VAYA PAR DE EMBARAZADOS (STEREK & NOAHTER)

-18-

El rubio estaba a punto de perder los estribos a causa del tremendo jaleo que sus dos hijos organizaban en la habitación.

-Niños dejad de saltar en la cama- decía el pelirrojo con el bebé entre los brazos.

El sonido de un teléfono hizo gruñir a los dos pequeños que enseñaron sus colmillitos.

El pelirrubio se apresuró a responder al ver que era Alan quien llamaba:

-Sí, dime Alan-

"-¿Seguís de camino o habéis llegado ya a Beacon?- "

-Llevamos desde ayer alojados en un motel...-

Otra vez, sus dos hijos empezaron a dar saltos en la cama y entre gritos y risas, ahogaban la conversación del rubio.

"-Caray, que escandalo tienes ahí montado-"  se burló el veterinario

-Espera un minuto- el rubio se apartó el móvil de la oreja.

Volviéndose a ambos niños abrió la boca y rugió:

-BASTA LOS DOS, SILENCIO-

Los niños cayeron sobre la cama para quedarse inmóviles al oír el tremendo rugido de su padre.

-Te has colado ¿No crees, bestia?- increpó el pelirrojo con el bebé quien empezó a hacer pucheros a causa del vozarrón del otro.

-Lo siento mucho pero estoy tratando de llevar una conversación con Alan- se disculpó el rubio.

Mirando a sus dos hijos, el cobrizo se llevó el índice a los labios pidiéndoles silencio.

-Ya podemos seguir hablando- repuso el rubio al veterinario.

"-Necesito que vengáis ahora a la clínica, Derek y Stiles están a punto de llegar y sería conveniente que tú y Jason les comentarais sobre lo que tendrán que pasar durante el tiempo que Stiles esté embarazado- "

-¿Aún no ha empezado a marcar territorio ese Derek?- inquirió el rubio

"-Esa fase ya la ha pasado según me ha dicho- "

-Pues ahora viene la buena- rió, entre dientes, el rubio.

"-Me gustaría que tú y Jason les pusierais al corriente-" repitió el veterinario "-Yo solo soy un simple druida y ¿Qué mejor que un lobo nacido y un humano con chispa les cuenten su experiencia a otro lobo nacido y humano con chispa?- "

El rubio miró al pelirrojo, quien, observándole también, le sonrió.

-Si no te importa aguantar a dos terremotos de cinco años, por mí no hay problema-

"-No me importa-" contestó Alan entre risas "-Además, habrá más de un lobo para controlarlos- "

-En ese caso en quince minutos estamos ahí-

"-Gracias- "

-Hasta ahora- se despidió el rubio y colgó.

Girándose al cobrizo, anunció:

-Tenemos que ir a la clínica de Alan. A hablar con ese tal Derek y Stiles ¿No?- inquirió sonriendo el pelirrojo.
-Exacto- asintió el rubio.

Luego se volvió a sus dos hijos:

-A ver, diablillos, tenemos que ir a ver a...una pareja que van a ser papás, así que por favor, comportaos bien-

-Vale papá- contestaron ambos niños.

Mientras, en otro motel más alejado, un hombre moreno y de orbes grises observa dormitar a otro un poco más joven y de cabello rubio oscuro.

Pegado a su cuerpo, dos niños de cinco y tres años, se abrazan y duermen plácidamente.

Alargando una mano, acarició las cabecitas de ambos mientras susurró:

-Son preciosos-

-Obvio, se parecen a mí más que a ti- escuchó la voz del rubio.

Éste giró el rostro y miró, con una sonrisa en los labios, al moreno.

-Y no lo niego- asintió éste.

El castaño regresó la mirada a los dos niños.

-Van a conocer, por fin, a sus primos-

-No me lo recuerdes- refunfuñó el otro.

Mirándole otra vez, el rubio inquirió:

-¿Se puede saber por qué te cae tan mal Eryk?-

-No es que me caiga mal, es que...-

Su pareja alzó las cejas de manera interrogante.

-Vale, sí, me cae como el culo-

Dándose media vuelta, el rubio terminó cara a cara con el moreno.

-Anthony, no es culpa suya que quisiera protegerme de ti-

-Entiendo que al principio dudara de mí, no le culpo- repuso el pelinegro

-Eryk siempre ha sido un hermano muy protector conmigo-
acariciando la mejilla del azabache, el rubio alegó  -Y tú eras un humano...y cazador de los nuestros-

Asiéndole del rostro, Anthony le miró a los ojos.

-Y no te haces una idea de lo que me avergüenza el haberlo sido- musitó.

-No debes- murmuró el rubio quien aproximando su boca a la del pelinegro le besó dulce y candorosamente.

Anthony despegó sus labios lentamente de los suyos para, acariciándole la mejilla, declaró en voz queda:

-Te amo, Mark-

-Lo sé- ronroneó Mark.

A punto de volver a besarse, la vibración de un móvil les hizo quedarse a medio camino entre sus bocas.

Alargando una mano, Anthony cogió el teléfono, lo descolgó y llevándoselo a la oreja contestó:

-¿Diga?-

"-Hola Anthony, soy yo, Alan Deaton-"

-Qué tal-

"-¿Estás en Beacon o aún no habéis llegado?- "

-Llevamos desde antesdeayer en un motel del pueblo esperando a que llamaras-

"-Perfecto, pues agarra a tu compañero y si has traído a tus pequeños y veniros a la clínica que en breve tendré a Peter y a su sobrino aquí con sus respectivos- "

-Todavía no puedo creer que ese...chucho presumido y egocentrico esté...embarazado-

"-Siempre hay una primera vez para todo-" se burló el veterinario "-Os espero aquí, no tardéis...¡Aaa! por cierto, Eryk también estará...con su pareja e hijos- "

-Hmmm, qué alegría- farfulló el hombre sin efusividad alguna.

"-Hasta dentro de un rato-"

Alan colgó mientras que Anthony sostuvo el móvil en la mano.

-Nunca me has contado cómo conociste a ese Peter Hale- dijo el rubio.

Dando un suspiro, el moreno soltó el teléfono en la mesilla, abrazó por la cintura al otro procurando no despertar a los dos pequeños y aproximando su rostro al suyo, contestó:

-Fuimos a la misma universidad y...nos hicimos amigos junto con un tal...Deucalion-

-Madre mía, que nombre- se rió Mark.

-También era un hombre lobo nacido y...bastante frío y cortante-

-Increíble- se asombró Mark -Un cazador amigo de dos hombres lobo nacidos y con una pareja que también lo es-

-Ex, ex cazador- dio unos golpecitos en la punta de la nariz al rubio para después besarle en ella.

Echándole los brazos al cuello, el rubio apuntó:

-Deberiamos ir despertando a los peques para irnos a ver a ese tal Peter-

-Si no fuera porque sé que tu querido hermano también estará allí, hace rato que los hubiéramos despertado-

-No seas crío- incorporándose en el lecho, Mark se volvió a los niños y con suavidad los despertó.