La quedada

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En el capítulo anterior, las Four Horsewomen le consiguieron a Colby una cita con Allen en el cine y todo porque el Phenomenal no sabía si estaba enamorado del Matabestias.

Ahora, Colby se encontraba caminando hacia el cine que le indicó Becky. No se había arreglado mucho pero tampoco iba de cualquier manera: se vistió con un vaquero negro, una camiseta blanca, mas una chaqueta de cuero negra y zapatillas Adidas, además de que llevaba su cabello recogido en un moño. Se sentía muy nervioso y el corazón le iba a mil, pues era su primera quedada con Allen a solas. Deseaba que todo saliese absolutamente perfecto, deseaba agradarle y quería más que nada contarle lo que sentía, pero tampoco se veía preparado para hablarle de eso...

Le faltaban un par de pasos para llegar, cuando alzó la cabeza y se le paró la respiración en seco. Allí estaba él, distraído mirando a otro lado. Se veía realmente hermoso con su vaquero, su chaqueta azul, su camiseta naranja y tenis, además de que el pelo suelto se le metía en la cara y se lo apartaba con la mano, peinándoselo en el acto.

Colby abrió la boca, quería saludarle, decir su nombre y que Allen lo escuchase... Pero no le salía la voz. Tuvo que acercarse al castaño por detrás y lo tomó de los hombros, sobresaltando al Phenomenal. Ya está aquí.

Allen se volteó y pudo ver la carita de niño pequeño de Colby sonriéndole.

—Hola.

—Colby... Hola. —llegado este punto, ninguno sabía si saludarse con un abrazo, pero acabaron dándose uno, corto, que los dos disfrutaron.

No querían separarse y menos tan pronto, pero la película empezaría en unos pocos minutos y debían entrar. Se separaron y sin querer se prendieron en la mirada del otro. Colby amaba quedarse mirando la mirada azul de Allen, y al castaño le encantaba observar y admirar los ojos azabaches del Matabestias. El Universo a su alrededor desapareció, ya nada importaba. Estaban ellos dos...

Lograron separar sus miradas y entraron al cine.

—¿Qué película vemos? —preguntó Colby, revisando la cartelera.

—¿Qué te parece esa? —Allen señaló una comedia titulada "En Guerra Con Mi Abuelo".

—¿"En Guerra Con Mi Abuelo"? Parece bastante buena. —Colby se puso a pensar.

—O si no, estrenan hoy esta. —Allen se adelantó un poco para tocar con su mano la vidriera de otra película.

Colby ladeó la cabeza, realmente esa tenía una pinta genial, por lo que se decidieron por esa y entraron a comprar las entradas.

Después de pagar por estas, un cubo mediano de palomitas y dos refrescos, entraron a la sala correspondiente entre risas causadas por su conversación. Se sentaron y se acomodaron.

—Como te decía. —Allen volvió a mirar a Colby, que sonreía como un niño pequeño y el brillo de sus ojos lo distrajo de sus palabras. El Phenomenal le sonrió. Ante cualquier situación, una sonrisa siempre es una buena respuesta.

Colby le sonrió de vuelta y sin querer quedó atrapado en los orbes azules de su acompañante. El Universo alrededor de todos ellos desapareció poco a poco, solo importaban ellos dos, nadie más.

—¿Allen? ¿Colby?

Vaya, hombre, qué oportunos son Claudio (Cesaro) y Stephen (Sheamus) cuando quieren.

—¡Ahí va! ¿Y vosotros por aquí? —se lanzó a preguntarles Colby como un niño pequeño mientras Allen se volvía a acomodar en su asiento, nervioso y algo avergonzado por ese encuentro.

—Nada, que le dije a este —Stephen señaló a Claudio, quien llevaba un cubo mediano de palomitas— "¿Y si vamos a ver una peli?" y me dijo "Pues muy bien", y aquí estamos.

—¿Y vosotros? —le preguntó Claudio, salvando a tiempo unas palomitas fugitivas que caían del cubo.

—Col y yo quedamos, pero solo como amigos, nada más. —se apresuró a decir Allen— Solo eso. —Sigue autoengañándote, Allen.

