ésta se volvió a encorvar en el sofá, escuchando la canción que sonaba en la radio:

was listening to the ocean
I saw a face in the sand
But when I picked it up
Then it vanished away from my hands, down
I had a dream I was seven
Climbing my way in a tree
I saw a piece of heaven

Waiting, impatient, for me, down

And I was running far away
Would I run off the walls someday?
Nobody knows, nobody knows
And I was dancing in the rain
I felt alive and I can't complain

But now take me home
Take me home where I belong
I can't take it anymore

Traducción:

estaba escuchando el océano
Vi una cara en la arena
Pero cuando la recogí
Luego se desvaneció de mis manos, bajó
Tuve un sueño, tenía siete años
Escalando mi camino en un árbol
Vi un pedazo de cielo
Esperando impaciente, por mi, abajo

Y estaba corriendo lejos
¿Me saldría corriendo de las paredes algún día?
Nadie sabe, nadie sabe
Y estaba bailando bajo la lluvia
Me sentí viva y no me puedo quejar

Pero ahora llévame a casa.

Pensando en el significado de esa canción muggle, se dio cuenta de lo mucho que lamentaría irse, necesitaba un hogar, no dinero ni fama. Solo amor hasta que se decidiera su futuro. Todo el amor que fuera posible mientras aún pudiera recibirlo.