VAYA PAR DE EMBARAZADOS (STEREK & NOAHTER)

-11-

Noah bajaba las escaleras a paso ligero.

Vestido con su uniforme reglamentario y terminando de abotonarse el puño de la camisa, se dirigió rumbo a la cocina para desayunar algo rápido y ligero cuando al entrar se quedó de piedra.

-Buenos días, cariño- le saludó Peter con una sonrisa de oreja a oreja desde detrás de la isleta.

-¿¿Qu-qué demonios haces todavía aquí??-

-¿Cómo que qué hago aquí?- frunció el ceño el Hale.

Levantando la paleta de silicona con la que se daban la vuelta a los pancakes respondió -Te hago el desayuno-

El sheriff observó mejor el desastre de cocina.

La piedra de la isleta estaba cubierta de una líquida masa que se escurría por los bordes.

La leche y la harina alfombraban el suelo.

Cáscaras de huevos se veían por doquier.

¡Y la sartén empezaba a echar humo!

-¡PETER, LA SARTÉN EMPIEZA A QUEMARSE!- gritó Noah a la vez que señalaba la susodicha.

El omega se volvió a ésta

-Mierda- escupió.

A toda prisa la retiró del fuego y lo apagó.

-Perdona pero vas a tener que ser paciente conmigo- se disculpó rascándose detrás de la cabeza -Pero el café sí que sé hacerlo- apuntó.

Dispuesto a servirle una taza de café vio como el humano cruzó como un vendaval la cocina, le arrebató la cafetera y la taza y fulminándole con los ojos masculló:

-Deja de comportarte como si fueras mi esposa-

-En sí es lo que soy ahora- aclaró el lobo.

-Disculpa pero espero que no hables en serio-

-Te dije que te había marcado y tú también me has marcado-

-Mira, no tengo tiempo para tonterías de que tú me has marcado o yo te he marcado- refunfuñó Noah cruzándose de brazos -Así que ya puedes estar vistiéndote y yéndote de mi casa-

-No entiendes muy bien eso del “marcaje” ¿No?- preguntó Peter cuadrando los hombros y entrecomillando la palabra con los dedos.

-No y ni falta que me hace- agarrándolo de un brazo, el sheriff lo empujó fuera de la cocina con la firme intención de echarlo cuando de repente, Peter dio un quejido.

Noah se asustó y rápidamente lo soltó.

Despacio, retrocedió viendo al castaño caer al suelo sobre sus manos y rodillas.

Peter lanzaba quejidos, se retorcía y gruñía.

Noah pudo oír cómo crujían sus extremidades.

Parecía que se estaba rompiendo.

Con una clara mueca de asco el humano cruzó a toda prisa junto a él.

-No quería hacer esto pero viendo que eres un teatrero no me das otra opción- se dijo.

Desapareció por una puerta que había al lado del salón para, en segundos, reaparecer portando un arma.

-Te doy dos opciones- decía mientras se dirigía hacia la cocina y quitaba el seguro de la pistola -Uno, o te vas, por las buenas de mi casa- casi llegando ante la puerta de la cocina levantó el arma -Dos, te lleno de acónito todo el cuer…-