Mute ✧; Chaelisa

서른 여덟; Treinta y ocho

Cierto día, Chaeyoung se había lastimado en las prácticas de baile.

Se había doblado el tobillo, al pisar mal, y apenas fracturado, una fisura, como había dicho el médico, la muñeca, al caer con todo su peso sobre esta.

Le dolía tanto que las lágrimas le picaban los ojos, aunque se resistió a llorar, y no fue sino hasta que Lisa llegó con ella que la abrazo escondiéndose en su pecho para que nadie la viera.

Lalisa se había asustado bastante cuando había recibido el mensaje de su novia y de si podía ir a la sala de baile, sin más información que esa.

Incluso cuando la señora Park llegó para llevarse a su hija, Lisa no se separó de ella, y la mujer tuvo que firmar para retirar a las dos.

En el camino al hospital, con Chaeyoung dejando su muñeca descansar dentro de un pañuelo, atado a su cuello, la chica ya había dejado de llorar y se empeñaba en mantener la vista baja, apoyando su cabeza en el hombro de Lisa.

-No sigas mal- pidió la rubia, acariciando su pelo y mejilla, alzando el rostro de la chica para mirarlo.

Chaeyoung negó, volviendo a acomodarse.

-Chae- la llamó, aunque la muda la ignoró-. Te conozco, algo te pasa, ¿En qué piensas?

Chaeyoung tardó un momento en negar de nuevo.

Lisa se ahorró un suspiro, tomó a Chaeyoung por sus mejillas, volviendo a alzar su rostro.

-Dime- habló con suavidad.

Chaeyoung suspiró. Con su mano libre se señaló a si mismo, y luego junto todos sus dedos, y tocó su mejilla con la punta de estos.

-¡Chaeyoung! - su madre se enojó un poco, viendo los gestos por el espejo.

-¿Qué significa?- preguntó Lisa.

 La señora Park suspiro.

-Dijo "Soy una tonta".

Lisa la miró con el ceño fruncido, vió el mohín en los labios de Chaeyoung, la muda volvía a tener la vista baja.

-Chae, no eres tonta- habló la rubia con suavidad-. ¿Por qué serías tonta? ¿Por caerte? Es algo que le pasa a cualquiera.

Chaeyoung sacó su cuaderno.

"Soy tonta porque no sé coordinar. Me caí por bailar mal".

-No bailas mal- dijo Lisa, automáticamente, negando con su cabeza para enfatizar-. Chaeyoung, eres la mejor bailarina que he visto.

"Tú no ves bailar a nadie más que a mí".

-No voy a perder el tiempo viendo bailar a otras cuando puedo ver a la mejor bailarina del mundo- replica Lisa, mirándola directamente.

Chaeyoung bajó su cuaderno, sin nada que decir, sus mejillas se tiñeron de rojo, y Lisa dejó un sonoro beso en ambas, haciendo que la señora Park riera.

[...]

7 de diciembre.