—Oye. —saltó el Matabestias, captando la atención de los tres— ¿Y por qué no os sentáis con nosotros? Si queréis, claro.

¡NOOOOOOOOO! Pensó Allen.

—Nos encantaría. —le sonrió el Guerrero Celta.

¡MIERDAAAA! Volvió a pensar el ojiazul.

—No molestaremos, ¿verdad? —inquirió el suízo.

Allen tuvo que hacer mil esfuerzos por no parecer grosero y negar. Aunque daba igual qué hacía, la película ya había empezado.

El resto de la tarde transcurrió entre risas del grupo debido a los chistes de la película, entre palomitas y momentos.

En uno de estos, en la pantalla aparecía una escena muy tierna, bastante romántica, y Allen no podía dejar de mirar con algo de dolor por su divorcio, pero además con esperanzas de vivirla pronto. Y de pronto, la cabeza de Colby recostándose contra su hombro, sacándolo de sus pensamientos, dejándolo algo incómodo y sorprendido. No sabía qué hacer, por lo que actuó por puro instinto, y con su brazo abrazó al azabache, el cual cerró los ojos suavemente y con una sonrisa mientras el ojiazul le acariciaba el brazo con cariño. Allen sonrió, estar de esa manera con Colby daba mucha paz. Cerró los ojos por un momento y luego volvió a atender a la película.

Stephen y Claudio observaron disimuladamente a los dos tortolitos y quedaron entre sorprendidos y enternecidos. El suizo miró al celta y levantó las cejas dos veces. El pelirrojo asintió con la cabeza.

—Hay rollo entre estos dos. —susurró el Superman suizo.

La película llegó a su fin en un abrir y cerrar de ojos y los cuatro amigos abandonaron la sala. Stephan y Claudio hablaban entre sí, principalmente sobre el nuevo shippeo, y más atrás iban Colby y Allen hablando sobre la película, que si les había gustado, que si se lo habían pasado divinamente.

—Hey, chicos. —Stephen llamó a Allen y a Colby y estos le prestaron atención— Nosotros nos vamos, gracias por dejar que nos acoplemos.

—De nada, hombre. —les sonrió Colby— Cuando queráis. —Allen lo miraba con cariño, deseando hablarle de lo que sentía, y le pasó el brazo por los hombros. Colby, al notarlo, lo miró con los ojos brillando y una sonrisa.

Cuando The Bar ya se había marchado hablando del nuevo Styllins (Styles + Rollins), Colby y Allen se dieron un abrazo como despedida, a pesar de que no querían separarse.

—Lo he pasado genial, Colby. —le susurró el ojiazul al azabache en el oído, haciendo que se estremeciese entre sus brazos— Me encantaría volver a repetirlo.

—Cua-Cuando quieras, Allen. —le sonrió el Matabestias, nervioso. Cerró los ojos, otra vez el aroma del Phenomenal volvía a invadirlo.

Acabaron separándose a pesar de que no querían, estaban agusto abrazaditos, pero debían hacerlo, y cada uno se fue por un lado hacia el hotel, prometiéndose volver a repetir una quedada así, pero sin Stephen ni Claudio.

Colby volvió caminando tranquilamente al hotel, aún sonrojado y alegre por haber tenido un primer encuentro con su amor, mientras que Allen regresó corriendo todo lo rápido que le permitían las piernas.

Llegó unos minutos antes que el Matabestias y no esperó a nada para subir las escaleras de dos en dos hasta plantarse delante de la puerta de la habitación de Becky y la aporreó.

—¡Aaaysh, ya voy, ya voy! —sonó desde dentro y la cabellera naranja abrió la puerta. Allen pudo distinguir a Ashley, a Pamela y a Mercedes sentadas en la cama, comiendo palomitas y atentas a la puerta— ¿Allen?

Este miró a Becky aún jadeando y trató de controlar su respiración antes de decir las palabras que hicieron estremecer a las Four Horsewomen:

—Estoy enamorado de Colby.

Continuará...

Multimedia mensaje para Allen, de mi cuenta de Instagram. ¡Espero que os haya gustado este capítulo con este giro de los acontecimientos! ¡Votad y nos vemosssssss! 😆

Styllins~ A New BeginningWhere stories live. Discover now