Capítulo 12: La batalla de Trost -Segunda parte-

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A los pocos segundos, Naruto volvió a disparar su equipo, subiendo a una pequeña torre cerca, solo para mantenerse a salvo por un momento, y analizar la situación. Al aterrizar, el rubio soltó a la azabache, con el ceño fruncido mientras su vista estaba posada en aquel titán de hace un momento.

Ese titan estuvo a punto de asesinarlos. Desde hace años que les tiene odio, pero a la vez que curiosidad en saber porque lo hacen. Luego de unos segundos, pasó su vista de vuelta hacia la joven junto a él, suavizando su mirada. -¿Estás bien?- Le preguntó tranquilamente, con algo de preocupación, mientras veía a la joven a los ojos.

-Si...- Ella asintió ligeramente en respuesta. - Gracias... Naruto.- Agradeció la Ackerman en un murmuro con un tono de voz suave y algo avergonzado, dado al caso de que ella no pudo ver a aquel titán de antes. Se suponía que debería estar atenta a su alrededor, pero su mente le jugaba un papel en contra.

Naruto no pudo evitar sonreír ampliamente al oírla decir eso. -No tienes porque agradecerme. Haría lo mismo por cualquiera de ustedes, sin pensarlo dos veces.- Dijo Naruto solo para después pasar su vista de vuelta hacia la ciudad. -Puedo sentir varios reclutas por aquella zona... parece que algo pasó, si es que aun no subieron la muralla.- Le informó a ella, quien se colocaba junto a él, entrecerrando los ojos con tal de visualizarlos.

-¿Está Eren con ellos?- Preguntó, tratando de confirmar si es que su "hermano" se encontraba con ahí.

-No lo se... Son demasiados como para que pueda identificarlo, y el aroma a titán está desparramado por toda la ciudad.- Le respondió para mala suerte de ella, quien frunció el ceño, y más aún al ver como varios de clase de 8 metros se acercaban hacia donde estaban. Parecía que tendrían que encargarse de ellos si querían llegar al otro lado. -Adelántate.-

-¿Eh?- Ella giró hacia el rubio rápidamente, sorprendida de lo que acababa de oír. Solo podía ver como Naruto estaba con un rostro serio, viendo a los titanes.

-Ganaré el tiempo suficiente, mientras ves si Eren y los demás están con ellos.- Explicó seriamente, aún con la vista hacia abajo. De repente, el rostro de Mikasa se transformó completamente, frunciendo el ceño luego de oír eso.

-No. Nos encargaremos de ellos e iremos juntos. Podemos hacerlo.- Se negó firmemente, haciendo que el rubio volteara hacia ella, mientras que una pequeña sonrisa se formaba en una de las esquinas de su labio, viendo a la azabache molesta.

-Y tienes razón... pero perderíamos mucho tiempo, y ya no nos queda mucho gas.- Su voz se suavizó al hablar, dando muchos puntos que ella sabía que tenían razón. -Escucha... Ve y asegúrate de que Eren está a salvo. Yo los distraeré todo el tiempo que pueda-

-Pero...- Quería objetar, pero simplemente sintió como Naruto colocaba sus dos manos sobre sus hombros, haciendo que se calle.

-Te prometo que llegaré con ustedes lo antes posible.- Esa palabra. "Prometer". Siempre que la usaba cumplía su objetivo. No había una vez en la que rompiera una promesa. Cada vez que lo escuchaba hablar de esa manera, su voz sonaba siempre honesta y sincera.

Y así se lo quedó viendo unos segundos, notando que esa brillante sonrisa seguía en su rostro. Como siempre, había veces se terminaba perdiendo en aquellos ojos azules suyos, cada vez que estaban así de cerca, mientras su cálida sonrisa la hacía sentir bien, segura, y haciendo que se despreocupara de todo lo que pasara a su alrededor.

Pero lo que quería hacer le preocupaba. Se estaba poniendo en peligro por ella. Ya lo había oído antes "Haría lo mismo por cualquiera de ustedes, sin pensarlo dos veces". Eso era algo que no le gustaba para nada. Ponerse su vida en juego repetidas veces con tal de salvar a los demás, era algo que odiaba cada vez que lo hacía. Desde la academia que siempre prefiere ser él que resulte castigado, pero esto se trataba de vida o muerte.

El Rey de los TitanesWhere stories live. Discover now