v e i n t e

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—Estoy feliz... —susurró algo cohibida.

No sabe cuánto me alegra verla así. Su sonrojo era demasiado evidente ante mis ojos, y estoy seguro debo estar igual. Si bien me acomplejé al inicio cuando tomé su mano y mantuve mi mirada evasiva, eventualmente me relajé y ahora caminaba a su lado viéndola directamente.

Nos detuvimos a observar una pequeña plaza que recordé fue el lugar donde ella me confesó su situación familiar por primera vez. Fue ese entonces que ella se había abierto a mi más que en cualquier otro caso. Es decir, ahora considerando que se me confesó... Estoy algo acomplejado. ¿Cómo vamos a enfrentar esta realidad en la escuela?

—Estaremos bien —dijo aferrándose a mi brazos, de modo la observé enternecido.

Si supiera lo que le hace a mi corazón.

—Sí, lo estaremos...

~~~

Iwaizumi me confesó la forma en cómo logró hablar con Kiyoko para saber mi dirección y así enviar aquella carta. La verdad de la pura emoción ni había pensando en ello. No le he contado los detalles a Kiyoko aún si ella estaba al tanto de mi situación, e Iwaizumi no aclaró nada a los chicos tras ver que me confesé a él ante ellos.

—¿Sientes que te van a presionar demasiado?
—Estoy seguro —admitió rendido.
—Oye, Iwaizumi
—Dime
—Te amo...

Se notó algo tenso y yo solo reí ante su reacción. Me coloqué frente a él, de puntillas me acerco al sonido de su respiración hasta plantar mis labios sobre los suyos en un tierno beso que creí duraría unos segundos de no ser porque Iwaizumi me correspondió y no me dejó escapatoria el momento que rodeó sus brazos en mi cuerpo. Mis manos se aferraron a las mangas de su chaqueta y mantuvimos la conexión un largo rato. ¿Está era la magia del amor?

Al separarnos me di cuenta de que Iwaizumi debía de guardar un millar de expresiones adorables que aún no he descubierto. Se le pusieron rojas hasta las orejas a lo que reí enternecida. Pareció batallar un momento consigo mismo hasta finalmente ceder a sonreír. Iwaizumi es el tipo de personas que sonríe hacia dentro, entonces rara vez se le ve así, y la sensación de saber que surgía debido a estar juntos me hacía sentir demasiado bien.

—Dime
—¿Qué?
—¿Has tenido que pasar fuera otra noche sin yo saberlo?

Supongo que no más secretos de aquí en adelante...

—Sí... —admití apenada.
—Lo supuse... No te culpo por no haber recurrido a mi, entiendo que debes de sentirte incómoda al mostrar debilidad ante alguien más —dijo abrazándome y acariciando mi cabeza.

Claro. No soy de las personas que le gusta que se preocupen de uno.

—Pero ahora podemos usarlo a nuestro favor, ¿no crees?

Me sonrojé casi que por un instinto. Los recuerdos de que pasamos dos noches en su cuarto tan cerca, y pensar que podría dormir a su lado era una idea demasiado tentadora.

—Está bien...

Me besó sin previo aviso de modo me tardé en procesar el gesto, pero me relajé una vez lo logré. Es hermosa la sensación de poder romper con las barreras que nos separaron tanto tiempo.

—Debo confesar algo más... —dijo algo nervioso, de modo le observé atenta—. Ese poema que presenté en clases lo escribí pensando el ti...

Porque no hay palabras que podamos entender, solo los amantes pueden

—Y yo también...

El temblar y la carencia de aliento se vuelven una experiencia reconfortante, y entonces no vuelvo a considerar culparme ni arrepentirme de querer...

"Can't Believe You Noticed Me" Iwaizumi, HajimeWo Geschichten leben. Entdecke jetzt