El Beso del Dementor

Comenzando de Nuevo

"¡Arriba! ¡Levántate! Ahora!"

Harry se despertó por los gritos de Su tía mientras golpeaba la puerta de su armario. "¡Arriba!", Gritó. Harry la oyó caminar hacia la cocina y trató de recordar el sueño que había estado teniendo. ¡Espera! ¿Por qué estaba en el armario debajo de las escaleras, de repente los recuerdos comenzaron a llegar, recordando todo lo que había sido su vida, el dolor, la traición, su muerte, su reunión con Muerte, las verdades que había descubierto y la segunda oportunidad que le había concedido. Pero sobre todo el recuerdo del responsable de todo su dolor y sufrimiento Albus Dumbledore y en ese momento sintió como nunca antes lo había sentido tanta ira, odio y deseos de venganza contra Dumbledore, Potter, Black, Lupin, los Wesley, Granger, los Dursley y todos los que colaboraron con su sufrimiento .

Harry pensó que lo primero que debería hacer era saber que día era, ya que solo sabia que volvería al verano antes de su primer año y una vez echo esto pondría a estos asquerosos mugles en su lugar, para después ir a Gringots.

Fue así que se dispuso a salir del armario, encontrando que Petunia estaba parada afuera de la puerta del armario "¿Ya te has levantado?", Exigió. "Bueno muévete, quiero que cuides el tocino y no te atrevas a dejar que se queme, quiero todo perfecto en el cumpleaños de Duddy." ¡Perfecto! Era el cumpleaños de Dudley, donde accidentalmente había liberado a la serpiente en el zoológico, lo que resulto en una paliza y estar encerrado en el armario durante un mes, bueno él estaba aquí para hacer cambios y empezaría en cuanto los tres asquerosos mugles que pensó que eran su familia estuvieran en el mismo lugar, así todo seria mas rápido y fácil, mientras pensaba esto se dirigía a la cocina para seguir con el acto de ser el mismo de siempre y al llegar no podía ver la mesa ya que estaba escondida bajo todos los regalos de Dudley, Harry negó con la cabeza por la terrible crianza de estos mugles, antes de hacer su camino a la estufa para cocinar el desayuno. Vernon entró en la cocina mientras Harry estaba cocinando el tocino "Peina tu cabello!" dijo a modo de saludo matutino. Harry puso los platos de huevos y tocino en la mesa, lo cual era difícil ya que no había mucho espacio. Dudley, por su parte estaba contando sus regalos "Treinta y seis", dijo Duddly, mirando a su madre y a su padre. "Eso es dos menos que el año pasado." Cariño no has contado el regalo de la tía Marge, mira está debajo de este grande de mamá y papá." "Muy bien treinta y siete entonces", dijo Dudley enrojeciendo en la cara. Mientras Harry lo veía prepararse para lanzar un berrinche que parecía aún más infantil con su nueva mentalidad de dieciocho años, realmente no podía creer lo mal que Petunia y Vernon habían abusado tanto de el como de Dudley, pero al menos el podía sobrevivir en el mundo real, Dudley nunca podría hacerle frente al mundo ya que todo lo que tenía que hacer era lanzar un berrinche y tendría lo que quisiera. "Y te compraremos dos regalos mas mientras salimos hoy ¿Qué tal? dos regalos más, ¿Está bien? "Dudley pensó por un momento parecía un trabajo difícil, finalmente dijo lentamente, "Así que tendré treinta... treinta..." Tenía once años por el bien de Merlín, si Dudley realmente no podía añadir dos a treinta y siete, fue cuando Harry recordó cuánto Dudley había confiado en el para completar su tarea para pasar la escuela primaria. "Treinta y nueve cariño", dijo Petunia. "Oh." Dudley se sentó y agarró el paquete más cercano. "Muy bien entonces. "El tío Vernon se rio. "El pequeño quiere el valor de su dinero, al igual que su padre.

En ese momento Harry decidió que había llegado al final de su actuación y dejo salir una gran carcajada, mientras los veía con todo el odio y desprecio que sentía por ellos, estos al escucharlo y ver la mirada que les daba se quedaron callados por la sorpresa ya que el nunca había echo algo así ya que sabia lo que obtendría por dicho comportamiento.