~Narrador omnisciente~
— ¿Entonces hace veinte años ustedes...?
— Sí, cariño —sonrió JungKook, ya un señor de exactamente cuarenta años, pero manteniéndose envidiablemente atractivo... Decían que era como el vino.
Un sonido en la puerta interrumpió de repente.
— Llegó el hombre de la casa —dijo con una sonrisa en sus labios, JiMin, un hombre de cuarenta y dos, luciendo increíble incluso en su uniforme de enfermero.
— El graciocito de la casa será —caminó hacia su esposo y besó castamente sus esponjosos labios. Siempre se sentía como la primera vez, como hace casi dos décadas.
Por su parte, JeongSan veía risueño la escena, aplaudiendo cada vez que tenía la oportunidad de ver a sus padres besarse, como en las películas, sólo que en este caso eran príncipe y príncipe. Él lo comprendía a sus siete años, casi ocho.
— Papitooo... —miró, alzando las cejas.
— ...Esa mirada. ¿Kook, qué le has estado contando al niño?
— Bsss, nada, sólo cosas que debe saber el cachorrito.
— ¿Te enseñó como jugar Minecraft, Sannie? —sacudió los cabellos de su pequeño.
Ahí dónde se veía, nadie nunca pudo entender cómo la madre del pequeño lo pudo dejar solo a la suerte en la vida. Por buena obra del destino, llegó a brazos de una pareja joven... JungKook y JiMin.
— Noo, eso es juego de niños ratas.
JungKook puso cara de ofendido, él solía jugarlo.
— ¿Entonces? Algo ocultan ustedes dos —señaló a sus dos más grandes tesoros.
— Papá Yei Kei me ha contado la historia de cómo hace muuuucho tiempo dos chicos imbéciles se enamoraron... —JungKook abrió los ojos—. Ah, ups, así no era —se encogió de hombros.
— Ejem, puedo explicarlo.
JiMin los observaba a ambos con los ojos achicados, la boca entreabierta y las manos en las caderas.
Mientras su esposo pensaba en lo sexy que se veía enojado.
— Bueno, papá y papito, quiero —unió las dos manos grandes a través de la suya— decirles que sin importar que sea, cada día agradezco a Diosito un millón de veces por haberme tocado unos padres como ustedes. Veo el amor todos los días, flota y flota en el aire... Muchas personas, incluso las más grandes, no saben qué responder cuando les preguntan qué es el amor, más allá de una definición de internet y... Bueno, ¿qué puedo decir? Ustedes son la propia definición y las palabras sólo se me salen, describiendo todo lo que hacen ustedes como lo que es el verdadero amor... ¿Aunque medio que idiotiza, no? —liberó una risita.
Ambos esposos compartieron miradas llenas de constelaciones, orgullosos y al borde de llorar. JungKook se recargó en el hombro de JiMin y éste acarició su pelo. No aguantó más y le proporcionó un abrazo de oso a su hijo; un bello obsequio que la vida le había dado a él y su menor cónyuge. Pronto Jeon JungKook se unió por el medio, abrazándolos.
No sólo eran dos personas en esta historia. Ahora eran exactamente tres en el nido de ese sentimiento que alguna vez se pensó no era amor.
FIN
YOU ARE READING
I Thought ▪𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏/𝑱𝒊𝒌𝒐𝒐𝒌▪
RomanceAunque las mariposas sean tan hermosas, tan alto no pueden volar. Aunque el tiempo parezca eterno, la existencia humana hace que sea más corta para cada persona. Quisiera haber dicho que el amor es hermoso, pero, ¿qué puedo decir cuando su supuesta...
