Fairytopia ¦¦ YoonMin

🦋 O1 🦋

Muy pocas veces en su vida JiMin había experimentado un miedo como ese. Podía sentir el galopar del caballo bastante cerca, y la rapidez y fuerza del animal sólo hacía que aquel frasco con una luciérnaga se moviera sólo un poco para luego volver a caer sobre su bracito.

No tenía idea de lo que podría estar haciendo Taehyun; al menos esperaba que él hubiera regresado a Fairytopia para ponerse a salvo y avisar a los demás. El podría regresar, en cuanto encontrará la forma.

Sí es que la había.

Quería mantenerse tranquilo, pero le estaba resultando bastante difícil. Aquel bolso que más bien eran sólo un montón de telas remendadas y cosidas entre sí se movía bruscamente de un momento a otro. Podía jurar que aquella cosa dura con la que de vez en cuanto terminaba impactando era el costado del animal.

Todo tan rápido e intenso que no lograba hacer algo útil para salvar su trasero.

Era en momentos como ese donde ser tan pequeño le enojaba. Es decir, era ligero y esconderse era fácil, pero también podía ser aplastado con una facilidad increíble.

Hace mucho tiempo cuando solo era una pequeña hadita, recordaba haber tenido su pierna aplastada por una sandía. Claro, él había pensado que podría llevar aquel fruto por sí mismo y todo salió mal. No fue si no unas horas después que uno de sus tantos amigos le encontró que pudo respirar tranquilo y sin una fruta gigante color verde le aplastara.

Bah, esa situación era bastante parecida a esa. Con la pequeña diferencia de que, esta vez iba a ser comida para gigantones.

¿Pero qué...?

Y bueno, no supo como ni cuando, pero las fuertes pisadas del animal fueron deteniéndose poco a poco, dejando paso solo a pequeños relinchidos y una voz ronca haciéndole compañía. También el sonido del metal chocando y algo más.

No sabía que estas cosas hablaban...

Al parecer ese hombre mantenía una conversación con el animal. O bueno, este le hablaba al gran potro como si fuera a recibir algo más que no fueran sonidos.

Bueno... Creo que las vidas de estos tipos son bastante tristes...

Y como esta pequeña hada era un lindo tonto, fue solo segundos después cuando notó la libertad de su brazo. ¿Era momento de ponerse a pensar sobre eso a caso?. Taehyung iba a matarlo en cuanto lo viera, estaba bastante seguro.

Las pequeñas alas celestes se desplegaron y agitaron un poco, buscando así alejar el entumecimiento para poder volar aunque sea un poco en el pequeño espacio que le dejaba el saco en el que estaba metido y... Por fin pudo ver algo más que no fuera esa tonta luciérnaga.

Sí no hubiera sido tan bueno no estaría metido acá... A la próxima que se salve sola.

Podía sentir a aquel insecto burlarse de él aún desde la parte interna del frasco, y, por todas las santas halas, su propio secuestro involuntario debía estar comenzando a volverlo loco.