Four Out Of Six <Daisuga>

18

Suga finalmente fue trasladado a la planta baja, junto con una cama. Pasó la mayor parte del día durmiendo, comiendo cada vez menos.

Pasó la Navidad. Luego el cumpleaños de Daichi, y luego el de Asahi. Suga tampoco pudo asistir, por lo que sus pequeñas fiestas se llevaron a cabo en su casa. El Año Nuevo fue un evento privado y tranquilo. Suga logró mantenerse despierto durante las festividades. Daichi estaba a su lado.

Fue un miércoles frío de enero que Suga sorprendió a todos con una explosión de energía.

“Quiero mapo tofu esta noche”, declaró.

"Kou-chan, ¿estás seguro?" preguntó su papá. "¿No es un poco pesado?"

"¡Está bien! Realmente lo quiero esta noche. No recuerdo la última vez que lo comí ".

Él sonrió. "Bien de acuerdo. Tendré que correr a la tienda y comprar carne de cerdo picada. ¿Estarás bien hasta que vuelva?

"Daichi me vigilará." Se volvió hacia su novio. "¿cierto?"

"¡Por supuesto!"

El papá de Suga se rió. “Bueno, sé que puedo confiar en este. Mantenlo fuera de problemas, ¿de acuerdo? Volveré pronto. Regresaré ”, agregó, un poco más tranquilo, a su hijo.

"¡Adiós papá!"

Tan pronto como se cerró la puerta principal, Suga se puso de pie y se estiró.

"¡Salgamos!"

Daichi se sorprendió. “Es casi el anochecer. ¡Y está helando! ¿Por qué querrías salir ahora?

Suga se encogió de hombros. “Oh, no lo sé. Porque no he salido por un tiempo. Además, tengo la sensación de que no tendré otra oportunidad de hacer esto”, dijo. "Y quería ver las estrellas".

Entonces saldré por la puerta trasera. Podemos sentarnos en el jardín ”, dijo Daichi. Se puso de pie, pero Suga lo agarró del brazo. "¿Koushi?"

"Quiero caminar hasta el parque".

Daichi agarró sus teléfonos y las llaves mientras Suga comenzaba a ponerse su ropa de invierno. Le envió al papá de Suga un mensaje de texto rápido informándole dónde estarían antes de unirse a su novio. Hicieron un trabajo rápido de abrigarse, Suga más que Daichi, antes de salir.

El parque estaba a un corto paseo cuesta abajo y atravesaba una llanura cubierta de hierba en pendiente. Estaban a mitad de camino cuando Suga detuvo a Daichi. Señaló un pequeño parche plano cerca de la carretera vacía, donde no se veían farolas.

"¡Paremos aquí!"

Daichi suspiró, pero aceptó de mala gana.

Los dos estaban acostados de espaldas junto a la carretera. La hierba, aunque rígida por la helada, resultaba sorprendentemente cómoda. Daichi y Suga estaban uno al lado del otro, con los brazos tocándose y los dedos enguantados entrelazados. Su aliento brumoso se mezcló con el aire helado.

Nadie salió. Estaba tranquilo y oscuro, excepto por las estrellas. Fue pacífico.

"¿Oye, Daichi?" Susurró Suga.