마흔 여섯; Cuarenta y seis

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-¡Vamos Chae!- Jisoo la sacudió con emoción, haciendo que la muda trastabillara-. Vayamos a comer un helado- Jisoo aplaudió, sonriendo ampliamente.

Al día siguiente, Jisoo estaba empeñada en hacer sentir mejor a Chaeyoung, a lo largo de la mañana le había regalado dulces, le había hablado muchísimo y sonreído aún más, pero no había logrado absolutamente nada, la chica seguía con esa aura de tristeza con la que había cargado esos días.

Chaeyoung sólo negó.

Desde que Lisa no había vuelto a aparecer, Chaeyoung sólo se comunicaba con negaciones y asentimientos, ya dudaban siquiera si traía su cuaderno en la mochila.

-Chae quizás quiera ir a clases, Jisoo- habló Jennie.

-¡A la mierda las clases! ¡Chae quiere helado!

La muda se encogió de hombros.

Las otras dos se miraron, no había caso.

Chaeyoung estaba deprimida a causa de Lisa, y la única persona que podía animarla era ella, aunque ni siquiera tenían señales de vida.

-¡Chicas!

Las tres miraron hacia el director Seokjin, quién venía a paso apresurado con unos papeles en sus manos.

-Buenas tardes- habló cuando ya estaba frente a ellas. ¿Saben porqué la señorita Lalisa se cambiará de escuela?

Las tres chicas no tenían palabras.

Chaeyoung sintió su corazón romperse, sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Qué?- preguntó Jisoo.

-Su madre acaba de venir para hacer los trámites- alzó un poco los papeles-. Tengo que certificar el pase todavía, pero no lo entiendo... Lalisa es muy buena estudiante, le va muy bien en todas las materias, no sé por qué querría cambiarse, así que les quería preguntar si tuvo algún problema o algo así...

El director Seokjin miró a Chaeyoung, supo que había dicho algo malo cuando la chica mudo comenzó a llorar.

-Oh, Chaeyoung, no, lo siento, yo no.

Pero Chaeyoung había salido corriendo antes de que pudiera siquiera acercarse.

Lisa no podía dejarla, ¿No?

Ella le había prometido que seguirían juntas, que irían a la escuela juntas, que estarían juntas.

Lisa no podría haberle mentido, ¿No?

Chaeyoung sólo corrió, lejos de la escuela, de Jisoo y Jennie, lejos de todo.

Quizás corría para encontrar a Lisa, no lo sabía, pero tenía esa necesidad de huir.

Las lágrimas caían por sus mejillas, sus muñecas picaban horriblemente y comenzó a rascarlas.

Al cabo de un rato tenía los pulmones cansados, de correr, de llorar, aunque por más que intentara, no había suficiente aire en el mundo para que pudiera tener oxígeno.

Ya lejos, sin saber muy bien donde, Chaeyoung comenzó a caminar, a paso lento, tortuoso.

Sus muñecas ya no sólo picaban, sino que ardían, sentía su rostro empapado y unos mechones de pelo demasiado largos se le pagaban a la cara.

A pesar de todo su dolor, seguía pensando en Lisa, su primera amiga, su primer amor, su primera novia.

Lisa no podía dejarla, había prometido que no lo haría, ella cumple sus promesas...

¿No?

Pensando en aquella chica, una bocina fuerte la tomó por sorpresa, y por más que vió a la camioneta venir, sus pies no pudieron moverse.

[...]

15 de diciembre.


Mute ✧; ChaelisaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora