o c h o

4.2K 486 131
                                    

Iwaizumi en la cancha se vuelve otra persona, no como un desconocido, sino una versión de si mismo que te atrapa de alguna forma, una versión de quizás cuántas que tenga.

Tímido, tranquilo, frustrado, agotado, molesto, pocas veces le sale un poco de un lado presumido que tiene oculto, apasionado, paciente e impaciente al mismo tiempo, confundido, cargando la mirada de ser incomprendido, decidido, insistente, y quizás cuántas mas facetas de él he visto en tan poco tiempo.

Me encontré a mi misma demasiado absorta observando su desempeño contra el Datekou, como si no hubiese nadie más en la cancha. Su determinación era simplemente algo extraordinario de presenciar. Y entonces caí en la cuenta de algo respecto al tiempo que llevo conociéndolo, desde el día le propuse ser juntos por una corazonada y la cercanía que se presentó en el momento. Un par de meses me llegó a parecer una vida, una eternidad de golpe, y yo era lo único que no cuadraba allí.

Como cuando eres un personaje secundario, o que aparece al principio y muere cerca del mismo inicio, incluso aquel que apareció una vez y luego no vuelve a ser mencionado, pero a nadie le importa. Mi historia no estuvo en el principio del Aoba Johsai, y si aparecí en su desarrollo, significa que no soy protagonista. Como ahora mismo, que soy una más entre todo el público...

Pero el personaje secundario tiene un poder sobre el protagonista, y es que ves cosas de este que él mismo no podría. ¿Cuál se supone es el rol que debo cumplir ahora que veo que han luchado contra Karasuno, tras tanto evidente duro entrenamiento, y pierdan ante ellos, perdiendo también así la chance de cumplir el sueño de acercarse a las nacionales? ¿Por qué duele tanto cuando mis amigos están bien, pero no el protagonista? ¿Por qué?

Esos poemas terminaron, pero quedan muchos por realizarse, y uno de ellos, con los que empiezo la segunda parte de esta obra, es sobre esto, todo lo que vi desde admiración, la frustración de apoyar dos bandos para luego dejarme llevar por el dolor de ver a aquel cuya esperanza le quebraron... Y yo no puedo hacer nada, ¿verdad?

~~~

Intentamos terminar bien en día, pero caímos ante la realidad. Nos mantuvimos unidos para pasar este momento juntos, y tuve que admitir reconocí bastantes cosas en el proceso que me llevó hasta aquí. Puedo ser muy emocional cuando se trata de lo que me apasiona y que jamás encontraré un lugar como lo fue este equipo, y todo lo que aprendí gracias a todos y cada uno de ellos.

Es extraño, es triste, es desagradable y frustrante. Esto es lo que atormentó tanto tiempo a Oikawa en el pasado, aunque ahora viví algo así por mi propia cuenta, y simplemente tuve un impulso. Por alguna razón, sentía que necesitaba algo, y solo ella podía brindarme lo que buscada.

—¿Iwaizumi?

Me costó reaccionar al momento que su voz sonó al otro lado de la línea telefónica, siendo era la primera vez que la llamaba.

—Lo siento, Sonozaki, ¿interrumpo algo? —dije algo inseguro.
—No, en absoluto, ¿puedo ayudarte en algo?
—Suenas como asistente de centro telefónico —dije a modo de bromear un poco.
—Para servicio al cliente marque uno, para asistencia técnica marque dos, para irse a la chingada marque tres —dijo en un tono robótico, cosa me hizo reír.
—Maldición, ¿por qué demonios me tienta marcar tres? —cuestioné aún contagiado por el ambiente cómico que se formó por ello.
—Porque todos nos queremos ir a la chingada —dijo divertida.

Tras reír un poco, me mantuve en silencio buscando la manera de decirlo.

—Oye, tú fuiste a vernos hoy, ¿no?
—Ah, sí... —afirmó algo apenada.
—¿Avanzaste en el trabajo?
—Es decir, me vinieron ideas que servirán para adelantar avances del otro semestre, pero no me malentiendas, no voy solo por eso
—¿Qué tal estaban tus amigos de Karasuno?
—¿Iwaizumi? —cuestionó algo incómoda—. ¿Por qué me preguntas eso? ¿Es eso para lo que me llamaste?
—No, no exactamente, pero creo no sé por dónde empezar
—No siempre necesitas empezar a relatar desde el principio para contar una historia —dijo en un tono reflexivo—, si lo haces en desorden, luego se pueden ir uniendo y ordenando las escenas
—Supongo eso es lo que busco...
—¿El qué?
—Tienes una forma de poner las cosas en palabras que es reconfortante —admití suavemente.
—Ah... No sé que decirte...
—Tómalo como un cumplido

"Can't Believe You Noticed Me" Iwaizumi, HajimeOnde histórias criam vida. Descubra agora