Antes de vestirme, me sequé el pelo, lo ondulé y me puse máscara de pestañas. Dudé entre pintarme los labios o no. Siempre que iba a las carreras me los pintaba de rojo, era mi seña de identidad. Finalmente, me los pinté de ese color. Quería cambiar, sí, pero no perder mi esencia.

Cuando ya estuve completamente preparada, Josh me mandó un mensaje diciendo que estaba abajo. Me despedí de Leonardo y bajé aprisa.

Josh conducía nervioso hacia las afueras de la ciudad. Freddie iba atrás con su hermano, un rubio de ojos azules cuyos tatuajes destacaban miraras donde miraras. Sólo sé que se llama Carl y que es muy serio. Ni siquiera me ha mirado, ni saludado. Nada.

Supe que habíamos llegado en cuanto vi los coches tuneados y la multitud de gente agolpándose a su alrededor. Aparcamos unos minutos más tarde y salimos del coche.

Carl se fue con un grupo de chicos con pinta de traficantes. Las apariencias engañan, por supuesto, pero yo tenía muy buen ojo para esto.

Estaba comenzando a beber mi primera cerveza cuando Freddie se alejó diciendo que había visto a su presa de esta noche. No pude evitar reírme.

─Te dije que te necesitaba esta noche.

Miré a mi amigo, el cual tenía una sonrisa en la cara y me miraba con diversión.

─Y yo necesito disfrutar de esta noche. Creo que por fin voy a estar bien con Leonardo, sin dramas de por medio.

─¿En serio? Me alegro, cremita. Entonces, ¿te quedas en su casa?

─Por el momento, sí. Sigo queriendo vivir sola, pero para ello necesito encontrar el sitio ideal y centrarme un poco.

─Oye, Kat, y ¿qué harás a partir de septiembre?

Lo miré confundida.

─¿A que te refieres? ¿Por qué septiembre?

─Bueno, ya sabes, lo ideal sería que empezaras la universidad, ¿no?

Me lo pensé unos segundos. Nunca me lo había planteado, pero supongo que es una buena opción para sentar cabeza.

─Supongo que tienes razón... Pero ¿qué podría hacer? Quiero decir, no me imagino ninguna carrera que sea para mí.

─Siempre puedes comenzar con materias comunes. Además, podrías alojarte en la residencia de estudiantes. Son todo ventajas.

Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

─Me has convencido. Pero, ahora, venga, vamos a disfrutar de la carrera.

Josh pasó su brazo por mis hombros y nos aproximamos a la línea de salida. La música se escuchaba a todo volumen, y el ambiente era espectacular. Una sonrisa se instaló en mi rostro sin poder contenerme. Amaba esto, era como estar en casa.

El sonido del motor de los coches me activaba por completo. En cuanto comenzó la carrera, todos empezaron a vitorear a los corredores, yo incluída.

Vimos a Freddie con una chica con el pelo rosa devorándose la boca. No pudimos evitar reírnos. Al final no había sido mala idea venir.

Las horas pasaban y tres carreras más habían tenido lugar. Josh estaba hablando con unos conocidos un poco alejado de mí, mientras que yo me dedicaba a observar a los presentes.

Justo cuando iba a sacar el móvil para comprobar si tenía algún mensaje, divisé un coche que me resultaba muy familiar. La matrícula también coincidía, por lo que no había lugar a dudas: Troy estaba aquí.

─Kat, ¿estás bien? Te has quedado ida ─preguntó Josh.

Me giré hacia el sonido de su voz y asentí levemente. Ni siquiera me había dado cuenta de que había vuelto.

─Él está aquí ─le dije a mi amigo.

─¿Tu ex?

─El mismo. No dejes que me vea ─le supliqué.

Nos alejamos lo máximo posible de la zona en la que se encontraba su coche, pero sin salir de la zona del evento.

Una hora después, Josh y yo nos encontrábamos buscando a Freddie, pero fue su hermano el que nos encontró a nosotros.

─Josh, tienes que llevarte a Freddie a casa, está muy borracho. Encima su ligue le ha robado la cartera, es patético ─dijo el rubio.

─¿Dónde está? Justo lo estábamos buscando.

─Detrás de esos árboles, vomitándolo todo ─contestó señalando a su izquierda.

─Vale. Kat, espérame aquí.

Josh salió corriendo en la dirección que había señalado Carl, y este último lo siguió a paso lento. Aún estaba siguiéndolos con la mirada cuando sentí su voz en mi nuca:

─Me alegro de verte, Kit-Kat.

Me giré sobresaltada, ahogando un grito.

─Troy, ¿qué haces aquí? ─le pregunté.

─Este es mi mundo, ¿recuerdas? ─dijo sonriendo de lado─. Acompáñame a dar una vuelta.

La chica nuevaWhere stories live. Discover now