Spiderson E Irondad [one-shot]

[8] Pesadillas

Este cap ya fue
editado por Aosan2022

Pd: Me gusto mucho este cap.

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Unas garras se enterraron de golpe en su espalda. Dejo escapar un fuerte grito de dolor que desgasto su garganta y doblo su mente en oscuridad  tanto como la  inmensa que lo rodeaban y debilitaba a su manera. Su cuerpo cayó inmovilizando en el frío suelo de concreto. Se sentía pesado, inútil, sin fuerzas.

Dejo escapar jadeos y gruñidos de dolor en un intento de controlar las torceduras que se hacía a sí mismo por el puro instinto frágil.
Con intención de salir de su duro apojeo el chico flecto sus brazos para hacerle apoyo y una pequeña ayuda para levantarse y luchar como muchas veces. Pero para su desgracia no pudo hacerlo, no funcionó. Aunque lo quisiera no pudo soportar no doblegarse por el agonico dolor y quedarse ahí tirado. ¿Pero por qué? Era irracional. El peso que traía en la espalda no debía significar nada para él, entonces ¿Por qué no lo hacia? ¿qué lo detenia? ¿Las heridas? ¿el dolor? El dolor de sentir como esas garras de metal lo atravezaban poco a poco, como se fundían en su cuerpo hasta llegar a sus órganos. ¿Eso lo detenía? El pensamiento de saber que no podría sobrevivir ante tales heridas lo estaba doblegando al punto de no querer seguir adelante ¿En serio? ¿Se estaba rindiendo o su cuerpo se había bloqueado por la multitud de sentimientos que parecieron junto a sus atacantes?

—Pobresita araña ¿Duele mucho?— Escuchó una voz frente a él. Su razón  se retorció en un vago intento de analizar quién era el sujeto, o los sujetos. Aún que no necesito mucho tiempo, esas voces, esas sombras las tenía incrustadas en todos lados de su cerebro. No importaba el qué, él las recordaría siempre.
Levantó con lentitud su rostro cubierto por su único alivio en esos momentos, su traje.
Le costó un poco enfocar los rostros de los villanos frente a su silueta. Estaba débil, temblando e inundado por un sudor frío y delirante. Sin embargo, conocía más que nadie esos dichosos trajes tan característicos de los seis siniestros.

—-¿Qué no estaban encarcelados por S.H.I.E.L.D?—-Cuestionó el chico. Su voz sonó tan aniñado, rota y débil  que le fue imposible no sentir vergüenza de por sí. Sus ojos lagrimearo en humillación justo como un pequeño niño herido y débil. Que inepto.  Se dijo.

—Ja, Ja, JA.— Se rió Octopus como si le hubieran contado el mejor chiste de su vida.— ¿Realmente crees eso, Peter?

El menor se ahogo con su saliva, sangre, jadeos y lágrimas ¿Cómo él conocía su nombre, o cómo ellos conocían su identidad? Con terror este miró profundamente los ojos de los maliantes notando algo. Ellos no lo veían como siempre, no, sus ojos tenían un brillo extra, un brillo de triunfo.
Su respiración se atoro mientras bajaba la cabeza trastornado, con la necesidad de verse. Y entonces ahí vio como su reflejo se posicionó en un charco que poco a poco se fundían con su costosa sangre. Se enfrentó a la realidad de que su rostro destruido, llorando y pidiendo ayuda estaba libre para que todos lo vieran. El traje que antes lo cubria, su único alivio, había desaparecido.

—¡Ahg!— Torció con fuerza su espalda, su boca se cerró y sus dientes rechinaron. Dolía, su cuerpo sufría  por el mero sentimiento de la muerte cerca.
Con desesperación trato de salir de donde estaba enredándose con algo y cayendo pobremente al suelo.
No podía respirar. Algo no lo dejaba respirar, lo que antes pensaba que era una bendición ahora lo estaba matando.

Su sentido arácnido.

Si no fuera que noto algo en la distancia no se hubiera podido calmar. Una foto iluminada por la luz de la luna y algunos solitarios semáforos.