CAPITULO 68

58 2 0
                                    


Han pasado una semana, ya casi se acaba el descanso que tanto anhelaba, estaba ayudándole a Beronica recoger poco a poco las cosas, ya que se iba con nosotros para el palacio, el apartamento lo dejaríamos en arriendo, porque mi hija no lo quiere vender;  es un regalo que le hizo su padre cuando se vino a trabajar. Estaba tan triste por dejar parte de su vida aquí, la ilusión y el anhelo que tuvo al pensar que se casaría con Mikel, pero la vida no lo quiso. no es él su destino. – mamá será que esto lo llevamos, - que amor – estos libros – no a ya hay una biblioteca inmensa, empaquémoslo y lo donamos a un instituto – no te parece hija. – si madre estas en lo cierto – recogimos muchas cosas ya eran menos. – hola mis mujeres – nos dice Cristofer y nos abraza, - las dos sonreímos cuando lo cogemos a cosquilla. Ey.... ya, ya, ya cálmense- no tío... no las debía – le dice Beronica – tan vengativas mis chicas. – suena el timbre – yo...abro.... Grita Juan – "papá" escuchamos y nos quedamos paralizados, nos separamos y Beronica bajo a la carrera para encontrarse con su amado padre, - Cristofer rodeo los ojos y me miro fijamente, trate de salir y me tomo del brazo – quedémonos aquí, dejémoslo que dialoguen con su padre – me solté y puse mis manos en mi cintura

Tengo que bajar, estoy terminando de recoger algunas cosas, me giro para irme cuando lo escucho replicar – estas segura o es que te mueres por verlo – lo miro sobre mis hombros a Cristofer – ¿que dijisteis? – lo que escuchasteis - me repta.

¿Qué te pasa? – jajajajjaa se ríe – me preguntas que pasa. ¿Quieres saber que pasa?, que no te sacas ese estúpido de tu cabeza – y te recuerdo que serás mi esposa y no voy a permitir que estés ni a un milímetro cerca de él.   – sabes, veo que esto no va a funcionar entre nosotros – mírate, te comportas posesivo.

Salgo con rabia de la habitación tirando la puerta dejándolo ahí.

Bajo las escaleras lentamente, encontrándome con esos ojos que me hipnotizan – hola – me dice Gustavo, en sus ojos había ese brillo de alegría cuando me ve, su mirada me recorre por todo mi cuerpo haciéndome sonrojar.

Hola Gustavo – como estas – bien, aquí visitando a estos chicos que había extrañado mucho - mis hijos lo abrazan – nosotros también padre

Vaya, vaya – ya me cambiaron tan rápido – dice Cristofer – señor Torrente lo saluda extendiéndole la mano- Gustavo se la recibe – su majestad, pues no puede estar celoso, son mis hijos y ellos me elegirán sobre cualquiera.

Qué bueno señor Torrente, pero lástima que no pueda decir lo mismo con la princesa, porque esta vez la tengo ganada – le presento a mi prometida – le dice tomándome de la mano y presentándome ante Gustavo – que al escuchar la declaración del príncipe quedo tenso y su cara pálida como un papel.  - No sabía que le gustaba hacer bromas su majestad

Cristofer arrugo las cejas, pues déjeme decirle que no es ninguna broma – sus hijos y mi Dama se lo puede confirmar – Gustavo me mira y a la vez voltea a ver a sus hijos, que  con la mirada los interroga – si papá – contesta Beronica esquivando la mirada - y yo solo escuchaba lo que hablan, porque no era capaz de decir ni una palabra. – pues felicitaciones-  nos dice apretando los dientes – gracias señor Torrente, queda invitado a nuestra Boda que será en cinco meses, téngalo por seguro que le haremos llegar la invitación,  para que asista con su amada esposa

 – tío ella no es la esposa de mi papá, solo conviven – bueno como sea, pero...  es la mujer, por la cual no debería estar deseando la mujer del prójimo. – ya sentía que la sangre me estaba hirviendo, me le trate de zafar de su agarre, pero mas duro me sujetaba – Bero al ver la incomodidad que había, hablo – tío que tal si sales a dar un paseo con mi madre – miro a mi hija con los ojos bien abierto y ella mueve los hombros dándome resinación,  nosostró nos quedamos platicando con mi padre – buena idea sobrina- nos vamos amada mía – con permiso les digo para retirarnos – Gustavo me miraba y en ella me pedía suplica- no pude seguir sosteniéndosela.

Salimos a caminar para liberar esas tensiones que había entre los dos – Cristofer daba un paso y me observa, en cambio yo me encontraba furiosa por su actitud de niño inmaduro, - no piensas decir nada – me dice – que quieres que te diga, que la jugaste bien o quieres que te felicite, por lucirte conmigo delante de todo el mundo – él no es todo el mundo, es tu ex y desde ahora tengo que ponerlo en su puesto, ya te lo dije no voy a permitir que este cerca de ti.

