Capitulo 5.

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El secreto y los fuegos artificiales.

El sol salía lentamente de los horizontes de aquella ciudad, mientras que algunos pájaros simplemente cantaban para aliviar el silencio que reinaba en una ciudad la cual estaba ubicada en Japón, las nubes simplemente se movían al ras de aquella brisa producida por el viento, simplemente un lindo día, sin contar la destrucción que fue provocada hace unas horas atrás, un gran enfrentamiento entre un demonio y un hombre con características de un animal, o almenos así lo había descrito aquellos noticieros, había sido catalogado como algo famoso e inclusive, rápidamente los mejores científicos se habían puesto a investigar sobre aquel tema, mientras que los religiosos simplemente gritaban que el final del mundo se acercaban, después de todo, habían sido testigos de aquel poder que ambos seres sobrenaturales poseían, pensando que aquel hombre bestia, simplemente los había protegido por una simple razón, él quería gobernar el mundo el solo.

En una casa realmente lujosa, podíamos observar a un grupo de personas, estos simplemente estaban expectantes a un cierto azabache, pero este, ignorándolos seguía devorando aquellos platillos que estaban frente de él, al principio la mayoría que conformaban aquel grupo se habían sorprendido, ya que en el colegio siempre se ha comportado, pero, esta vez estaban presenciando como su amigo devoraba con cierta rapidez aquellos platillos.

Estoy lleno.

Exclamo el azabache con alegría en sus palabras mientras que se pegaba suavemente en la parte de su abdomen.

Tengo algo en el rostro.

Menciono mientras que se tocaba el rostro, pero rápidamente aquel grupo lo había negado con un sutil movimiento en su rostro.

Entonces, ¿Quién eres realmente?

Cuestiono un joven con su seriedad, el azabache simplemente soltó un suspiro algo pesado, tarde o temprano lo iban a descubrir, eso estaba muy claro, pero no pensaba que iba hacer en estos momentos, se había puesto serio, miro atreves de la ventana, viendo como el amanecer estaba dominando los cielos.

No soy goku ni soy vegeta soy el encargado de acabar con todo el mal, soy Gogeta.

Aquellas palabras pronunciadas por el guerrero habían confundido mas a los presentes, tenían más preguntas que respuestas, en eso, habían visto como el guerrero simplemente se había parado para después caminar hacia aquella ventana, para después colocar su mano en el cristal.

No soy un humano, como se habrán imaginado, soy un extraterrestre, por así decirlo, mi raza se le conoce como sayayin, nuestros cuerpos están hechos exclusivamente para el combate, somos grandes aficionados para estas, cuando se trata de otros sentimientos, por ejemplo, el amor, simplemente los sayayines nos reproducimos porque la mujer tiene un fuerte carácter, pero, hubo una pareja que rompió con eso.

Dijo el sayayin mientras que su mirar seguía perdida en aquello horizontes que su vista le podía haber brindado.

No tengo padres, yo básicamente no tendría que estar en estos momentos, ya que soy parte de dos seres muy distintos, son goku, sayayin de raza pura viene siendo mi parte bondadosa, mi parte que más me predomina, mientras que mi otro lado, viene siendo vegeta, mi lado más orgulloso y arrogante, como dije, solo soy la mezcla de esas personas, ustedes me ven como un adolescente, pero en realidad soy un adulto, llegue a este mundo mediante un portal, suena estúpido, dirán, porque no use una de mis técnicas, porque no me quería arriesgar ante nada, quería eliminar al dragón más poderoso que me había enfrentado, pero fracase en eso, llegue a este mundo, minato y kushina me encontraron con grandes heridas y si no fuera por ellos básicamente hubiera muerto en esas instancias.

Un amor sinceroWhere stories live. Discover now