❝No le das la espalda a la familia. Incluso cuando ellos lo hacen.❞
Todo empezó en el Toretto's.
El supermercado en miniatura y café del corredor de coches más famoso de todo Los Ángeles.
Aunque, si somos exactos, esta enrevesada y divertida histori...
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Todos, estaban reunidos en casa de los Toretto, oliendo como la barbacoa era encendida por el más mayor de los familiares. Preparándose para una rica comida llena de pollo que acabaría con el hambre de cualquiera que pudiera llegar a probarla.
Tres coches, aparcaron justo delante de la puerta de la construcción, resonando y haciendo chirriar los neumáticos. Vince, Letty y Leon salieron de ellos, sacando varias bolsas en sus manos durante el proceso. La gente que había en el patio, sonrío al verlos llegar, haciendo sonar sus tripas por el hambre que habían hecho para que les cupiera la comida en sus estómagos.
Brian sonrío al ver a Jerrica traerle una Coca-Cola con una de esas sonrisas a las que solo puedes dedicarle a una persona. Y en su caso, solo podían dárselas entre ellos.
Y Vince, que había visto aquella escena, le tiró las bolsas encima a Leon, casi haciéndolo caer en el acto.— Yo me largo.
— Oye Vince, ¡échanos una mano!— le chilló Dom desde la barbacoa.
El hombre subió una ceja y agarró el volante de su coche con fuerza.— Ya tienes la ayuda que necesitas, hermano.— soltó, justo antes de salir disparado por la carretera.
Jerrica se encontraba junto a su hermana en la cocina de la casa. Preparando entre ambas una deliciosa ensalada con frutos secos, salsas especiales, queso y un poco de picante.
Una voz habló, que las dos féminas conocían de sobra.— ¡Mia, Jem, el pollo se está quedando seco!
Ambas cogieron con ambas manos todo aquello podrían necesitar, desde bebidas con alcohol y sin, sal y pimienta, hasta la ensalada que ambas hermanas habían preparado. Juntas cruzaron el marco de la puerta, bajando deprisa los tres escalones que había de distancia desde la misma hasta el suelo.— Vale, vale, y vamos.
— ¿Qué estáis haciendo? Esto se está achicharrando.— preguntó Letty mientras ayudaba a colocar el pollo en un bol.
Jem se acercó a Dom, sobándole la espalda con cariño mientras le dejaba caer en las manos una botella de Corona.— Toma, hermanito.
Todos aquellos que se habían reunido ya estaban preparados para engullir, sentados en sus sitios estratégicamente colocados para que todo el mundo pudiera estar más cerca del plato de comida que más le gustaba.— ¿Qué tal la comida? Estoy canino.— dijo Leon con una sonrisa.