Acaso nos vistes haciendo algo malo, para que impongas reglas su majestad. – para ti soy tu príncipe – jajajajjaa me rio parándome al frente – para mi eres mi hermano y quiero que lo tengas claro, que  aunque me case contigo nada cambiara, no tendré intimidad contigo, ni compartiré mi cama, solo será un matrimonio por conveniencia – apretó los diente y sus manos se convirtieron en puños y empezó a respirar con fuerza – me gire para seguir mi camino, pero sus palabras me dejaron paralizada – me encargare de hacer una entrevista y diré los motivos de nuestro Boda , y que estuvimos compartiendo la cama desde hace años – me puse pálida, cuando vi su gesto que nunca había visto, estaba decidido hacerme la vida imposible y lo peor que me debía resinar, porque la decisión estaba tomada y declarada por el monasterio.

Ok, ya ganaste querido hermano – feliz  - le digo retándolo – me sonríe triunfante. - pero de una vez te lo digo, si quiere guerra, guerra tendrán - le sonrió y el en cambio quedo tenso

Regresamos a casa, estaban mis hijos jugando con su padre a cartas , se divertían. Me daba nostalgia y recordaba mi vida pasada juntos.

Gustavo se quedaría esta noche ya que mi hija le brindo una habitación y Cristofer no podía decir nada porque el apartamento es de ella. Cenamos en silencio solo se escuchaban mis hijos contándoles sus experiencias.

Gustavo recibió una llamada y pidió disculpa para contestar – mamá mañana terminamos de recoger lo que  nos falta – si hija. 

¿Qué? Pero como paso Jessica, él estaba bien – como lo descuidaste –siempre te lo he dicho, eres irresponsable, ya, ya no digas más. Es que no debías venir, te dije que visitaría mis hijos y primero hablaría con ellos. – en que clínica estas – ya voy para a ya – que pena me tengo que ir mi hijo tuvo un accidente y está aquí en una clínica – en que clínica papá – dice Bero – me dijo que las lemitas – vamos voy contigo. Yo también voy dijo Juan y Vanessa. – estaba angustiado y sus ojos querían llorar, me acerque y lo abrece, todo saldrá bien. – gracias Victoria. – me dijo, aunque ya sabía que no me llamaba así. – sentí cuando Cristofer me separo de él. – cualquiera cosa que necesite señor Torrente no dude en decirnos – Gracias su majestad, pero estaremos bien.  

Llegue a la clínica con mis hijos y hay estaba Jessica, tenía sus ojos hinchados de tanto llorar, - amor – me abrazo y no le correspondí – donde está mi hijo- le pregunte – lo están atendiendo, y estoy esperando a que el doctor informe – que te pasa Jessica, cuando aprenderás a escuchar, ¿ahora si vez?. Si a mi hijo le pasa algo no te lo perdonare – quedo paraliza y se fue sentándome lentamente en la silla. – se quedó mirando a mis hijos y ellos observaban la situación. – los familiares del niño Julián Torrente – dice el Doctor – me adelanto y llego hacia el; yo soy el papá – Señor.... Gustavo Torrente – Gustavo su hijo será trasladado a la uci – el niño perdió demasiada sangre por la herida que tiene, hay que hacerle transfusión y solo debe dárselo el tipo RHA-, ¿Qué? Mi hijo no es ese tipo de sangre él tiene el mío. – no señor ya le hicimos una prueba para comprobar el tipo de sangre y por eso le estoy informando lo que estamos necesitando – que está pasando Jessica, tu misma me mostraste que mi hijo tenía mi tipo de sangre – ella se queda paralizada y pálida – amor no sé, de pronto fue que se equivocaron el día que nació – me rasco la nuca y empiezo a caminar de un lado a otro, me empiezo a desesperar, porque ese tipo de sangre era muy difícil de encontrar – mire a mis hijos con la esperanza, pero no porque es mismo el mío, es lo que me pone a pensar que mi hijo menor no tenga mi tipo de sangre – no entiendo Jessica los hijos sacan el tipo de sangre del papa o de la mamá, pero si te das cuenta ni siquiera tiene el de los dos. – mi cabeza estaba dando vuelta, se me vino las palabras que mi madre que un día me dijo – esa mujer te está engañando metiéndote ese niño que ni siquiera es tu hijo, sentí un corrientaso por mi cuerpo de solo pensar que mamá tuviera la razón.

LA DAMA DE WINCHESTERKde žijí příběhy. Začni objevovat